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La renovación de la cúpula del Sergas se extenderá a las gerencias

Abc.es 
Los movimientos en el Sergas no han terminado. Prácticamente lo anticipó este jueves el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, cuando señaló que «algunas gerencias se quedarán, y probablemente en otras habrá algún cambio». El principal titular el pasado lunes, al anunciar Alfonso Rueda la segunda tanda de su «remodelación de calado» en la Xunta, fue la renovación al completo de la cúpula del Servizo Galego de Saúde. Cuatro ceses y cuatro nombramientos. Comenzando por la gerencia, ahora en manos de José Ramón Parada, que da el salto desde el distrito del Barbanza, adscrito al área de Santiago. En el siguiente escalón aparecen las siete gerencias. Y el nuevo conselleiro no garantizó la continuidad de ninguno de los responsables. «Va a ser una decisión bien pensada, reflexionada y consensuada con todo mi equipo». Lo lógico, con lo visto hasta ahora, es que la puesta al día no se quede en la cúspide del Sergas, por más que el conselleiro respondiese que «todavía está por decidir» a la pregunta directa sobre las gerencias. Además, él mismo dio una clave cuando justificó lo que Rueda negó que fuera una enmienda a la etapa anterior, pero que supone un reseteo a todas luces. «Los cambios vienen determinados porque entra un nuevo conselleiro, que viene de un mundo totalmente diferente, que es el mundo de la asistencia. Que viene con otras ideas, probablemente diferentes. Entonces requiere de gentes diferentes», explicó Gómez Caamaño, en línea de lo dicho el lunes por el presidente de la Xunta. Uno de los cambios que se vienen barruntando en el sector es el de Eloína Núñez, gerente del área de Santiago, y hasta hace unos días por encima de Gómez Caamaño en el escalafón. Hay otros casos menos claros. Como el de José Flores, exgerente del Sergas y actualmente al frente del área de Pontevedra. La gestión de Flores, internamente, está muy bien valorada, y se considera que ha hecho un gran trabajo en una gerencia que dio no pocos quebraderos de cabeza. Pero también sonó con fuerza como relevo de Julio García Comesaña. Una de esas quinielas que resultaron fallidas. A Luis Verde (La Coruña) pareció ratificarlo el martes, cuando dijo: «Voy a venir ya próximamente para que me explique muchas cosas». Volviendo a la comparecencia de este jueves, la primera en San Lázaro del conselleiro, añadió este, en consonancia también con el mensaje del mandatario: «Esto no es una crítica a todo el trabajo realizado previamente, en absoluto. Ha sido excepcional, y más si lo pones a bailar en un entorno totalmente hostil, como fue el de la pandemia». «Pero –y era evidente que aparecería la adversativa– son otros tiempos, y necesitamos cambiar algunas cosas. Más que nada la perspectiva», dijo. Hay una externa y otra interna, aclaró. Y acabó de apuntalar: «Lo lógico también es cambiar a las personas». Siendo su primera rueda de prensa en la sede de la consellería, Gómez Caamaño tuvo que aplicarse para trasladar por dónde van sus ideas. Que, por más que insistiera en que procede de un mundo transversal y multidisciplinar, el de la oncología, llevarán su cuño y será a él a quien se pidan cuentas. En ese afán, especificó que las diferencias que aportará, con su equipo, en esta nueva etapa tomarán cuerpo en que habrá otras «maneras de gestionar las cosas, simple y llanamente». En este punto, trató de hacer ver que es distinta la «visión» que se tiene «desde fuera» y la que da el estar del otro lado, algo que calificó de «bidireccional»: «Cuando llego aquí dentro me doy cuenta». Y, sin dar más detalles, dejó caer que «hay cosas aquí que están muy bien, que fuera no se interpretan así». Queda al albur de cada uno atar cabos y entender a cuáles de las decisiones del equipo anterior se refería. Fue más explícito al anticipar el gran campo de batalla: la Atención Primaria y la falta de plazas. «Estamos en una situación con muchas dificultades en algunos aspectos (...). Hay que pensar de una manera mas creativa», indicó. La falta de medios, vino a decir, obliga a encarar los problemas desde otro ángulo. A su favor tiene el conselleiro fama de asequible y de cohesionar equipos. Críticas del Bloque Mientras el nuevo titular de Sanidade llamaba a no quedarse solo con lo malo, y poner en valor lo bueno –como la condición de «números uno del mundo en programas de vacunación»–, desde el BNG se acusó a Rueda de tratar de «maquillar» con los cambios en el Sergas el «fracaso estrepitoso» del anterior equipo, encarnado en el «deterioro» y «degradación» de la sanidad pública, sobre todo en primaria. Que «viene a reconocer» con esta renovación, afirmó Luis Bará. Los cambios, malició, harán que «todo siga igual» o vaya «a peor».

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