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¿Cuáles son los videojuegos que han ganado el GOTY hasta la fecha en los premios 'The Game Awards'?

A una semana de los próximos The Game Awards, repasamos los títulos que han sido merecedores del premio gordo

Desde hace décadas, los videojuegos han buscado su espacio como una forma de arte reconocida, y parte de este reconocimiento se encuentra en las ceremonias que premian su excelencia. Los primeros intentos de homenajear a la industria fueron algo torpes, pero marcaron un precedente y antes de los The Game Awards tuvieron lugar distintos intentos. En 1994 se celebró Cybermania '94: The Ultimate Gamer Awards, un evento que se adelantó a su tiempo al intentar reunir a creadores y fans para celebrar los videojuegos. Conducido por personalidades como William Shatner y Leslie Nielsen, este programa televisado fracasó en términos de audiencia y no tuvo continuidad, pero puso la primera piedra para futuras iniciativas.

Ya en 2003, una nueva iniciativa tomó forma con los Spike Video Game Awards (VGA), transmitidos por el canal Spike TV. Este evento buscaba mezclar el glamour de Hollywood con la cultura gamer, otorgando premios a los títulos más destacados del año. Durante más de una década, los VGA fueron la referencia para los videojuegos, con galas que presentaban actuaciones musicales, celebridades y avances exclusivos de nuevos juegos. Sin embargo, su orientación hacia el espectáculo muchas veces eclipsaba la calidad del reconocimiento a los desarrolladores. En un intento de modernizarse, en 2013 los VGA cambiaron su nombre a VGX, adoptando un formato más íntimo y centrado en la nueva generación de consolas, pero la transición fue mal recibida tanto por los críticos como por el público. Este fracaso marcó el fin de los VGA, dejando un vacío en la celebración de la industria.

Fue entonces cuando Geoff Keighley, un periodista canadiense que había trabajado en los VGA, tomó las riendas para dar un nuevo rumbo a la premiación. Con una visión más clara y un respeto profundo por los creadores, Keighley fundó The Game Awards en 2014. Este evento no solo buscaba premiar a los mejores videojuegos del año, sino también elevar la percepción cultural de los videojuegos, considerándolos una forma de arte al mismo nivel que el cine o la música. Desde el inicio, este evento se distinguió por su enfoque en la innovación y en poner a los desarrolladores al frente, algo que marcó una diferencia sustancial respecto a los VGA. Keighley, además, aprovechó el poder de las plataformas digitales para llegar a una audiencia global, un movimiento que resultaría clave en el éxito del evento.

Los Óscar para los videojuegos

El impacto de este cambio de rumbo fue evidente desde su primera edición. Con ceremonias repletas de momentos memorables, anuncios de nuevos títulos y homenajes a la creatividad, el evento rápidamente se ganó el respeto de la comunidad gamer y la atención de medios internacionales. Su enfoque en lo digital le permitió llegar a millones de espectadores en todo el mundo, a diferencia de los VGA, que dependían de una transmisión televisiva tradicional. Esto marcó una nueva era, no solo para los premios, sino para cómo la industria interactuaba con su audiencia. Año tras año, los Game Awards se convirtieron en un fenómeno mediático, consolidándose como el equivalente a los Óscar para los videojuegos.

La popularidad del evento ha crecido de forma exponencial en la última década. En 2020, en pleno auge de la pandemia y con los videojuegos experimentando un crecimiento sin precedentes, logró un récord impresionante: 83 millones de transmisiones en todo el mundo, un aumento del 83 % respecto al año anterior. La gala de 2022, por su parte, superó todas las expectativas al alcanzar 103 millones de espectadores, consolidando su posición como uno de los eventos más importantes del entretenimiento, comparable incluso a ceremonias como los Óscar o los Grammy.

En 2023, batió nuevamente su propio récord, con más de 118 millones de espectadores, un crecimiento del 15 % respecto al año anterior. Este éxito no fue casualidad; la ceremonia ha sabido reinventarse continuamente, ofreciendo no solo premios, sino también revelaciones exclusivas, tráilers de títulos muy esperados y discursos que capturan la pasión de la industria. The Game Awards se prepara para celebrar su décimo aniversario en diciembre de 2024. Keighley ya ha insinuado que esta edición estará llena de sorpresas, con grandes anuncios y homenajes a la evolución de la industria durante la última década. La expectación es alta, y todo apunta a que el evento seguirá rompiendo récords de audiencia.

Dentro de las diferentes categorías de estos premios, ser reconocido como Juego del Año (GOTY) es más que un galardón; es un sello de excelencia que posiciona al título ganador en la cúspide de la industria. Para los desarrolladores, ganar el GOTY significa ver recompensados años de esfuerzo, consolidando su lugar en la historia del medio. Además, este reconocimiento puede aumentar significativamente las ventas y fortalecer la marca de un estudio. Aprovechando el impacto que este premio puede suponer, repasaremos todos los GOTY desde el principio de los The Game Awards, cuando se llamaban Spike Video Game Awards.

