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Guerra abierta entre Gobierno y Xunta: los mensajes de la crisis de los pellets

Abc.es 
Gobierno y Xunta están cruzándose acusaciones respecto a cuándo se tuvo conocimiento de la llegada de los pellets a las playas gallegas y al momento en que debió haberse activado el protocolo de respuesta para iniciar las tareas de recogida y limpieza. El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha asegurado este lunes que la primera comunicación oficial se produjo el 3 de enero , dos días antes de que su Ejecutivo activara el Plan de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Galicia (Camgal), y que hasta entonces no tenían constancia formal del origen del residuo que estaba apareciendo en los arenales. No solo eso: en esa comunicación del día 3, la Xunta descubrió que el Gobierno sabía desde el 20 de diciembre que la armadora del mercante 'Toconao' reconocía la pérdida de varios contenedores y que muy probablemente los pellets fueran parte de su carga, comprometiéndose a sufragar las tareas de limpieza. Pero la Xunta se enteró con dos semanas de retraso. Esta es la cronología de los principales momentos de la crisis. 13 de diciembre Un particular avisa al 112 Un ciudadano llama al teléfono de Emergencias para comunicar que ha encontrado un saco de pellets en la costa. El Gobierno considera que con esta llamada la Xunta ya debía de haber asumido que había un episodio de contaminación y activar los protocolos de actuación. El ejecutivo regional niega la mayor: si es un vertido que procede de aguas de competencia estatal -como este caso-, la notificación debe hacerse de manera formal y facilitando todos los detalles. Esto no se produjo. 20 de diciembre La naviera entona el 'mea culpa' El jefe del Centro de Coordinación de Salvamento (CCS) de Finisterre recibe un correo electrónico de un abogado que dice representar a los armadores del 'Toconao'. En él, admite que el buque perdió 6 contenedores el 8 de diciembre y uno de ellos «contenía pellets plásticos». Conscientes de lo sucedido, los armadores «contrataron la asistencia de técnicos especializados , con instrucciones de monitorizar su posible impacto y asesorar en las acciones que resultase necesario acometer». Fueron precisamente estos técnicos los que detectaron la llegada de los pellets a «diversas playas entre Corrubedo (Ribeira) y Porto do Son». «Es posible que éstos se correspondan con los pellets que viajaban en el interior del contenedor caído al mar», indica el abogado de la armadora, «siendo esto así, mis clientes se ponen a disposición de las autoridades competentes para coordinar las actuaciones que resulten necesarias«. El responsable del CCS reenvía este correo a sus superiores en el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), la Dirección General de Costas y la Delegación del Gobierno, pero no al gobierno gallego. 20 de diciembre El whatsapp de la discordia El Gobierno sostiene que la segunda vez que informó a la Xunta del episodio contaminante fue en una conversación del CCS de Finisterre con el subdirector de los guardacostas ese 20 de diciembre. Sin embargo, el diálogo en realidad fue un whatsapp de apenas 18 palabras y una redacción un tanto escueta: «Buenas tardes, muy probable portacontenedores que perdió 6 través de Viana el 8. Estamos en contacto con él». Esa fue toda la información facilitada hasta el email del 3 de enero. 21 de diciembre Aviso a los concellos; no a la Xunta Según la versión gubernamental, al día siguiente se convoca desde la Demarcación de Costas a los municipios afectados, a los que se les informa de la disposición de la naviera a asumir los costes de limpieza. De hecho, se traslada a los representantes municipales el contacto del abogado de la armadora, para que reclamen lo que consideren oportuno. Sin embargo, a la Xunta no se la puso al tanto de esta situación. Este lunes, al menos dos empresas estaban contratadas por la armadora para ayudar en las tareas de limpieza en distintas playas gallegas. 3 de enero Primer correo del Gobierno Pocos minutos después de la una del mediodía, el subdirector del servicio autonómico de guardacostas recibe un email del CCS de Finisterre. En él se adjunta el correo del abogado de la naviera. La Xunta alega que es la primera vez que tiene constancia formal de qué se está vertiendo al mar, de dónde procede y quién asume las responsabilidades. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 5490 Código APP El Gobierno, curiosamente, no incluye esta fecha dentro de la cronología que el pasado domingo remitió a los medios de comunicación a través de su Delegación en Galicia, y que fue facilitada nuevamente por el Miteco este lunes. Según su versión, hubo hasta cuatro contactos con la Xunta para trasladarle el episodio de contaminación: la llamada del 112, el whatsapp, una notificación a la dirección del Parque Natural de las Dunas de Corrubedo (el 26 de diciembre) y una conversación con responsables de Protección Civil como consecuencia de lo anterior (27 de diciembre). 4 de enero El pellet no se puede recoger en el mar Es la conclusión a la que llega el jefe del CCS de Finisterre en otro correo que envía ese día al subdirector del servicio de guardacostas de Galicia. Salvamento Marítimo venía haciendo «seguimiento exhaustivo de imágenes [de] satélite y vigilancia [de] áreas programadas por si realizaban detecciones» de más pellets, pero el servicio estatal no localizó carga perdida en el agua. Se analizaron hasta catorce imágenes de satélite y se realizaron cuatro vuelos, pero «ninguna de las imágenes detectó nada en aguas adyacentes a la zona costera entre la frontera con Portugal y aguas del Cantábrico». Tampoco recibió aviso alguno «de la flota que faena y navega» en la zona afectada. «A la vista de estos hechos concluyo que esta contaminación viene siendo indetectable en mar y por ello inatacable con los medios de que dispone Salvamento Marítimo », señala este jefe del CCS de Finisterre, que añade como reflexión que «el tráfico marítimo entraña riesgos que en esta ocasión se materialización en un contenedor perdido del más de un millón que transitan por nuestras costas». Es decir, el Estado se reconoce incompetente para recoger los residuos en sus aguas jurisdiccionales y deriva esa tarea a la Xunta, que tiene la competencia en aguas interiores y el litoral. Ese mismo día, el CCS reenvía a la Xunta otro correo electrónico, en esta ocasión de los propios armadores del Toconao, en el que se detalla el contenido de los contenedores perdidos en el mar: bidones de salsa de tomate, neumáticos, rollos de film transparente, pellets de plástico y dos containers de palanquillas de aluminio. 5 de enero Se activan los protocolos Apenas un día después de esta comunicación, la Xunta activa la fase de emergencia nivel mínimo del Camgal y encarga a la empresa pública Tragsa la inspección, limpieza y retirada de pellets. Inicialmente facilita una breve lista de siete municipios, indicando ya lo oportuno de disponer «de una máquina limpiadora de playas o un tractor con tamiz para la separación estequiométrica de los pellets». «Si las cantidades de impropios [pellets] son muy altas quizás sea oportuno preparar una separación gravimétrica con la incorporación de una pequeña piscina y bomba de agua para separar plásticos por flotación y áridos por decantación», añade en las instrucciones remitidas a Tragsa. Según informó este lunes la Xunta, en la actualidad el dispositivo de limpieza lo componen unas doscientas personas , repartidas por una treintena de arenales de la Comunidad autónoma, dado que hasta el momento no en todas las playas se han localizado restos. Otros ayuntamientos han optado por encargar esta tarea a sus brigadas municipales.

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