Laura Baena, de Malasmadres: «Necesitamos vivir la maternidad, no sobrevivirla»
Las madres no lo tienen fácil. A pesar de que la ciencia ya ha demostrado que la maternidad cambia totalmente el cerebro de la mujer, la sociedad sigue funcionando como si nada pasara cuando la realidad es que la conciliación no existe. De hecho, el 85% se ha sentido sola desde que es madre por no contar con los apoyos necesarios para conciliar , tal y como desvela la encuesta 'Sin madres no hay futuro', elaborada por la Asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres, cuyos resultados se han dado a conocer este martes en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid. Cabe recordar que, en nuestro país, la mayoría de las excedencias se las cogen ellas. Por tanto, es más que evidente la falta de medidas para la conciliación y redes de ayuda a la maternidad, con su consiguiente impacto directo en la bajada de natalidad. Noticias Relacionadas estandar Si Estas son las oposiciones preferidas de las madres que desean conciliar Laura Peraita estandar No María Velasco «¡Qué tontería es esta de creernos que podemos trabajar fuera de casa, dentro y estar perfectas!» Laura Peraita La encuesta, realizada entre el 19 y el 27 de febrero entre 18.000 mujeres, ha querido ahondar en cómo se sienten las féminas cuando se convierten en madres , lo que se traduce en una falta de acompañamiento que les hace sentirse solas y renunciar a su carrera profesional. Maite Egoscozabal , socióloga y experta en conciliación del equipo del Club de Malasmadres, ha explicado cuáles son las claves de esta situación: «Hablamos del diamante del cuidado, compuesto sobre cuatro puntas: el estado, el mercado, la sociedad civil y la familia. Todos son claves para mejorar la situación». «El problema -ha continuado- es que el peso de cuidar recae sobre la familia». Así, el 87% ha renunciado a algún aspecto de su trayectoria profesional , ya sea perdiendo salario, rechazando oportunidades laborales o cambiando de empleo. «No llegamos a todo y eso afecta a la salud mental», ha dicho Egoscozabal. «Nos obligan a coger la reducción de jornada porque no tenemos tiempo para cuidar. La rigidez del sistema laboral no nos permite cuidar», ha dicho. Asimismo, rechazar puestos de responsabilidad o cambiar a un puesto de trabajo con horarios que permitan conciliar son situaciones que han vivido el 21% y el 20% de las mujeres, respectivamente. Los datos también desvelan que 6 de cada 10 empresas en las que trabajan las féminas no ofrecen conciliación. Así, no se sienten acompañadas pero sí sienten de cerca a la familia, especialmente a los abuelos, que son fundamentales para el 71% de las encuestadas. Además, la mayoría de las encuestadas afirman que tendrían más hijos si contara con mayor acompañamiento para cuidarlos. Más allá de la ayuda familiar, 6 de cada 10 madres desconocen si hay servicios públicos de cuidado en su municipio o barrio. Tan solo el 17% reconoce haber accedido en alguna ocasión pero al 73% les gustaría contar con un servicio que le ayudara a cuidar a sus hijos o hijas en momentos puntuales». Según Laura Baena , presidenta de la Asociación Yo No Renuncio y fundadora del Club de Malasmadres, el Día de la Madre «hay que seguir celebrándolo porque de lo contrario seremos invisibilizadas. Tenemos derecho a cuidar y a ser cuidadas» aunque «estamos en una sociedad que niega el futuro a las madres, se pierde la identidad de las mujeres cuando llega el tsunami maternal». De hecho, es muy habitual que las mujeres escuchen frases tipo «ya no vales», «cómo lo vas a hacer», «mejor tómate un tiempo», «busca otro camino, es por ti»... Para Baena, es clave poner el foco en las redes de cuidado formales e informales; en el ámbito social, «pues no sólo es algo que afecte a las familias sino a empresas y gobiernos». «Es importante decir que sin madres no hay futuro. De hecho, ahí están las tasas mínimas de