El guardia que nunca podrá andar
La coincidencia temporal de varios hechos sin conexión aparente pueden configurar un relato de los que te pellizcan la barriga hasta provocarte la mayor de las arcadas. La realidad frente al oportunismo político; el ejemplo doloroso de un servidor público frente a la torpeza sin justificación alguna de quien fue designado por el dedo divino partidista para dirigir la política judicial de un país que atraviesa su peor momento político en cuanto a la calidad y altura de sus máximos exponentes. Esta semana le han dado de alta a Alberto, un joven agente de la Guardia Civil que se dejó el futuro de su carrera profesional en la cuneta de la autopista AP-4 el pasado mes de marzo. Integrante del... Ver Más