2003: Madden NFL 2004

En 2003, EA Sports lanzó Madden NFL 2004, un título que redefinió el género de simulación deportiva gracias a su innovador modo "Franchise", que ofrecía una profundidad estratégica digna de un simulador de gestión. El juego permitió a los fans del fútbol americano controlar cada aspecto de su equipo, desde el campo hasta las finanzas. Su gran novedad fue el "Playmaker Control", una mecánica que brindaba mayor flexibilidad en tiempo real para modificar jugadas ofensivas y defensivas. Este nivel de detalle le valió el Game of the Year (GOTY) de ese año, siendo una rareza para un título deportivo, algo que destacó el poder de Madden en su época dorada.



2004: Grand Theft Auto: San Andreas

Cuando Grand Theft Auto: San Andreas llegó en 2004, Rockstar Games no solo entregó un videojuego, sino un fenómeno cultural. Acompañar a CJ en su ascenso en el mundo criminal mientras intentaba reconectar con su familia y amigos era una experiencia única. ¿El gancho? Una libertad sin precedentes: desde apuestas en casinos hasta pilotar aviones. Sus tres vastas ciudades, un retrato crudo de los 90 y una banda sonora impecable lo convirtieron en una obra maestra que merecidamente arrasó como el GOTY de ese año.



2005: Resident Evil 4

Capcom en 2005 reinventó el survival horror con Resident Evil 4, llevando a los jugadores a un pueblo siniestro en España donde Leon S. Kennedy debía rescatar a la hija del presidente de Estados Unidos mientras enfrentaba hordas de infectados y criaturas grotescas. Con una cámara por encima del hombro que cambió para siempre los shooters en tercera persona, el juego equilibró tensión, acción y momentos de puro terror. Su impecable diseño y atmósfera lo elevaron al estatus de obra maestra, asegurándole el GOTY de 2005 y consolidándolo como un hito en la historia de los videojuegos.



2006: The Elder Scrolls IV: Oblivion

The Elder Scrolls IV: Oblivion llegó en 2006 para redefinir cómo se construye un mundo de fantasía. Bethesda llevó la personalización y exploración a otro nivel: cada mazmorra, cada decisión y cada rincón escondía sorpresas. Su historia principal, que enfrentaba a los jugadores a portales infernales abiertos por Daedra, era épica, pero fue el detalle en los personajes y en el entorno lo que lo elevó a una experiencia inmersiva. Este gigante del rol se llevó el GOTY de 2006 con justicia, dejando una huella imborrable en los RPG.



2007: BioShock

En 2007, 2K Games nos sumergió en las profundidades de Rapture con BioShock, una obra maestra que combinó acción en primera persona, narrativa compleja y un diseño artístico incomparable. En esta ciudad submarina utópica convertida en un infierno, los jugadores enfrentaron dilemas morales mientras luchaban contra los efectos del ambicioso uso del ADAM, una sustancia que alteraba el ADN. Su atmósfera opresiva, acompañada de un guion lleno de giros sorprendentes y la icónica frase “¿Serías tan amable?”, lo llevaron a conquistar el GOTY de 2007.



2008: Grand Theft Auto IV

Liberty City nunca había sido tan vibrante como en Grand Theft Auto IV. La historia de Niko Bellic, un inmigrante que lidia con su pasado y busca un nuevo comienzo, trajo un tono más oscuro y emocional a la saga. Cada rincón de la ciudad parecía vivo, desde los callejones hasta los rascacielos, gracias a un diseño técnico que marcó un antes y un después en la industria. No fue solo un juego, fue un retrato inmersivo de las ambiciones y fracasos del sueño americano, y su reconocimiento como GOTY de 2008 fue inevitable.



2009: Uncharted 2: Among Thieves

Nathan Drake demostró que los videojuegos podían ser tan espectaculares como una superproducción de Hollywood. En Uncharted 2: Among Thieves, las persecuciones en trenes suspendidos en abismos y los misterios de la mítica Shambhala dejaron a los jugadores boquiabiertos. Naughty Dog no escatimó en detalles: diálogos ágiles, una jugabilidad refinada y un ritmo narrativo perfecto. En 2009, nadie podía superar la intensidad y belleza de esta obra maestra que dominó los premios GOTY.



2010: Red Dead Redemption

En 2010, Red Dead Redemption nos llevó al ocaso del Salvaje Oeste, donde John Marston, un forajido reformado, intentaba encontrar redención mientras lidiaba con un mundo que ya no tenía lugar para hombres como él. Rockstar Games creó un universo donde cada puesta de sol y cada aldea polvorienta contaban una historia. La combinación de narrativa profunda, personajes inolvidables y una ambientación sublime convirtió este western en un clásico instantáneo, ganándose con justicia el título de Juego del Año.