natalidad, el retraso de la maternidad y la renuncia a ser madre -ha continuado-. Se nota la soledad en las palabras que nos hacen llegar las madres. Necesitamos vivir la maternidad, no sobrevivirla». Impacto en la salud mental El precio de no contar con apoyos a la hora de conciliar es muy alto para las madres: el 52% argumentan haber tenido que renunciar debido a la sobrecarga de trabajo, por no poder llegar a todo y cuidar de su salud mental . Además, 2 de cada 5 mujeres no pueden asumir el coste que suponen los cuidados puntuales y no les compensa pagar servicios o escuelas infantiles que los atiendan. Es decir, acaban renunciando para cuidar. Por este motivo, la Asociación Yo No Renuncio recuerda la necesidad de implantar la gratuidad de los servicios de cuidado para que no se produzca una brecha social entre aquellas familias que pueden y las que no porque esto nos lleva a seguir perpetuando «la conciliación como un privilegio pagado», tal y como ha puntualizado Baena. ¿Tiene futuro una sociedad así? «Detrás de estos números hay mucho dolor», ha asegurado Andrea Ros, actriz y divulgadora perinatal, en una mesa debate posterior a la presentación de los datos en la que, junto a Baena, también han participado Aina Calvo Sastre, secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las mujeres; Nuria Labari, periodista y escritora; Ana de Miguel, filósofa. Ros ha señalado los problemas de salud mental en las mujeres, que «impactan en el desarrollo de las criaturas si somos infelices, estamos sobrepasadas, etc. Pero, además, es que se perpetúan los roles de género». Por ello, ha asegurado que «ser cuidado es un derecho pero el poder cuidar también». «Hay futuro pero también mucha tarea», ha asegurado Calvo Sastre. «Pero he de recordar que la conciliación sin corresponsabilidad no es posible y tampoco la igualdad -ha añadido-. Tenemos que avanzar mucho en las leyes pero también en alianzas público-privadas. Es fundamental estimular a las empresas para que no vean esta realidad como una carga sino como un incentivo porque cuando la mujer deja de estar, perdemos talento. Los datos de la EPA sobre el abandono de la mujer del mercado laboral deben ponernos en alerta y, especialmente, a los hombres, que deben pasar al cuidado activo. Todo ello requiere de mucha educación y sensibilización». Ana de Miguel, sin embargo, se ha mostrado más pesimista: «¿Por qué va a cambiar esta tendencia si no lo ha hecho ya?». La experta ha puesto en valor los datos de la encuesta, «y nos deben hacer pensar que tener hijos no es optativo: es la necesidad básica del ser humano. Si no tenemos descendencia, vamos a poner fin a la aventura de la humanidad». Nuria Labari ha apostado por «visibilizar lo femenino, que está aniquilado. Por ejemplo, las salas de lactancia en las empresas. Estamos aún muy lejos y hay que derribar muchos prejuicios». MÁS INFORMACIÓN noticia Si Estas son las oposiciones preferidas de las madres que desean conciliar noticia No Bonbon Reich, influencer: «A mi marido nunca le preguntan: '¿Qué haces con tu hija cuando viajas?'» noticia No Las madres piden más ayuda psicológica en el posparto noticia No El 73% de las madres españolas asegura haber sufrido presiones durante la maternidad noticia No «Es muy liberador decir 'yo, a la madre perfecta, renuncio' y aceptar que llegas hasta donde puedes» Por todo ello, la Asociación Yo No Renuncio ha presentado nueva campaña: 'Las Malasmadres no queremos flores, queremos leyes», con el objetivo de conseguir que sus 13 propuestas para la mejora de la conciliación y el apoyo a la maternidad se conviertan en leyes. Entre ellas destaca «la necesidad de que se amplíen los permisos de nacimiento mínimo hasta las 24 semanas, unos permisos que llevan congelados ya más de treinta años», tal y como comenta Laura Baena. La petición ya ha sido firmada por 8.000 personas y se puede apoyar entrando en lasmadresqueremosleyes.com .