La deriva de la pérdida de libertades en España
La democracia, término que se atribuye al ateniense Clístenes , aparece en civilizaciones antiguas. Sus acepciones son muchas. En todo caso un Estado Democrático debe ejecutar políticas públicas, mediante el conjunto de sus instituciones, que sirvan a todos ciudadanos por igual de forma eficaz y eficiente. Los antiguos, y desde siempre ha habido pensadores reflexivos y críticos que estudiaban sobre cómo poner freno al poder de quienes custodian el Estado. Al respecto, Aristóteles (384-422) en su «Política» escribe sobre la libertad fundamentada en la igualdad. Las ideas de san Isidoro (580-633 S.VII) acerca del tiranicidio prenden en Juan de Mariana (1536.1624), quien puntualiza que el poder político debe su presencia y subsistencia a la existencia de las sociedades, a las que se halla ligado inexorablemente, pues depende de ellas. Para Mariana, el Príncipe es un servidor del pueblo, es su depositario, si no cumple con sus obligaciones se le pueden invitar a que lo haga, y si persiste en sus errores se le puede deponer, e incluso ejecutar en nombre del pueblo. Las teorías de Guillermo de Ockham (1285) o de Marsilio de Padua (1275) reflexionan y programan sobre los fundamentos del poder y la soberanía en el pueblo. Dante Alighieri (1265- 1321), por su parte, propicia una monarquía espiritual al estilo de Marsilio y Ockham. En cuanto a la importancia del Derecho, Kant (1724-1804) escribe que la libertad de cada cual ha de ir en concordancia con la libertad universal del resto. El común de los regímenes populismos es ser omnímodos. La amoralidad y falta de escrúpulos en mentir y utilizar el bien común y la propia democracia. La permanencia «sine die» al mando de un estado sin oposición, con un ejército corrupto que no representa a la ciudadanía ni a sus derechos sino a un amo, relacionado, antes o después con el narcotráfico, países fundamentalistas, terrorismo, con gobiernos que torturan o asesinan a las personas que eligen vivir de manera diferente, gay, mujeres, opositores y críticos, de quienes han aprendido sus prácticas para pervivir sin control alguno. El resultado de estos regímenes, piénsese en Irán , países árabes, China , los estados latinoamericanos o africanos, etc. son Estados fallidos, donde los gobernantes son inmensamente ricos mientras que la población vive miserablemente. En los estados gobernados por el populismo no existe ni se persigue crear una infraestructura de estado, empresas, trabajo, ni una clase media amplia, propia de los países democráticos. Hay pobreza, jóvenes sin perspectiva, maras, cárceles para los disidentes, tratas, polarización, inseguridad, gobiernos ligados a las redes de los narcotraficantes. Estos estados la ciudadanía vive entre la miseria, la represión, la nada, y una pequeña oligarquía millonaria ligada a la presidencia. En este tipo de gobiernos los medios de comunicación no afines, críticos, se hayan excluidos cuando no perseguidos. Ningún gobierno democrático debería tener medios de comunicación afines . Los regímenes populistas se caracterizan por intervenir o copar instituciones del Estado de manera más o menos solapada, de destruir el Estado de Derecho mediante la liquidación de la separación de poderes. Intervenir las empresas que recuentan los votos electorales, correos, los medios de comunicación, la fiscalía del Estado. Y finalmente los gobiernos de signo populista se adueñan de la justicia ejerciendo el control judicial. En un estado democrático, libre, el garante judicial, independiente, ha de ser el control de las acciones de presidentes o gobiernos en un sistema democrático. Desafortunadamente, en el Gobierno de España se escuchan voces en este sentido. Se está pidiendo desde el mismo Gobierno cercenar a la Justicia además de coparla para liquidar la crítica y que el estamento judicial no pueda intervenir en sus posibles malas praxis, sino colocar al frente de la justicia, únicamente a jueces afines mientras se enarbola la bandera del progresismo. Lo mismo con los medios de comunicación no afines que sacan a la luz prácticas no éticas o ilícitas. En España el sistema democrático, se halla en crisis . Es muy joven aún, prueba de ello es la ley que hace referencia a la inviolabilidad de los presidentes en cuanto a la libertad de expresión, la impunidad con que los gobiernos pueden actuar de manera inmoral a su favor, la de familiares, su gente de confianza, etc., con la administración, cosa que es impensable en países con una democracia más asentada como la inglesa. Se está pidiendo desde el mismo Gobierno cercenar a la Justicia además de coparla para liquidar la crítica y que el estamento judicial no pueda intervenir en sus posibles malas praxis Se manosea los términos de derecha, izquierda, etc., en realidad, razonamiento, argumento, buen fin, como simple arma