World News in Spanish

Alexandre Guimaraes y la varita nada mágica

Alexandre Guimaraes no viste de hechicero con capa, ni sombrero de pico y ala ancha, aunque algunos creen haberlo visto varita mágica en mano en su aparición en el fútbol nacional. Mago no es, ni será, aunque acude a algunos trucos bien aprendidos. Yo, que no creo más que en Merlín, Gandalf y el Mickey Mouse de Fantasía, intento detectar qué hay detrás de algunos de sus aparentes artificios en Alajuelense.

  • Ningún hechizo cambia a un jugador de casi 36 años. Celso Borges es tan lento o tan veloz como hace dos meses, pero ubicado unos cuantos metros más adelante y con un joven socio de vocación defensiva a sus espaldas, se mueve libremente, explota su técnica, sirve de pivote a zagueros y atacantes, se luce como hace mucho no lo hacía. ¿Tiene menos obligaciones defensivas? No menos, quizás, sino diferentes, en un sector más poblado, sin verse retado por rivales jóvenes en terrenos abiertos que poco le favorecen y se prestan para al pique del contención vs. el atacante.

Su labor como defensa, donde no luce mal, parece reservada a situaciones especiales, como remendar el hueco dejado en Liberia por el expulsado James.

  • Nadie aparece por arte de magia. Kevin Cabezas, sacado de la nada -o más bien de la banca-, aparece a espaldas de Celso como el obrero perfecto.
  • Agitar posiciones más que la varita. Aunque el parado del equipo en poco difiere de la fórmula Carevic, un retoque en la dinámica le cambia mucho la cara al juego manudo: jugadores como Joel, Venegas, Suárez y Mora aparecerán por un costado, de pronto por el centro y más tarde en la banda contraria. Es una Liga menos predecible, que combina ataques por el centro y las aperturas ya conocidas.
  • La magia del baloncesto. Un par de tiros de esquina ante el New England insinuaron que las jugadas de bola muerta, propias de un técnico que creció en el baloncesto, siguen siendo parte del repertorio Guimaraes. Falta que afinen el truco, en una Liga con buenos cabeceadores -como Moya, Venegas y Lesme-, buenos cobradores de faltas -como Joel, Suárez y Barrantes- y hombres corpulentos que se prestan para hacer ‘pantallas’ -como James y Gamboa-.
  • Abracadabra. Por fin Alajuelense tiene no un “9″ de área, sino dos, con Jonathan Moya y Fernando Lesme, un recurso que Andrés Carevic no logró aprovechar. Con Guimaraes, los centros se asomaron ante el New England y los goles aparecieron ante Liberia. Vaticino que el “9″ rojinegro será de mayor provecho a partir de ahora.
  • No hay pócima secreta. Un par de conceptos externados por el timonel al final del juego contra el New England revelan su intención. Guimaraes habló de “resistencia a la intensidad”. La Liga de Carevic solía mostrarse arrolladora por lapsos y vulnerable por otros. Resistir la intensidad requiere una bolsa de preparación física, un frasco de actitud y muchas gotas de aplicación táctica.

También habló de “cambios de ritmo”. Le vendrán muy bien a una escuadra que pretendía ir siempre hacia al frente, sin pausa, sin tregua, por los mismos caminos, aunque chocara una y otra vez contra la pared.

Quienes han visto en vivo Lionel Messi, saben que camina y camina, se detiene en muchos momentos como si tuviese desgano, justo antes del cambio de ritmo que provoca delirios. Con la pelota frena, arranca, amaga y vuelve a frenar. Algunos le llaman a eso magia.

Читайте на 123ru.net