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Taüll: Un Tesoro Románico en el Valle de Boí

  1. Sant Climent de Taüll
  2. Santa Maria de Taüll
  3. El legado de los señores de Erill y la influencia lombarda
  4. Un viaje al pasado

En el núcleo de los Pirineos de Lérida, el diminuto pueblo de Taüll emerge como un lugar singular, reconocido por su destacado patrimonio románico. Este encantador rincón, ubicado en el Valle de Boí, recibió la distinción de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en el 2000 debido a la abundancia de sus iglesias medievales. Las iglesias de Sant Climent de Taüll y Santa Maria de Taüll sobresalen entre otras, auténticas joyas de la arquitectura y el arte románico.

Sant Climent de Taüll

La iglesia de Sant Climent de Taüll es indudablemente uno de los mayores encantos de la localidad. Esta joya del románico lombardo, establecida en diciembre de 1123, cautiva por su arquitectura modesta y refinada, además de la aplicación exquisita de la piedra en su edificación. No obstante, lo que verdaderamente la distingue es el Pantocrator, una obra de arte mural que inicialmente adornaba su ábside.

A pesar de que el original se halla actualmente en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) en Barcelona, la iglesia ha recuperado una porción de su belleza gracias a la intervención tecnológica. Un espectáculo de luces y proyecciones brinda a los visitantes la oportunidad de ver cómo se veía el ábside en su condición inicial. Este show envoltorio reproduce los vibrantes colores y detalles del Pantocrator, trasladando al público al siglo XII.

El Pantocrator de Sant Climent es una de las creaciones más representativas del románico europeo, ilustrando a Cristo en su majestad envuelto por emblemas de los evangelistas y componentes de gran significado simbólico. Su método y técnica evidencian el impacto de los maestros lombardos que dejaron su marca en el Valle de Boí.

Santa Maria de Taüll

En la plaza central de Taüll, a escasos metros de Sant Climent, se halla la iglesia de Santa Maria de Taüll, que también fue consagrada en diciembre de 1123. Este templo, de dimensiones parecidas pero con su propia personalidad, es otro destacado ejemplo del románico lombardo.

En su interior, también se trasladaron los frescos originales al MNAC para su preservación, aunque se han reproducido en el lugar a través de proyecciones digitales. Dentro de estas pinturas sobresale la Epifanía, una ilustración de la veneración a los Reyes Magos que, al igual que el Pantocrator, evidencia la habilidad técnica y artística de los artistas románticos.

El legado de los señores de Erill y la influencia lombarda

Las iglesias de Taüll constituyen una serie de nueve templos románicos en el Valle de Boí, edificados bajo la dirección de los señores de Erill en los siglos XI y XII respectivamente. Estos potentes nobles confiaron las obras a maestros lombardos, cuyo impacto se percibe en elementos arquitectónicos como los campanarios de estilo esbelto, las arcuaciones ciegas y las ornamentaciones en piedra.

El estilo lombardo une el Valle de Boí con la región norte de Italia, lugar de origen de estos constructores y artesanos. Este lazo evidencia la relevancia de Taüll como sitio clave en las rutas de los Pirineos, un sitio de tráfico y comercio cuyo nombre proviene del vasco Ata-Uli, que se traduce como "el pueblo del puerto".

Un viaje al pasado

Es mucho más visitar Taüll que contemplar su arquitectura; es adentrarse en un pasado repleto de arte, fe y costumbres. Ubicado en un majestuoso entorno montañoso, el pueblo brinda una mezcla ideal de riqueza histórica y hermosura natural.

Además, el Valle de Boí ofrece numerosas posibilidades para gozar de la naturaleza, desde senderos hasta actividades en la nieve. Taüll, con sus románticas iglesias y su encanto rural, es el inicio perfecto para descubrir esta singular región de los Pirineos.

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