arrojadiza con la que se intenta abatir al contrario sin causa, un razonamiento, ética y otras. Se sirve deseos vocablos, que es lo que son, para señalar, estigmatizar, al más estilo burdo con sambenitos o cruces gamadas. Algo similar ocurre hoy con el término fascismo , del que se hace una frívola atribución, o con la palabra progresismo, utilizada, al igual que el victimismo a manera y estrategia de los gobiernos y dictaduras autócratas. Peligrosamente, políticos, o expolíticos españoles han tenido y tienen conexiones con gobiernos populistas inmersos en el mundo del narco, con lo que obtienen beneficios de toda índole, fundamentalmente económicos. Las conexiones y relaciones que en los últimos años mantienen los gobiernos españoles, populistas en el gobierno o independentistas, con países autócratas como la URSS , fundamentalistas como Irán, Venezuel a, Bolivia, populismo argentino de Kirchner, etc, tienen que ver con perniciosos modos antidemocráticos, no resultan casuales, y habrían de hacernos reflexionar. Un ejemplo de pérdida de la progresiva pérdida de libertades en un estado democrático es por ejemplo el proceso que se siguió en Venezuela donde tras ser investido el presidente Chávez , tras unas elecciones democráticas, comenzó por abolir el senado con lo que consiguió alargar su mandato. A continuación colocó bajo su control el CNE, el Consejo Nacional Electoral. Al cabo de poco tiempo su objetivo se centró en el control del poder judicial, para ello el gobierno declaró una crisis del poder judicial que tuvo como consecuencia la destitución de un centenar de jueces. Siguió la disolución del órgano superior de justicia, la Corte Suprema. A la par acaparó los medios de comunicación. Intervino la televisión estatal sirviéndose de ella como aparato personal de propaganda e intensificando la presión sobre los medios de comunicación opositores a los que hostigó en juicios disuasorios, motivo por el que tuvieron que huir del país. Algo similar ocurrió con los 200.000 vascos huidos a causa de los asesinato s, amenazas, impuestos revolucionarios, etc., o los expulsados de la comunidad catalana por el cerco a sus negocios, xenofobia, educación excluyente, hostigamiento a políticos, subvenciones perniciosas, etc. El deterioro progresivo y secuestro de las instituciones y del Estado se remonta a los tiempos de la Constitución de 1978. Los independentismos obstaculizaban un acuerdo que hiciera posible realizar el tránsito a la democracia. El deterioro progresivo y secuestro de las instituciones y del Estado se remonta a los tiempos de la Constitución de 1978 Los «padres de la democracia» con buena intención, tuvieron una difícil contienda para que el tránsito de la democracia a la dictadura tuviera lugar, salvar los escollos de la ETA , sus asesinatos, torturas, secuestros, los impuestos revolucionarios. Como consecuencia de ello 200.000 vascos se vieron obligados a huir del País Vasco. Junto al independentismo de ETA, parejo, victimista y pedigüeño, de igual identidad, la presión del independentismo catalán , en su estrategia, venía realizando un una burda manipulación histórica desde la «Renaixença». DE manera que mediante el terror y la extorsión, los independentistas vascos y catalanes impidieron que los españoles tuvieran los mismos derechos, social y económicamente, también culturalmente. Pues se aceptó el chantaje que suponían las reivindicaciones independentistas, obtener para sí, fueros especiales y privilegios, estableciendo desequilibrios, desigualdades, pérdida de derechos; de manera que ciertas comunidades consiguieron una serie de competencias, fundamentalmente económicas, fiscalidad, justicia, policía autóctona, etc., y otras no, El independentismo se ha valido de la democracia, del respeto a las lenguas de los ciudadanos españoles, en su talante generoso y liberal, cultura, de sus valores y pensamiento. También, a fuerza de su maniqueísmo de la izquierda desde hace años, para efectuar un activismo atroz, censor, plagado de desprecio, escarnio, victimista burla hacia el otro, en referente a lo español y a España , al amparo incisivo de los medios de comunicación; controlados en su totalidad por el independentismo. En cuanto a la educación, el independentismo se ha hecho con su control en las comunidades bilingües desde hace décadas. La educación y la servidumbre de la lengua en su instrumentalización, han constituido la clave para blanquear el engaño, la manipulación histórica, es decir la verdadera ideología xenófoba del independentismo. El independentismo ha tergiversado la historia. Su razón de ser xenófoba y antidemocrática, narcisismo, una nociva exaltación ultra-patriota que tiene como objetivo la liquidación del Estado español a la par que el aprovechamiento de éste, son en parte sus motivaciones. La acción que viene perpetrando desde hace décadas ha