Más del 80% de los turismos pueden incorporar ya la conducción autónoma de nivel 2
La falta de un marco regulatorio que permita la comercialización de vehículos más automatizados está condicionando el avance de estos sistemas en las carreteras y ciudades españolas. Es la principal conclusión de la 3ª edición del Barómetro sobre Vehículo Autónomo y Conectado, publicado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Un informe en el que además destaca que en la actualidad, el 81% de los modelos de turismos ya pueden incorporar la tecnología para un grado de autonomía SAE 2. En el caso de los turismos, el 81% de los modelos disponibles en el mercado son ya capaces de incorporar este nivel de automatización. El marco regulatorio para la conducción autónoma, en proceso de desarrollo por parte de la DGT, se encuentra en su fase final de aprobación y podría entrar en vigor a principios de 2025 . En este sentido, desde ANFAC reclaman su rápida implantación para así alinear la legislación con las capacidades tecnológicas actuales de los vehículos, y permitir el despliegue de los sistemas de conducción altamente automatizados que ya están en desarrollo. Según José López-Tafall, director general de ANFAC, «la tecnología avanza más rápido que la propia legislación. El vehículo autónomo y conectado es una oportunidad de gran valor para España y estamos a un solo paso de aprovechar todo su potencial». En la presentación de esta tercera edición del Informe también participó Felipe Jiménez Alonso, subdirector de Investigación y director de Sistemas Inteligentes del INSIA, para quien «la incorporación de sistemas de asistencia cada vez más avanzados es imparable, y su integración coordinada permite al vehículo disponer de una percepción más completa y robusta de lo que sucede a su alrededor y en su interior con lo que puede hacerse cargo de tareas de complejidad creciente de forma paulatina pero continua que favorece la aceptación por parte de los usuarios». Un avance en la implantación de sistemas de conducción autónoma ha llegado gracias a la entrada en vigor desde el pasado 7 de julio de la obligatoriedad que marca el Reglamento General de Seguridad (GSR2). Esto supone que en todas las nuevas matriculaciones los vehículos cuenten con sistemas de asistencia a la conducción ADAS como el sistema avanzando de frenado de emergencia (AEB), el sistema de emergencia de mantenimiento de carril (ELKS) y el asistente de velocidad inteligente (ISA), entre otros. Según ANFAC, así es cómo se ha logrado un notable salto y progreso con los sistemas incorporados de serie en la oferta actual, con el claro objetivo de aumentar la seguridad de pasajeros y peatones. En relación con el nivel de autonomía potencial del mercado, los resultados evidencian que el sector de turismos y de autobuses son los que está liderando el proceso, con un nivel de autonomía potencial de 3,1 sobre 5 y un 66,6% y 72,9% respectivamente de vehículos que podrían llegar a un nivel parcial de automatización (SAE 2 ó 3) si las condiciones fuesen las óptimas. En los comerciales ligeros, los resultados son un poco más discretos, con una puntuación de 2,8 sobre 5 y un 65,6% de los vehículos que podrían ofertar SAE 2 o SAE 3. Es destacable que, tanto para turismos como comerciales, más del 30% de la oferta comercial podría alcanzar un estado potencial de automatización muy avanzado (SAE 4 o 5), pues ya existen marcas con capacidad para ello. En los vehículos industriales, la automatización está en un estado menos avanzado en términos de nivel SAE potencial con respecto a los vehículos ligeros y autobuses. El nivel de SAE potencial es de 2,5 sobre 5 para vehículos industriales. Cabe destacar que, respecto al barómetro anterior, los industriales mejoran su potencial de automatización, predominando el SAE 2 y 3 con un 35,8%, frente al SAE 0 y 1 con un 30,5%, cambiando la balanza en pro de la automatización. El nivel de autonomía real para los turismos es, mayoritariamente, de SAE 2 (81% de los modelos), mientras que el máximo nivel disponible es el SAE 3, con un 18% de los modelos siendo capaz de incorporarlo. Ambos niveles de automatización mejoran respecto a las cifras registradas el año anterior. En el top 10 de funcionalidades, destacan en los primeros lugares el sistema de control de presión de los neumáticos (TPMS) (incorporado en la totalidad de los modelos, pues es obligatorio desde noviembre de 2014), el sistema avanzado de frenado de emergencia (AEB) (98,5% de los vehículos) y el sistema de advertencia de abandono de carril (LDW) (98,2%). Otras funcionalidades se encuentran en un proceso de integración elevado, estando presentes en más del 75% de los modelos. La mayor parte de los vehículos comerciales ligeros están disponibles bajo un nivel de autonomía SAE 2 (57% de los modelos), y el máximo nivel disponible en la oferta es el SAE 3, aunque solo está disponible para el 2% de los modelos. Las funcionalidades más implementadas son el sistema avanzado de frenado de emergencia (AEB) (98,1%) y el sistema de control de la presión de los neumáticos (TPMS) (90,7%) y el sistema de advertencia de abandono de carril (88,9%) (LDW). La disponibilidad de funcionalidades es algo menor que en el caso de los turismos En los vehículos industriales, la mayoría de los modelos en el mercado (71%) se pueden comprar con un nivel de autonomía SAE 2, y el máximo nivel ofertado es el SAE 3, aunque solo disponible en el 2% de los modelos. La totalidad de ellos ya incorporan entre sus funcionalidades el sistema de advertencia de abandono de carril (LDW) y el sistema avanzado de frenado de emergencia (AEB). Las siguientes más utilizadas son la advertencia de colisión con peatones y ciclistas (en el 100% de los modelos), y el sistema de control de la presión de los neumáticos (TPMS) (100%). Los autobuses más ofertados en España están disponibles bajo un nivel de SAE 1 y 2 (68% y 39%, respectivamente), siendo el único tipo de vehículo que oferta como máximo nivel el SAE 4, disponible en el 3% de los modelos. Las funcionalidades más implementadas en los autobuses son el sistema de control de presión de los neumáticos (TPMS), seguidas del detector de marcha atrás (98,3%) y el sistema de advertencia sobre ángulos muertos (98,3%).