2011: The Elder Scrolls V: Skyrim

Cuando The Elder Scrolls V: Skyrim llegó en 2011, redefinió lo que significaba perderse en un mundo abierto. Los jugadores podían forjar su propio destino, desde combatir dragones legendarios hasta convertirse en líderes de gremios oscuros. Las montañas nevadas, las aldeas vibrantes y los secretos ocultos bajo tierra daban vida a una Tamriel más expansiva que nunca. Cada elección, cada rincón explorado, hacía que este RPG de Bethesda se sintiera único para cada jugador, asegurándole un lugar eterno en la historia como el Juego del Año.



2012: The Walking Dead (Telltale Games)

The Walking Dead de Telltale Games cambió las reglas del juego con su enfoque en la narrativa interactiva en 2012. Más que un título sobre zombis, era una historia desgarradora sobre la humanidad, el sacrificio y las decisiones difíciles. Lee Everett y Clementine se ganaron un lugar en los corazones de los jugadores mientras navegaban por un mundo devastado, donde cada elección afectaba profundamente la historia. Con un estilo visual inspirado en los cómics y una trama que emocionó a millones, este título se alzó como el GOTY de 2012, demostrando que los juegos pueden ser emocionalmente impactantes.



2013: Grand Theft Auto V

En 2013, Rockstar Games lo volvió a conseguir. Grand Theft Auto V no fue solo un juego, fue un fenómeno. Tres protagonistas, tres historias cruzadas y una ciudad, Los Santos, tan detallada que parecía respirarse. Michael, Trevor y Franklin ofrecieron diferentes perspectivas de un mundo lleno de ambición, caos y humor ácido. Pero lo que realmente cambió las reglas fue GTA Online, que amplió la experiencia hasta el infinito. Este coloso del entretenimiento redefinió lo que un videojuego podía lograr, llevándose múltiples reconocimientos, incluido el GOTY de 2013 en numerosos medios.



2014: Dragon Age: Inquisition

Dragon Age: Inquisition llevó a los jugadores a un mundo dividido por la guerra y azotado por grietas mágicas que amenazaban con destruirlo todo allá por 2014. Encarnando al Inquisidor, los jugadores podían moldear su propio destino y liderar una lucha épica contra el caos. BioWare combinó exploración masiva, narrativa ramificada y relaciones profundas con los personajes en una fórmula magistral. Cada decisión tenía consecuencias, desde la política hasta el campo de batalla, consolidando este título como una joya del rol que arrasó con el GOTY de 2014.



2015: The Witcher 3: Wild Hunt

The Witcher 3: Wild Hunt no fue solo un juego, fue una obra maestra que redefinió los RPG modernos en 2015, que se dice pronto, ya que el título ha envejecido la mar de bien, también gracias as u parche next gen. CD Projekt Red ofreció una experiencia inmersiva, donde Geralt de Rivia navegaba un mundo abierto tan vivo y detallado que cada bosque, pueblo y castillo parecía tener una historia propia. Con personajes memorables, misiones que desafiaban las narrativas tradicionales y una narrativa central desgarradora sobre la búsqueda de Ciri, este título se convirtió en el estándar de oro para el género. Su triunfo como GOTY de 2015 no fue una sorpresa, sino una confirmación de su legado.



2016: Overwatch

Overwatch irrumpió en la escena en 2016 como un vendaval fresco y colorido. Este shooter en equipo, desarrollado por Blizzard Entertainment, combinó una jugabilidad rápida y táctica con un elenco de héroes tan diverso como carismático, cada uno con habilidades únicas que redefinieron el género. Más que un juego de disparos, este título celebraba el trabajo en equipo, la estrategia y la inclusión, convirtiéndose en un fenómeno cultural. Su impacto fue tan grande que no solo dominó las pantallas, sino también los esports, llevándose el codiciado GOTY de 2016.



2017: The Legend of Zelda: Breath of the Wild

The Legend of Zelda: Breath of the Wild rompió con las convenciones de su propia saga para redefinir los mundos abiertos. En esta reinvención de 2017, los jugadores acompañaron a Link en un viaje de exploración pura por un Hyrule vasto, lleno de secretos, desafíos y una libertad sin precedentes. Cada colina escalada y cada santuario descubierto se sentían como un logro personal en un mundo que respondía al ingenio del jugador. Nintendo creó algo más que un juego; creó una experiencia inolvidable que, con justicia, fue coronada como el GOTY de 2017.



