Destraban el pago de dólares de utilidades y dividendos a través de los Bopreal
Cuando el presidente Javier Milei planteó ayer su idea de abrir "en algún momento del año" el cepo cambiario, citó como tareas previas la necesidad de "resolver el problema de los dividendos atrapados, es decir, terminar con el problema de los pasivos remunerados", es decir, seguir "saneando" el Banco Central.
Aunque esa enumeración no parecía ser una relación causa-efecto, reflejaba que horas antes, el martes por la noche, el Banco Central había tomado una decisión de peso en ese sentido.
En línea con lo que había sido un anticipo de El Cronista, el Banco Central dispuso un mecanismo para habilitar el giro de dividendos y utilidades a accionistas no residentes en el país, una posibilidad que, con diversas limitaciones está trabada hace años.
Más concretamente, este cepo, data de septiembre de 2019, cuando el Gobierno de Alberto Fernández impuso medidas cambiarias para limitar la salida de divisas y la reducción de los niveles de reservas del Banco Central.
En la salida, el Gobierno involucró a su herramienta preferida para operar la "destrucción de pesos" en la economía, ya puesta en marcha para reducir una deuda de magnitud, como es la de las empresas importadoras con sus proveedores del exterior: un activo en dólares al que se puede acceder con moneda local.
En efecto, El Banco Central confirmó el mecanismo con el cual apuntará a la normalización del giro de dividendos a las empresas extranjeras, a través de permitir el acceso a Bopreal para cancelar esos pasivos, bonos en dólares.
La autoridad monetaria difundió el mecanismo a través de la circular A 7999 del 30 de abril, en la que dispuso que, en relación con las utilidades y dividendos pendientes de pago a accionistas no residentes, podrán suscribir esos títulos.
El Gobierno involucró a su herramienta preferida para operar la "destrucción de pesos" en la economía, ya puesta en marcha para reducir una deuda de magnitud, como es la de las empresas importadoras con sus proveedores del exterior: un activo en dólares al que se puede acceder con moneda local.
La semana pasada, al concluir una magra licitación de la 3° serie del Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), el Central confirmó el adelanto de El Cronista de que estudiaba permitir el acceso a quienes adeudan utilidades y dividendos a accionistas no residentes o casas matrices.
La cifra de esas deudas no está precisada, pero se estima que va hasta los u$s 7000 millones. La dosificación de esos giros es uno de los puntos de fricción con las firmas extranjeras y también una parte del cepo cambiario.
Según la reglamentación, el acceso a los Bopreal también será para aquellos no residentes que cobraron en pesos las utilidades y dividendos y que no las pudieron girar al exterior a partir de septiembre de 2019, y que a los fines de participar en la compra podrán actualizar las cifras según la evolución del IPC desde el momento de la decisión de distribuirlos por la asamblea de accionistas.
Sobre esa situación -que los pesos hayan sido provenientes del cobro de utilidades y dividendos y estén alocados en cuentas a nombre del accionista- pondrá foco el Banco Central, que dispuso requisitos de declaración jurada.
Afectados
De acuerdo con cálculos del mercado, empresas de origen chino y también automotrices son las principales afectadas por la imposibilidad de girar dividendos u utilidades.
Pero, durante estos años, las empresas encepadas con pesos dispusieron esos fondos en forma de inversión.
Su giro a través del contado con liquidación las sacaba del acceso al MULC por lo cual tampoco era un canal disponible.
Bancos con régimen propio
Otros perjudicados fueron los bancos, a quienes el BCRA les habilitó un canal especial para el giro de utilidades. Recientemente, había autorizado el pago de dividendos en seis cuotas, pero ahora, a través de la comunicación A 7997, informó que podrán realizarlo en tres cuotas.
Pero, además, si el accionista no residente quisiera cobrarlo en una sola cuota en efectivo, se le permitirá presentarse en la licitación primaria de Bopreal.
Sobre esos bonos, regirá una especie de parking para evitar ser vendidos y liquidados en el exterior: el 30% antes de los 30 días y el resto, durante dos meses.
En cambio, podrán ser aplicado para otras operaciones, como ser garantías de financiaciones que requieran de entidades financieras o en el mercado de capitales.
Para los bancos del exterior accionistas de entidades argentinas, los endulza con el hecho de que no afectará las posiciones de moneda extranjera.