Probamos el Google Pixel 8a, el móvil barato cargado de IA
Los Google Pixel, desde el Pixel 6, suelen encontrarse casi siempre entre los mejores móviles que llegan al mercado con sistema operativo Android. Ahora, el buscador acaba de lanzar el Pixel 8a , terminal que irrumpe en la gama media, como es habitual, con unas características algo más limitadas que las de su 'hermano mayor', el Google Pixel 8 Pro, al que ya probamos aquí . Pero también es bastante más barato. La pantalla del nuevo móvil de Google mejora notablemente respecto al modelo de gama media del año pasado, incluso podemos decir que está muy cerca de la del Pixel 8. Es OLED de 6.1 pulgadas, con una resolución de 2.400 x 1.080 píxeles y una tasa de refresco, por fin, de 120Hz. MÁS INFORMACIÓN noticia No Probamos el DJI Mic 2: ¿los micrófonos que necesitas si buscas calidad profesional? Otra de los puntos positivos es que el panel alcanza un pico de brillo de hasta 2.000 nits, lo que facilita su uso incluso bajo luz solar directa. Pero no todo es perfecto en la pantalla que tiene unos marcos notorios, sobre todo en la zona inferior, que lo colocan un paso detrás de competidores como Realme. Igual estamos mal acostumbrados. El frontal del Pixel 8a J. O. Respecto a la apariencia del móvil, poco podemos hablar de su diseño totalmente continuista, con la parte trasera en plástico y su característica banda que envuelve las cámaras, manteniendo la estética introducida desde el Pixel 6. Podremos encontrarlo en cuatro colores, verde, azul, blanco y negro. El chip del 8 Pro El Pixel 8a viene equipado con el chip Google Tensor G3 y 8 GB de RAM LPDDR5X, el mismo que el Pixel 8 Pro, lo que asegura un rendimiento rápido y eficiente. Aunque este procesador en la gama alta se quedara un tanto justo frente a la competencia, en la gama media hace del Pixel 8a uno de los móviles más rápidos del 2024. En cuanto a almacenamiento solo ofrece 128 GB de almacenamiento, y la opción de 256 en la versión en verde, algo escaso comparado con el resto de la gama media. En términos fotográficos, el Pixel 8a instala un sistema de cámara dual. La principal de 64 MP, con OIS y PDAF, se complementa con un segundo sensor ultra gran angular de 13 MP. El punto fuerte de Google es que las imágenes son procesadas por la IA magistralmente, permitiendo zooms digitales de hasta 2x sin pérdida aparente de detalle, mimetizando las capacidades de un zoom óptico. Sin embargo, es en condiciones de baja luminosidad donde el teléfono nos recuerda que se encuentra en la gama media. Google no mete un tercer objetivo macro, para rellenar, que es lo que pasa la mayoría de las veces, lo cual se agradece. Imagen tomada con la cámara principal J. O. Lleno de IA Recordemos que el buscador es una empresa de software y los creadores de Android. Por tanto, los Pixel siempre reciben las mejoras antes que nadie, y funciones exclusivas. Por ejemplo, la inteligencia artificial de Google, como el 'circle to search', la traducción simultánea o la edición de fotografías, que incluye, 'mejor toma', cambio de fondo o eliminar objetos de la foto, iluminación de retrato, o el borrado de sonidos de los videos, entre otras funciones. Y, por supuesto, son los que primero y mejor incluyen a Gemini, la IA de Google, en todas las funciones del teléfono. Además, promete 7 años de actualizaciones de software, lo que garantiza una gran longevidad del teléfono. La batería es de solo 4.492 mAh, admite carga rápida de 18W y carga inalámbrica de hasta 7.5W, lo suficiente para soportar un día completo de uso moderado. Aquí Google también se ha quedado un poquito atrás frente al resto de la gama media, que ofrecen mejores baterías y cargas mucho más rápidas. ¿Merece la pena? A un precio de lanzamiento de 549 euros, nos encontramos ante un gran teléfono, pero, a este precio nuestra recomendación sería buscar alguna oferta del Pixel 8 Pro, ya que por unos pocos euros más obtendremos un teléfono superior. Ahora bien, Google tiene una oferta actualmente, que descuenta 150 euros más el valor del teléfono que entreguemos como intercambio. Mientras encienda, nos vale. Entonces, por 399 euros, sí merece la pena. Pero, hay que tener en cuenta que si entregamos, por ejemplo, un Samsung Galaxy Fold4 en perfecto estado, nos descuentan 350 euros, un terminal que cuesta nuevo más de mil euros; y por un Google Pixel 6 273 euros, un teléfono con más de 3 años, así que también dependerá mucho del teléfono que entreguemos.