Barreras burocráticas
Uno de los principales problemas es la excesiva lentitud con la que se resuelven los trámites administrativos, desde la solicitud de una simple cita en una oficina pública hasta la resolución de expedientes más complejos, los plazos suelen extenderse de manera irrazonable. Por ejemplo, la concesión de licencias urbanísticas, que deberían de resolverse en semanas, puede demorarse meses o incluso años, paralizando proyectos vitales para particulares y empresas.