Investigadores chinos explican cómo usar submarinos con armas láser para destruir satélites como los de Starlink de Elon Musk
A estas alturas y después de la guerra de Ucrania muchos ya han comprendido que la guerra se produce a varios niveles y en varios frentes a la vez. La típica expresión por tierra, mar y aire adquiere nuevas formas con la tecnología de vanguardia. De ahí que el poder en el espacio y los nuevos avances en este ámbito sean observados con detalle. Ahora, científicos del Ejército de Liberación Popular (PLA), en un artículo publicado en la revista china Command Control & Simulation explican cómo usar submarinos equipados con cañones láser de alta potencia para neutralizar satélites de comunicación. Expertos como Wang Dan, profesor en la Academia Naval de Submarinos y líder del equipo que ha publicado el informe, ponen como ejemplo de objetivo de ataque los satélites Starlink de Elon Musk . El estudio describe un submarino con un láser que es capaz de permanecer sumergido mientras despliega un mástil óptico que apunta a los satélites, permitiendo atacar con total discreción. Y en caso de que la seguridad nacional de China se viera amenazada podrían usarse de forma masiva. Los expertos indican que es un sistema más eficaz que los que se usan hoy en día que dejan tras de sí un rastro visible de su actividad exponiéndose a represalias directas. Además, los ingenieros se enfrentan al desafío de satélites cada vez más pequeños. «En la actualidad, el principal medio de operaciones antisatélite se basa en misiles tierra-aire, pero este enfoque presenta ciertos problemas, principalmente de ocultación», afirman los autores del informe. Las estelas de humo delatan su posición. En términos generales, los misiles antisatélites son los que actualmente se emplean más y se aceleran mediante motores de cohetes. Se cruzan con la trayectoria del satélite y destruyen el objetivo en la colisión. La idea era dar con una alternativa, transformando en el proceso las estrategias de defensa espacial . Citando a Elon Musk: «A algunas personas no les gusta el cambio, pero necesitas abrazarlo si la alternativa es el desastre». Además, los autores del estudio argumentan que las armas antisatélite son cada vez más caras. Y añaden que la gran cantidad de sistemas de comunicaciones de internet situados en la órbita terrestre baja suponen un peligro para Pekín. Ese es el caso del uso creciente de Starlink en el ámbito militar, como ocurre en Ucrania. Su influencia geopolítica ha ido en aumento y la empresa estadounidense tiene ya más de 6.000 satélites funcionales en órbita para más de 70 países. «Tomando como ejemplo los satélites lanzados por el programa Starlink: son numerosos, están densamente empaquetados y son de pequeño tamaño, lo que hace que la red de satélites sea extremadamente resistente . Incluso si se destruye un número significativo de satélites, hay redundancias para reemplazarlos. Por lo tanto, utilizar misiles para atacar dichos satélites es muy ineficiente…Las armas láser instaladas en submarinos pueden resolver estos problemas«, indican. El trabajo publicado detalla que uno o varios submarinos podrían ser desplegados en una zona marítima específica, por donde los satélites pasan a su alcance. Un arma láser de fibra de clase megavatio puede extender un «mástil óptico» retráctil, mientras el submarino permanece sumergido . Después saldría a la superficie brevemente para disparar a un satélite y volver a sumergirse. Retirándose así a aguas profundas para evadir toda detección. El documento en detalle dice: «Los submarinos equipados con armas láser entran en la zona marítima objetivo de acuerdo con las instrucciones del mando y esperan a que los satélites entren en su radio de ataque. Debido a las limitaciones del equipo de detección del submarino, se requieren otras fuerzas para proporcionar orientación sobre la posición del satélite para que el submarino pueda atacarlo. Una vez completado el ataque, el submarino puede esconderse y esperar la siguiente misión o regresar al puerto de origen». Sin embargo, la necesidad de mantener el foco en un objetivo durante un tiempo plantea desafíos, más aún si se trata de cuerpos que se mueven rápidamente. Y la investigación también señala que potencialmente estos sistemas podrían ser útiles frente a los aviones antisubmarinos y los enjambres de drones. En un escenario idóneo serían capaces de llevar a cabo una operación limpia, al tiempo que sería difícil atribuir el ataque a China.