2018: God of War

En 2018, God of War no solo revitalizó una saga, la reinventó por completo. Kratos, ahora más maduro y acompañado por su hijo Atreus, dejó atrás la furia desenfrenada para embarcarse en un viaje emocional y cargado de mitología nórdica. Con un plano secuencia impecable, combates viscerales y una narrativa íntima, Santa Monica Studio ofreció una experiencia que exploraba la paternidad, el legado y la redención. Este giro hacia lo personal, combinado con un diseño técnico y artístico de otro nivel, lo convirtió en el indiscutible GOTY de 2018.



2019: Sekiro: Shadows Die Twice

Sekiro: Shadows Die Twice, desarrollado por FromSoftware y lanzado en 2019, no solo se alzó con el título de Juego del Año en The Game Awards, sino que marcó un hito en la industria al redefinir los estándares de los juegos de acción y aventura. Este título, ambientado en un Japón feudal reimaginado, destacó por su desafiante sistema de combate, su narrativa profunda y su impecable diseño de escenarios. Con mecánicas innovadoras como la barra de postura y una jugabilidad que premia la precisión, demostró que los videojuegos pueden ser desafiantes sin perder accesibilidad para quienes buscan una experiencia única. Este reconocimiento catapultó aún más la reputación de FromSoftware, estableciendo un nuevo estándar en la creación de mundos inmersivos y sistemas de juego que combinan dificultad con recompensa.



2020: The Last of Us Part II

The Last of Us Part II llegó para sacudir las emociones de los jugadores como pocos juegos lo han hecho. Naughty Dog ofreció una historia cruda y valiente, en la que Ellie se embarcaba en un viaje de venganza que exploraba las profundidades de la moralidad, el odio y la redención. Con un diseño visual impactante, una jugabilidad refinada y actuaciones que parecían salidas de un drama cinematográfico, el juego dividió opiniones, pero dejó claro su impacto en la industria. Su ambición y ejecución lo coronaron como el GOTY de 2020, consolidando su lugar como una obra trascendental.



2021: It Takes Two

Lo cierto es que It Takes Two redefinió el concepto de los juegos cooperativos, entregando una experiencia creativa y emocional que solo podía disfrutarse en pareja. Hazelight Studios, liderado por Josef Fares, creó un mundo donde cada nivel era un giro sorprendente, desde rompecabezas imaginativos hasta mecánicas que exigían coordinación perfecta. La historia de Cody y May, una pareja en crisis transformada en muñecos mágicos, ofreció tanto humor como momentos conmovedores, explorando temas de amor y familia. Este derroche de originalidad y diversión colaborativa lo hizo merecedor del GOTY de 2021, marcando un hito en los juegos multijugador.



2022: Elden Ring

Ya en 2022, Elden Ring se alzó como una colosal obra maestra que llevó los mundos abiertos a un nuevo nivel. FromSoftware, en colaboración con George R. R. Martin, tejió un universo oscuro y espectacular lleno de misterio, ruinas imponentes y secretos por descubrir. La libertad total en su exploración, combinada con un sistema de combate desafiante y la profundidad narrativa característica del estudio, ofreció una experiencia única para cada jugador. Su diseño magistral y su capacidad para sorprender en cada esquina lo coronaron con el título de GOTY de 2022, consolidándolo como un referente absoluto del género.



2023: Baldur's Gate 3

En los últimos The Game Awards, Baldur's Gate 3 emergió como un titán en el mundo de los videojuegos, revitalizando el género RPG con una profundidad narrativa y jugabilidad que cautivó tanto a críticos como a jugadores. Desarrollado por Larian Studios, este título ofreció una experiencia inmersiva en el universo de Dungeons & Dragons, permitiendo a los jugadores tomar decisiones que influían significativamente en el desarrollo de la historia y las relaciones entre personajes. Su éxito fue arrollador, alcanzando más de 15 millones de copias vendidas y multiplicando por diez los ingresos del estudio en comparación con el año anterior a su lanzamiento . Este reconocimiento se reflejó en la obtención del Juego del Año en los The Game Awards 2023 y en los BAFTA Games Awards 2024 , consolidando su posición como uno de los títulos más influyentes de su generación.



The Game Awards 2024 celebrará su décimo aniversario con una gala especial el próximo 12 de diciembre en el Peacock Theater de Los Ángeles. Este evento, organizado por Geoff Keighley, se ha consolidado como uno de los más importantes del año, junto a otros como el Summer Game Fest y la Opening Night Live de Gamescom. La ceremonia será presencial, con entradas disponibles para el público desde el 1 de noviembre, y se transmitirá en vivo a nivel mundial. En España el preshow comenzará a las 01:30 hora español (CET) y la ceremonia de TGA 2024 comenzará a las 02:00 del 13 de diciembre. Es decir, durante la madrugada del jueves al viernes.

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