El desierto chileno acogerá el nuevo observatorio de rayos gamma, el primero del hemisferio sur

Abc.es 
No es el primero en su tipo, pero sí el primer observatorio espacial en su tipo en el hemisferio sur, lo que permitirá completar el mapa de rayos gamma de todo el universo y con ello obtener valiosa información de los procesos más violentos que dieron origen a la Vía Láctea. Instalado en el desierto chileno, a 4.770 metros de altura, en un lugar denominado Pampa La Bola, el Southern Wide-field Gamma-ray Observatory (Observatorio de Rayos Gamma de Campo Amplio del Sur) o SWGO, comenzará su construcción en 2026 y se unirá al Parque Astronómico Atacama que comprende otros tres observatorios ya en funciones más dos en construcción. Su diseño consiste en 3.763 estanques de agua sellados que recibirán las explosiones de astropartículas generadas de fenómenos violentos en el universo como, por ejemplo, los que suceden en el centro de las galaxias. Los destellos de rayos gamma, tras penetrar la atmósfera, dan paso a partículas subatómicas que, al ingresar a los estanques, producirán una luz de color azul (luz Cherenkov) que será detectada por sensores. Al registrarse esta cascada de partículas secundarias simultáneamente se podrá deducir la energía de cada rayo gamma y la dirección de procedencia desde su fuente cósmica. Tras descartarse otros dos países de la región, el consorcio de 15 naciones involucradas en el proyecto, y que reúne a más de 200 científicos, anunció la construcción del SWGO por un valor de 60 millones de dólares en el norte del país lo que consolida a Chile como el centro mundial de la observación astronómica. El doctor en astrofísica Bruno Dias, académico de la Universidad Andrés Bello y presidente de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) señala a ABC que la construcción del SWGO será gravitante para completar el mapa del cielo que hasta ahora ha sido observado sólo en el hemisferio norte por dos observatorios de similar tecnología ubicados en el Tibet (LHAASO) y México (HAWC). La luz tiene longitudes de ondas que no son visibles al ojo humano como los rayos UV o infrarrojos que son más energéticos que el arcoíris, aquello visible, pero los rayos gamma tienen ultra más energía que los anteriores por lo que se puede ver con ellos agujeros negros, núcleos activos de galaxias y zonas de formación estelar. «Los rayos gamma son mensajeros de información que permiten entender varios fenómenos y procesos que ocurren en el universo», aclara Dias. El trabajo del SWGO en el ámbito de los rayos gamma podrá complementar a futuro todo lo que haga un telescopio que se ubicará en el observatorio Cherenkov Telescope Array (CTA), ya en construcción en el norte chileno y que reúne el esfuerzo de una serie de universidades e instituciones españolas. Claudio Dib, académico de la Universidad Federico Santa María y representante de Chile en el comité directivo del SWGO destaca a ABC la importancia de este proyecto por ser el primero en este hemisferio. «Una de las fuentes más importantes de rayos gamma son los centros de las galaxias, y el centro de la galaxia más cercana que tenemos es la nuestra, la Vía Láctea, cuyo centro solamente se puede ver desde el cielo del sur», explica. Dib señala a este diario que, aunque el complejo estará terminado en su totalidad en 2028, las primeras observaciones ya se podrán hacer desde 2027. Las instalaciones cubrirán aproximadamente un kilómetro cuadrado de superficie a la altura necesaria para cumplir su labor porque las astropartículas casi no llegan a nivel del mar. El astrofísico precisa que se usará esta tecnología porque tiene algunas ventajas frente a los telescopios los cuales tienen un campo visual limitado y solo pueden «ver de noche cuando no hay luna ya que se encandilan, por decirlo coloquialmente». Aunque el telescopio alcanza mayor precisión y dirección, la tecnología que usará el SWGO puede detectar la cascada de rayos gamma en todo momento, día y noche, hasta con lluvia, sin importar la dirección de donde proviene porque el campo visual del observatorio capta todo lo que está en el cielo a más de 30° de elevación sobre el horizonte. Dib reconoce las dificultades que implicará tanto construir las instalaciones, cuyos estanques se llenarán con agua traída desde la localidad de Calama, como investigar a esa altura, porque el ser humano requiere oxígeno. El SWGO será el tercer observatorio a mayor altitud en el mundo siendo superado por el University of Tokyo Atacama Observatory (TAO) que se encuentra en la misma zona a 5.640 metros sobre el nivel del mar y el Atacama Large Millimiter Array (ALMA), el radiotelescopio de 66 antenas que se emplaza a 5.000 metros de altura en el Llano de Chajnantor, unos kilómetros al suroeste del SWGO. Este nuevo paso de la astronomía mundial será motivo de análisis en la Cumbre Astronómica Internacional que se desarrollará en Chile el 2030 y que recibirá a más de 3 mil científicos del orbe, considerando que para esa época el país tendrá más de la mitad de la capacidad astronómica mundial instalada y 30 naciones participando en alguno de esos observatorios. En este contexto destacan instalaciones como el ALMA activo desde 2011, el Cosmology Large Angular Scale Surveyory (CLASS) desde 2019, el Large Synoptic Survey Telescopey (LSST) desde 2021 y el Extremely Large Telescope (ELT) operativo en 2028 o el Giant Magellan Telescope (GMT) desde 2029.

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