EE.UU. sube los aranceles sobre importaciones estratégicas chinas y escala la guerra comercial
Las medidas destinadas a proteger el empleo estadounidense forman parte de la campaña de Joe Biden, que busca el votos de las zonas industriales.
La Administración Biden ha decidido subir fuertemente los aranceles a las importaciones procedentes de China, incluidos los vehículos eléctricos, las baterías y los chips, en un esfuerzo por proteger el empleo en Estados Unidos de cara a las elecciones de noviembre.
La Casa Blanca declaró que la medida estaba "dirigida a sectores estratégicos", como el aluminio y el acero, los minerales críticos, las células fotovoltaicas, las grúas portuarias y e insumos médicos. Los aranceles se aplicarán a productos chinos por valor de u$s 18.000 millones.
La medida sigue a una revisión plurianual de los aranceles sobre productos chinos por u$s 300.000 millones impuesta por el entonces presidente Donald Trump como parte de su guerra comercial con China. Funcionarios estadounidenses dijeron que la Administración Biden había decidido mantener los otros aranceles de Trump.
Lael Brainard, asesora económica nacional de la Casa Blanca, aseguró que la medida "garantizaría que las inversiones en empleos impulsadas por las acciones del presidente Biden no se vean socavadas por una avalancha de exportaciones injustamente subvaluadas de China".
Y añadió que "China está utilizando la misma estrategia que ha utilizado antes para impulsar su propio crecimiento a expensas de los demás, inundando los mercados mundiales con exportaciones que están subvaluadas debido a prácticas desleales".
Este año, EE.UU. cuadruplicará los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos hasta el 100% y triplicará la tasa sobre las importaciones de acero y aluminio. El arancel a los chips chinos se duplicará a partir de 2025. El arancel a las células fotovoltaicas también se duplicará este año hasta el 50%.
Washington también triplicará los aranceles sobre las baterías chinas de iones de litio para vehículos eléctricos, hasta el 25% este año. Adoptará medidas similares para las baterías de ion-litio destinadas a vehículos no eléctricos a partir de 2026, con el fin de dar más tiempo a las empresas estadounidenses para desarrollar la tecnología.
En declaraciones a la prensa antes del anuncio, altos cargos de la Administración negaron que la medida estuviera relacionada con las elecciones presidenciales. "Esto no tiene nada que ver con la política", dijo un funcionario.
Sin embargo, Biden ha tomado otras medidas en los últimos meses que parecen destinadas a conseguir votos entre los trabajadores sindicalizados para ayudarle a ganar en Pensilvania, un estado industrial crítico, y en otros estados indecisos como Michigan, sede de muchas de las automotrices del país. Biden se ha opuesto a la adquisición de US Steel por parte del grupo japonés Nippon Steel, a pesar de que Tokio es el aliado más importante de EE.UU. en la región del Indo-Pacífico.
El plan de China para reordenar el comercio mundial a su manera
Los funcionarios estadounidenses afirmaron que los sectores eran los mismos a los que Biden había dado prioridad a través de leyes como la ley de chips y la ley de reducción de la inflación.
Un funcionario afirmó que EE.UU. no pretendía "socavar" el desarrollo de China ni perjudicar los esfuerzos que Washington y Beijing han realizado para estabilizar las relaciones desde que Biden se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, en una cumbre celebrada en noviembre.
Pero el funcionario explicó que China estaba produciendo a un ritmo "muy superior a cualquier estimación de la demanda mundial", lo que inundaría los mercados mundiales y afectaría a la capacidad de EE.UU. para crear capacidad productiva.
Después de que la prensa informara la semana pasada de que Biden aumentaría los aranceles, Beijing manifestó que Washington intentaba "desprestigiar y reprimir" la economía china.
Aunque EE.UU. importa muy pocos vehículos eléctricos de China, Greta Peisch, exasesora general en la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU., explicó que aumentar los aranceles a los vehículos era un paso importante para garantizar que las empresas estadounidenses pudieran competir en el futuro.
El gran error de Estados Unidos con China
"Nuestras empresas están invirtiendo en nuevas tecnologías, en la producción de vehículos eléctricos y en fábricas de baterías, así que para mantener esas inversiones hay que tener la certeza de que en el futuro habrá igualdad de condiciones. Es muy importante que nuestras empresas sepan que sus inversiones no se verán socavadas por una afluencia de importaciones procedentes de China", añadió Peisch, que ahora trabaja en el bufete de abogados Wiley.
China se enfrenta a presiones en múltiples frentes. La Comisión Europea también investiga las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China y se espera que aumente los aranceles en los próximos meses.