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Patios de Córdoba: Regina y Realejo, el arco iris que estalla en los pequeños detalles

Abc.es 

Más que bosques formados con árboles, los Patios de Córdoba son selvas o mosaicos de especies, y hay a veces que detenerse, disfrutar un poco del deslumbramiento del conjunto y mirar en lo pequeño, disfrutar de lo singular , evitar los colores y encontrar aquello que los hace distintos. Mucho más sencillo que hacer fotos, pero más gratificante. La ruta que se llama Regina-Realejo es una de las más intensas del certamen precisamente por su longitud, que recorre la Ajerquía Norte como un nervio entre sus barrios antiguos, y hay que desviarse en calles de un solo paso para encontrar los recintos. Valen las visitas y vale también el recorrido . Arranca cerca de San Pablo, en el patio de recibo de Santa Marta , que la hermandad de la Misericordia se encarga desde hace algunos años de abrir, cuidar y decorar mientras en el interior las religiosas jerónimas siguen con su vida contemplativa de oraciones y de trabajo. Noticia Relacionada Mayo Festivo vertical No Fotos: los Patios en la ruta de Realejo a Regina Valerio Merino El camino esconde recintos muy antiguos donde la arquitectura brilla tanto como las flores Siempre estuvieron allí los naranjos y limoneros, pero ahora se han desbordado los colores con las sulfinias, los geranios y las gitanillas , y hay un toque costumbrista en los cuencos de barro en que se han depositado las frutas de los árboles. En torno a la portada renacentista de la iglesia hay un jazmín de los llamados chinos o de leche, y en la fuente, calas con la blancura de su majestad, mientras los pies se acostumbran al bolo cordobés de ese lugar atrapado en un tiempo distinto al del mundo que sigue bullendo alrededor. Los visitantes dejan en un cuaderno sus impresiones de la visita que al final de todo leerán las religiosas, y los pies se tienen que encaminar más tarde hacia Pedro Fernández , donde las flores reciben desde el mismo balcón y visten a toda la calle del ambiente que llegará luego. A pleno sol se llega al patio y allí, con su solería de azulejos , el color se abre como en un arco iris de detalles. Dice su propietaria, Ana Balbuena , que el patio debe estar limpio y cuidado , además de florecido, y por eso se han encargado, ella y su marido, de que la cal reluzca y de que el suelo esté impecable. Después llega el fijarse en las lobelias azules , que este año ha incorporado a su amplio repertorio, pero también en los amarilis , popular y maliciosamente 'la suegra y la nuera' , porque son dos flores que crecen dándose la espalda, aunque ambas son hermosas en los colores y en el tamaño. Sitios antiguos Las azucenas son las flores de la Virgen, por muchos años llegaban para el 13 de mayo, pero esta vez se han adelantado y ya están abiertas como signos de pureza. Los visitantes tienen cuidado con no dañar tanta delicadeza y los niños después buscarán los detalles: un lagarto rojo, un perro y todo aquello que les sirva para un juego en que sólo tendrán que utilizar los ojos. La ruta después mira a la arquitectura y a los detalles en patios antiguos . El de la calle Diego Méndez tiene un rico pasado como un edificio lleno de historia en que habitaron muchas familias, y cada cierto tiempo llega quien tiene recuerdos o los escuchó de sus padres. Están insertos en las galerías superiores, en las vigas de madera y en su estructura de casa de vecinos, porque de allí vienen los patios. Mira al origen con los mantones de manila, la guitarra , el gramófono auténtico y la máquina de escribir, y en sus macetas no faltan las gitanillas, los geranios y las plantas más tradicionales. Noticia Relacionada Mayo Festivo estandar No Cuáles son las mejores horas para visitar los Patios de Córdoba sin esperar Davinia Delgado Los recintos han recibido hasta el momento más de 300.000 visitas en apenas cuatro días Huele a comida y a la vida que nunca dejó aquel lugar junto a la plaza de Regina y allí nota el que pasea que los Patios de Córdoba serán colores, plantas, cuidado y primavera, pero también testimonio de la vida de las personas que mantuvieron los edificios con vida. Habrá que seguir andando después en busca de la calle Pedro Verdugo, que tiene otro recinto antiguo, con un pozo árabe al que se asoman los visitantes como queriendo escrutar el lugar desde el que brota el agua. Tiene también vigas antiguas y columnas metálicas, y la propietaria se emplea en el cuidado de las plantas más tradicionales y de los detalles. Por eso encima de una mesa de mármol, que a su vez se sostiene en una máquina de coser antigua, y encima una delicada orquídea , casi exótica en esos lugares en que lo castizo y lo tradicional son la mejor forma para llenarlo todo de belleza. Jazmines y limones en el patio de recibo de Santa Marta VAlerio Merino Termina la ruta en la calle Escañuela , junto a San Lorenzo, en el patio que cuida la asociación Amigos del los Niños Saharauis, y que comienza como calle estrecha y termina en plaza ancha y sitio de encuentro. Hay en las paredes un muestrario de variedad y conforme se avanza alguna sorpresa. Los visitantes pueden encontrar un jazmín con forma de copa de árbol, que crece alrededor de un tocón que quedó sin vida, y que en verano debe de ser todo un lugar de fragancia. Brillan los naranjos, lucen las crasas y la buganvilla, quizá por alguna poda necesaria, no deslumbra esta vez con su color intenso, pero todo se andará.

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