La turista a la que se la tragó la tierra

Abc.es 
Se la tragó la tierra, literalmente. Equipos de rescate de Malasia se han rendido en la búsqueda de una turista india de 48 años que hace ocho días cayó por un sumidero de ocho metros de profundidad abierto repentinamente bajo sus pies en una calle de Kuala Lumpur. Desde entonces, un centenar de rescatistas han trabajado sin descanso con martillos, excavadoras, extractores de agua e incluso una cámara telescópica para tratar de abrirse paso en el agujero y localizar a la mujer 'succionada', pero todo ha resultado en vano. Aparte de un par de zapatillas encontradas en las primeras 17 horas, no ha aparecido rastro alguno. Finalmente, las autoridades han decidido este domingo detener las operaciones al resultar demasiado arriesgadas para los buzos, que se han enfrentado a fuertes corrientes de agua subterránea y la presencia de escombros duros prácticamente imposibles de romper. La ciudadana india desaparecida, identificada como G. Vijaya Lakshmi, se dirigía a un templo cercano con su familia cuando el suelo se derrumbó y fue tragada por un agujero en la calle Jalan Masjid India. Hasta el lugar se desplazaron equipos con excavadoras para levantar el área alrededor del sumidero y cámaras sobre orugas para inspeccionar tuberías. Además, informa la BBC , se trataron de romper los duros escombros encontrados con chorros de agua de alta presión, ganchos de hierros y cuerdas. Los rescatistas también emplearon un dispositivo de radar que penetra el suelo para detectar cambios en la densidad del material subterráneo. Pero la operación resultó demasiado complicada. El miércoles apareció un segundo socavón a solo 50 metros del primero que, según explica un geólogo malasio al periódico local Malaysiakini , podría haber sido causado por los trabajos de búsqueda. Eso aumentó considerablemente los riesgos. En los últimos días, los esfuerzos se centraron en limpiar un tapón de 15 metros en las líneas de alcantarillado debajo de Wisma Yakin, un edificio de oficinas cercano al primer agujero. Está formado por desechos humanos, neumáticos, cabello y aceite de cocina usado solidificado, entre otras cosas. Los rescatistas aseguraron que romper los escombros solidificados era «extremadamente difícil, son como bloques de hormigón». «Incluso cuando intentamos tirar de ellos con cuerdas entre ocho personas, no tuvimos éxito», añadieron. Los buzos que bajaron a las alcantarillas tenían que luchar contra la oscuridad total y las fuertes lluvias. «Al bajar al agujero... daba mucho miedo, pero ese es realmente el deber de un bombero: tenemos que superar el miedo y entregarnos a Dios», confesó al medio local Simar Harian el bombero Alimaddia Bukri, de cuyas palabras se hizo eco la BBC . En estas circunstancias, el director general del Departamento de Bomberos y Rescate de Malasia (JBPM), Datuk Nor Hisham Mohammad, reconoció que era demasiado arriesgado para los buzos continuar con los trabajos. Ya sin esperanza, la Ministra del Departamento del Primer Ministro (Territorios Federales), Zaliha Mustafa, ha anunciado este domingo que la operación de búsqueda y rescate se ha cancelado. Los esfuerzos se detendrán a partir de ahora en los hallazgos presentados por el equipo en el lugar. «No estamos realizando la búsqueda por cuestiones de seguridad para los miembros del equipo que están desplegados, ya que existe la posibilidad de fuertes corrientes», ha reconocido. El segundo motivo es la seguridad de la zona después de que las autoridades descubrieran el segundo sumidero. «En tercer lugar -recoge New Straits Times- , necesitamos reanudar las actividades aquí lo antes posible y, a pesar de las circunstancias, no queremos comprometer la seguridad de los visitantes que pasan por Jalan Masjid India«, sostiene Mustafa. La decisión se ha tomado después de consultar con la Policía, el Departamento de Bomberos y Rescate y el Consorcio de Agua de Indah. El gobierno malasio está dispuesto a considerar una compensación para la familia de Vijaya Lakshmi, de quien es posible que sus familiares nunca conozcan su paradero. Aunque este tipo de sumideros o socavones resultan muy impresionantes, no son tan excepcionales como parece. Suelen formarse cuando el agua subterránea disuelve la roca en la superficie. Por suerte, pocas veces se cobran vidas humanas. En Canadá en 2010, una familia de cuatro personas murió después de que su casa fuera tragada por un enorme agujero cerca de Montreal. Ese mismo año, un agujero circular gigante se abrió repentinamente y se tragó tres edificios en la capital de Guatemala . Al menos dos personas fueron arrastradas a las profundidades. En 2013, en Florida (EE.UU.), un hombre desapareció en el interior de un enorme socavón , de unos nueve metros de profundidad, que se abrió en el dormitorio de su casa.

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