Qué es el divorcio silencioso: el fenómeno español que va en aumento
El divorcio es una de las causas de disolución del matrimonio, junto con la muerte o la declaración de fallecimiento de cualquiera de los cónyuges, según el artículo 85 del Código Civil. Mediante este, se extingue el vínculo jurídico entre los cónyuges, que son libres de volver a casarse, al contrario de lo que ocurre con la separación. En la actualidad, para poder tramitar el divorcio no se requiere la separación previa de los cónyuges. El procedimiento puede ser judicial o notarial, y de mutuo acuerdo o contencioso.
Según el Servicio de Estadística del CGPJ, en el primer trimestre de 2024 se registraron un total de 26.106 demandas de divorcio. Cada vez son más las parejas que optan por el denominado divorcio silencioso, un fenómeno que afecta principalmente a parejas que llevan un largo período de tiempo, pero, ¿en qué consiste?
En qué consiste el divorcio silencioso
Divorcio silencioso, invisible o emocional se refieren generalmente al mismo concepto. Todos describen una situación en la que una pareja casada sigue estándolo legalmente, pero ha puesto fin a su relación emocional y generalmente física. Viven vidas separadas bajo la apariencia de una relación matrimonial normal sin el proceso formal de un divorcio legal.
Esto puede implicar vivir en la misma casa con una interacción mínima o incluso llevar vidas completamente separadas, pero manteniendo el estatus legal de matrimonio. Los términos hacen hincapié en la falta de signos externos de discordia que suelen acompañar a un divorcio tradicional, haciendo que la separación sea "silenciosa" o "invisible" para los de fuera.
Identificar un divorcio silencioso puede resultar una tarea difícil, ya que los signos suelen ser sutiles y surgen lentamente con el tiempo. Sin embargo, existen algunos indicadores clave de que una pareja puede estar experimentando un divorcio silencioso: falta de comunicación, ausencia de resolución de conflictos, indiferencia, vidas separadas y distancia física/emocional.
En qué se diferencian el divorcio y la separación
El divorcio anula el vínculo jurídico creado entre los cónyuges por el matrimonio, y una vez que la resolución de divorcio adquiere firmeza, estos son libres de volver a casarse si lo desean.
La separación, por el contrario, solo supone la interrupción de la convivencia de la pareja, aunque también produce una serie de efectos económicos y familiares regulados por el Código Civil. Pero la separación, sea legal o de hecho, no disuelve el vínculo matrimonial, por lo que los cónyuges continúan casados y no son libres de volver a casarse con otra persona.
Desde la modificación operada en el Código Civil en 2005, no es necesaria la separación previa al divorcio, ni la alegación de una causa de divorcio de entre las que contemplaba la ley, de modo que en la actualidad el divorcio es libre, y basta la voluntad de uno de los cónyuges para poder iniciar el procedimiento.
Qué es la nulidad matrimonial
La nulidad matrimonial es la invalidación de un matrimonio, es decir supone que el matrimonio nunca ha existido, ya que se han dado vicios o defectos esenciales en la celebración del mismo. A todos los efectos, los matrimonios declarados nulos no han existido, excepto para los efectos que ocupen al cónyuge que lo contrajese de buena fe, y por supuesto para los hijos si los hubiese del matrimonio declarado nulo.
La diferencia entre la nulidad matrimonial civil es que esta se tramita en un juzgado y tendrá una validez civil y la eclesiástica en tribunales eclesiásticos, y efectividad es la eclesiástica.
Algunos de los motivos que pueden llevar a la nulidad del matrimonio civil ya celebrado son: que se haya celebrado sin consentimiento de alguna de las partes, que se haya celebrado entre menores no emancipados, que alguno de los contrayentes estén previamente casados, etc.