conseguido vulnerar los derechos de los españoles, subvertido la propia democracia desde sus cimientos. El independentismo ha tergiversado la historia. Su razón de ser xenófoba y antidemocrática, narcisismo, una nociva exaltación ultra-patriota que tiene como objetivo la liquidación del Estado español La generosidad, la empatía española, el espíritu libre y democrático de la ciudadanía, ha sido utilizada por el independentismo como medio para sacar su propio beneficio. Los fueros, a los que se alude, representaban un pacto entre el rey y los pobladores de un lugar, ciudad o reino en otros tiempos. Tuvieron reinos en territorios y pueblos de todas las épocas y lugares en España. Álava, Guipúzcoa o Vizcaya , pertenecieron, según en el tiempo al reino de Navarra, al de la Rioja o al de Castilla. Las fronteras han sido cambiantes a lo largo del tiempo. Lejos de la imagen que proyectan Álava o Guipúzcoa, éstas nunca han sido un territorio aislado del resto de regiones españolas. El hecho de denominarse País Vasco, es un invento, una extorsión a quienes intentaban, en buena lid, el paso de una dictadura a la democracia. Cataluña nunca ha sido, históricamente soberana. En principio era un pequeño poblado que aglutinó con el tiempo ciertos condados independientes, al frente de los cuales se encontraba el conde de Barcelona, perteneciente al reino de Aragón. Lérida o Tortosa . Los de Lérida defendían y los de Tortosa, pertenecían, al igual que los zaragozanos al reino Aragón. La carta de Pedro IV, así lo confirma. Del mismo modo que Álava o Guipúzcoa pertenecieron durante siete siglos a Castilla. La historia ofrecida por el independentismo es omisión, ocultamiento, embuste y censura. El fuero al que aspira Cataluña es ilícito además de inmoral, lo mismo que el cupo vasco, pues supone una concesión singular tributaria y financieras. Una excusa, la prerrogativa con objeto de expoliar el patrimonio al resto de españoles. De ahí rentas per cápita más elevadas, etc. Los dirigentes de la ETA, hoy, lejos de ser ciudadanos compasivos por sus asesinatos, lejos de abandonar la política, siguieron y siguen en activo, blanqueando su hacer, con otras siglas. La realidad es que son ciertos dirigentes de ETA , los que gobiernan en los ayuntamientos, los que tienen en su haber ser procesados por delitos de sangre, en la sombra o no, los que se encuentran al frente de la comunidad vasca. La creación de una Memoria Democrática arbitraria que saca a la luz, de manera distorsionada y unilateral, un pasado intencionadamente para provecho propio, es un urdid, pues la memorial es de cada cual, a cada quien le importan sus muertos.. En esta memoria se utiliza la Guerra civil española para ensalzar a unos y condenar a otros con la que borrar y adulterar la historia de España, entre otras la de ETA. La Memoria Democrática consiste en una falsedad histórica. En hacer de una contienda, tan triste como una guerra civil , de las matanzas en sus preludios un instrumento de polarización, enfrentamiento y crispación entre la ciudadanía. La realidad es que la Memoria Democrática, que se enseña en escuelas y universidades, tiene la intención de blanquear los asesinatos cometidos, entre otros los acaecidos de antes de la guerra civil por el bando republicano, los cometidos por las checas en la zona republicana, y otros. Ya que el bando republicano, se detenía por igual, interrogaba, torturaba, juzgaba de forma sumarísima, y ajusticiaba, al margen de la ley, a sospechosos de simpatizar con el bando sublevado. El régimen jurídico de un Estado democrático no debe permitir que los gobiernos acumulen poder de manera que colonicen las instituciones. En ese caso el Estado se convierte en una estructura patrimonial al servicio del gobierno de turno, que se sirve del Estado y sus instituciones democráticas como herramienta política para perpetuarse. El régimen jurídico de un Estado democrático no debe permitir que los gobiernos acumulen poder de manera que colonicen las instituciones Las posibles aspiraciones de un gobierno o presidente a controlar el cuerpo judicial, deben ser radicalmente hendidas y punidas dada su importancia, pues pervierte los cimientos democráticos. Un gobierno, presidentes o partidos de cualquier signo, no pueden reemplazar al sistema judicial, pues no es esa su función, que debe ser la de un exclusivo buen gestor que atienda ética y democráticamente a la ciudadanía. En este caso se vulnera y actúa en su interés, no como servidor público sino actuando perniciosamente en contra de la ciudadanía vulnerando el principio de la legalidad del Estado de derecho. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue reivindicada entre otros por Erasmo de Róterdam o por la revolución francesa de 1789, aunque a ésta le siguió el régimen de Terror, bajo sus mismas siglas. Maruxa Duart Herrero. Doctora en Historia