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Barcelona - Las Palmas: El contraste entre Lamine Yamal y De Jong

El Barcelona llega a los 125 años de historia y el primer partido que jugará después del cumpleaños es contra Las Palmas en Montjuïc. En todo este tiempo, uno de los motivos para presumir del conjunto azulgrana es La Masia, su cantera, con camadas mejores y peores, lógicamente. La última apunta alto. Como suele pasar, es en momentos de dificultad cuando llegan los jóvenes, pero después se tienen que haber ganado el sitio y muchos de la actual plantilla ya lo han hecho. Uno es Lamine Yamal, que con 17 años no sólo es que sea titular porque es el mejor de la plantilla en su posición, es que ya es una de las estrellas. Para «Tuttosport», el diario encargado de repartir el «Golden Boy», premio a mejor joven (menor de 21 años) de la temporada, en 2024 ese «mejor» es Lamine, que lo podrá celebrar volviendo a jugar.

 

Una de las últimas imágenes del duelo de los azulgrana contra el Brest en la Champions fue, al acabar, la de Hansi Flick, el técnico, dando un abrazo y dedicándole unas palabras a Yamal, que bajó al césped. El extremo está que se sube por las paredes después de tres partidos sin comparecer, más los dos de la selección. Encuentros en los que, además, el Barça lo ha pasado mal porque en Liga sufrió el empate contra el Celta y la derrota contra la Real Sociedad. Pedri, experto en lesiones a su pesar, recomendó a su compañero que hasta que no esté seguro, no vuelva.

Pero el momento ha llegado. «Está preparado para jugar. No hemos decidido aún si desde el inicio, pero jugará [contra Las Palmas]», desveló Flick, que lleva varias semanas teniendo que contestar a la pregunta del regreso del adolescente o de si había dependencia, aunque contra el Brest el Barcelona aprendió a ganar sin él. No habla de dependencia Iñigo Martínez, pero sí explica la importancia que tiene el atacante: «Es un jugador muy desequilibrante, hace retroceder a la línea defensiva del rival, encara, saca asistencias... Genera mucho miedo, entonces es un jugador vital e importante para el equipo, lo que no quiere decir que el que salga no vaya a estar a la altura: cualquiera que salte a jugar en el Barcelona está a la altura». No son sólo, por tanto, las siete asistencias (líder de LaLiga) o los 34 regates (segundo, detrás de los 38 de Vinicius), es lo que condiciona los contrarios, que reculan o le ponen una vigilancia especial o una ayuda al lateral izquierdo.

De Jong y la confianza

El regreso de Lamine es la gran novedad en las altas del líder. Respecto a las bajas, no podrá jugar otro de los chavales que ya son fijos, Marc Casadó, por su expulsión contra el Celta, y el relevo apunta a Gavi más que a Frenkie de Jong, que parecía el hombre destinado a esa posición en el doble pivote. Está en uno de sus momentos más bajos el neerlandés desde que llegó al Barcelona, incluso ha escuchado los pitos de la grada el último día. Desde su aterrizaje en el Camp Nou en 2019 ha dado una sensación contradictoria, como que se esperaba más de él, aunque con momentos importantes. El último lo cortó una lesión. Tras un gran arranque el curso pasado, se hizo un esguince en el tobillo derecho primero y después se volvió a dañar de más gravedad en la misma zona. No ha podido debutar con Flick hasta octubre y de momento lo máximo que ha jugado en Liga han sido 45 minutos (en Champions llegó a los 68), con alguna actuación buena como en el Bernabéu, pero en general flojo. Parece más un problema de confianza, pero no ha tenido suerte: contra el Estrella Roja sufrió otro duro golpe, aunque en la pierna izquierda. Los minutos que necesita ahora no se los puede dar el entrenador. «Yo sé que es muy importante para él tener minutos, pero analizamos cada partido y ponemos al equipo que consideramos mejor porque lo importante es ganar. Por esto quizá no tiene tantos minutos como él querría o nosotros querríamos», afirma el preparador alemán. «Él volverá, seguro, estoy convencido, aunque requiere tiempo», añade.

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