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La difícil situación de la Ingeniería en España: ¿por qué más de 200.000 estudiantes no podrán trabajar como ingenieros?

Imagine que está estudiando una ingeniería, con toda la dificultad que conllevan estos estudios, pero al terminar le dicen que no puede trabajar en lo que se ha formado. ¿Qué pensaría? Es lo que está ocurriendo en España con más de 200.000 estudiantes que salen con un grado de ingeniería debajo del brazo, según constata el Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España (INGITE), que ha hecho público un informe con el título "Análisis de los Estudios de Ingeniería en España" en el que denuncia que muchas personas están estudiando carreras de Ingeniería que no les permiten trabajar como ingenieros.

Estas titulaciones se llaman grados no habilitantes. Es decir, aunque sirven para aprender, pero no están reconocidas como "oficiales" para ejercer como ingeniero. Se trataría de títulos "más fáciles de cursar con nombres "atrayentes" que a la hora de la verdad no permiten firmar proyectos y el alumno se ve obligado a cursar más asignaturas, cuando acaba el grado (de la carrera que sí habilita para desempeñar su profesión) o bien cursar un máster.

Según el informe, este problema ha crecido mucho en los últimos años, ya que han aumentado en un 55% las titulaciones de este tipo, mientras que las carreras que sí habilitan para el desempeño de la profesión solo han crecido un 10%. Es decir, el único objetivo es dar acceso a determinados másteres habilitantes. De hecho, en los últimos 9 años han aumentado un 55,8% las titulaciones de Grado en Ingeniería no habilitantes frente a las titulaciones de grado habilitantes que lo han hecho en un 10,4%, siendo en la actualidad 520.

Así, por ejemplo, un Graduado en Ingeniería de la energía no puede firmar en la actualidad un proyecto de una instalación fotovoltaica, de baja tensión, eólica, etc..., o un Graduado en Ingeniería de automoción no puede firmar un proyecto de reforma de vehículos, o un Graduado en Ingeniería de Materiales no podrá firmar un proyecto de estructuras, según el presidente de INGITE, José Antonio Galdón. A esto se une que existen numerosas titulaciones con la misma denominación pero cursadas en diferentes Universidades, como Graduado en Ingeniería Química, Graduado en Ingeniería Mecatrónica, Graduado en Ingeniería de la Energía, que unas son habilitantes y otras que no lo son, lo que “está generando una extraordinaria confusión en la sociedad”.

Galdón asegura que las universidades muchas veces no informan a los alumnos de que los estudios que están cursando en el grado no son habilitantes. "Unas veces se hace de forma consciente para captar a alumnos, ponen al título el nombre de ingeniería y nos encontramos con titulados frustrados; otras veces se hacen a propósito grados en los que sea obligatorio cursar un máster, con lo que el alumno acaba la carrera en seis años, cuando en ningún lugar del mundo se exige un máster para poder ejercer una profesión".

“¿No sería mucho mas beneficioso para los titulados y para la sociedad que se ofreciesen títulos de Grado en Ingeniería habilitantes y generalistas, con amplios campos de salidas profesionales y posibilidad de elegir, que verse condicionados y limitados?”, se pregunta Galdón.

También se da la circunstancia de que se está permitiendo acceder a másteres a alumnos sin haber terminado el grado, lo que "distorsiona claramente con la superación de niveles académicos y el rigor y la meritocracia que deberían imperar”.

Menos estudiantes

Además, en los últimos 20 años, cada vez hay menos personas que eligen estudiar Ingeniería: las matrículas han bajado un 37%. Esto es preocupante porque la Ingeniería es clave para resolver problemas del mundo actual, como la creación de nuevas tecnologías o el cuidado del medio ambiente. Así se da la circunstancia de que en este ámbito el empleo es del cien por cien.

Una noticia positiva es que el número de mujeres estudiando Ingeniería ha crecido un 27% en los últimos años. Aunque todavía son solo una cuarta parte del total de estudiantes, este avance muestra que cada vez más chicas se animan a formar parte de este campo.

Por otro lado, cada vez más estudiantes se inscriben en Másteres en Ingeniería, programas avanzados que ayudan a especializarse. Esto demuestra que hay interés en seguir aprendiendo y mejorando.

Frente a esta situación, el presidente del INGITE, José Antonio Galdón Ruiz, piensa que España necesita una Ley de la Ingeniería para modernizar estas carreras y hacerlas más parecidas a las de otros países, como Estados Unidos o Reino Unido, donde un título de 4 años ya permite trabajar como ingeniero. También cree que es necesario enseñar más tecnología y matemáticas en los colegios e institutos para que más jóvenes se interesen por estas profesiones desde pequeños.

Galdón señala que la Ingeniería es esencial para el progreso de la sociedad. "Necesitamos más ingenieros, mejor preparados y comprometidos, que puedan ayudar a resolver los grandes retos del futuro, como el cambio climático o la digitalización", dice.

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