Los 12 días que acabaron con 51 años de terror
Aunque la posición del régimen se había fragilizado en los últimos meses por razones tanto internas como externas, nadie se habría atrevido a predecir el rápido desmoronamiento del régimen sirio. La autocracia del clan Asad acusaba en los últimos meses el desgaste de una situación económica insostenible, con un aparato del Estado que se beneficiaba del narcotráfico en la región para poder seguir sobreviviendo en medio de una corrupción endémica, con un país de facto dividido en tres, y unas fuerzas de seguridad sin convencimiento alguno en continuar apoyando al dictador. Más determinante aún ha sido la incomparecencia de los grandes apoyos tradicionales de Asad: Rusia e Irán.
27 de noviembre
Comienza la ofensiva militar a partir de la ciudad de Idlib (noroeste) comandada por Hayat Tahrir al Sham, una organización nacida de los rescoldos del Frente al Nusra, a su vez antigua afiliada de Al Qaeda. A la cabeza de la rebelión se sitúa Abú Mohamed al Golani, de 42 años y antiguo mando de Al Nusra.
28 de noviembre
Las distintas facciones que protagonizan la operación se hacen con vehículos militares del régimen y un importante número de armas. Los rebeldes toman localidades como Trimbe, Dadikh, Kafr Battikh, Jobas, Shabur y Mardih, hasta ahora bajo el control del régimen.
30 de noviembre
Las facciones rebeldes comandadas por HTS entran en Alepo y se hacen con el control del aeropuerto internacional e instituciones gubernamentales. Las fuerzas del Ejército regular sirio se retiran. La ciudad, cargada de simbolismo, había sido recuperada por el régimen en 2016 gracias a la intervención decisiva de la aviación rusa.
1 de diciembre
La operación militar para derrocar a Asad tiene ecos también en el sur. El Ejército Libre de Siria, apoyado por EE UU, lanza una ofensiva sobre la localidad de Al-Tanf, situada en un punto cercano a las fronteras de Jordania e Irak. Se acentúa la contraofensiva del régimen sobre las provincias de Idlib y Alepo.
2 de diciembre
Los insurgentes continúan su avance hacia el sur y se sitúan ya a apenas diez kilómetros de distancia de Hama, cuarta ciudad en importancia de Siria.
3 de diciembre
Los rebeldes alcanzan la periferia de Hama y confirman así que la suya no ha sido una operación destinada a aumentar el espacio territorial en control de los distintos grupos islamistas y el Ejército Nacional Sirio -no confundir a los aliados de Turquía con las tropas del régimen- el avance hacia el centro del país.
4 de diciembre
La insurgencia continúa logrando avances al este de Hama.
5 de diciembre
Los rebeldes comandados por HTS se hacen con el control de Hama. Una ciudad con negras resonancias en la historia siria. La masacre de Hama, perpetrada por Hafez al Assad, costó la vida a entre 10.000 y 40.000 personas. La insurgencia anuncia que su siguiente objetivo es Homs, una ciudad estratégicamente situada entre la capital y el bastión del régimen de la franja occidental y costera (de mayoría alauita).
6 de diciembre
Las prokurdas Fuerzas Democráticas Sirias se hacen con la ciudad de Deir ez Zor -que fuera uno de los últimos bastiones del Estado Islámico- ampliando la zona bajo su control en el noreste del país. Las autoridades rusas piden a sus nacionales que abandonen el país, lo que trasluce la precariedad de la situación para el régimen.
7 de diciembre
Los rebeldes toman el control de la ciudad de Homs, tercera en importancia del país, y anuncian estar aproximándose a la capital sin resistencia.
8 de diciembre
Culmina la fulgurante operación militar con la caída de Damasco. Bachar al Assad, presidente desde el año 2000 -tras suceder a su padre, Hafez al Asad-, huye hacia un destino desconocido.