La pareja de Ayuso se pone peluca en el juzgado para confundir a los periodistas tras suspenderse su declaración
El empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, ha intentado despistar a los periodistas que cubrían su declaración de esta mañana en los juzgados de Plaza de Castilla poniéndose una peluca de color canoso, según han podido presenciar varios testigos. Al ser sorprendido caracterizándose en el ascensor del edificio, el imputado ha prescindido de la peluca y se ha apresurado a perder de vista a los medios, informa Europa Press.
Antes de que ocurriera este episodio, la jueza María Inmaculada Iglesias Sánchez había suspendido la declaración de Alberto González Amador como imputado por dos delitos fiscales y otro de falsificación documental hasta el próximo 24 de junio. El motivo radica en los problemas para citar a los otros investigados en la causa, un ciudadano mexicano residente en Madrid y tres vecinos de la localidad de Arahal (Sevilla), informan fuentes jurídicas.
González Amador estaba citado esta mañana a las 10:00 horas por haber defraudado 350.951 euros en el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 2020 y 2021 y haber falsificado documentos para ello. También se ha suspendido la declaración de uno de sus presuntos colaboradores, el mexicano Maximiliano Niederer, quien también estaba citado este lunes. El pequeño empresario David Herrera y los hermanos Carrillo Saborido están acusados de poner su nombre a empresas sin actividad para elaborar facturas falsas. elDiario pudo localizarlos en sus domicilios de la localidad de Arahal (Sevilla) el día en que publicó la exclusiva de la querella de la Fiscalía contra González Amador.
La declaración de González Amador había motivado que los periodistas aguardaran en la puerta de los juzgados desde primera hora de la mañana. Pese a la multitud de camarógrafos y redactores, González Amador accedió al juzgado sin ser reconocido. Ya en el interior, y antes de ponerse la peluca, se ha podido ver a González Amador con una imagen muy diferente a la que ha trascendido en los medios estos meses. Este lunes lucía pelo corto y barba rasurada.
Con casi media hora de retraso comenzó la declaración que fue suspendida rapidamente por la jueza después de informar de los problemas con las citaciones del resto de investigados. Todos los imputados van a ser citados ahora para el 24 de junio. Dos horas después de que se suspendiera su declaración no había rastro de la presencia o de la salida de González Amador de los juzgados.
Mascarillas y facturas falsas
La pareja de Isabel Díaz Ayuso ganó casi dos millones de euros en una intermediación en la compra-venta de mascarillas durante la pandemia. Es una cantidad mucho más alta de lo que su empresa Maxwell Cremona había facturado desde su creación. Pero, según ha reconocido él mismo, González Amador puso en marcha un sistema para que su factura por el Impuesto de Sociedades no se multiplicara de forma proporcional: facturas falsas que aumentaran de forma ficticia los gastos de la empresa, aminorando la carga fiscal.
Lo hizo por varias vías. La mayor parte del fraude se perpetró a través de dos facturas que sumaban más de millón y medio entre las dos y que no se correspondían con trabajos reales, uno en México y otro en Costa de Marfil. El resto a través de facturas que llegaban desde un entramado de empresas sin trabajadores radicado en la localidad sevillana de Arahal. El resultado: en su declaración de 2020 pagó 155.000 euros de menos y en la de 2021 se ahorró 195.951 euros más.
Tal y como reveló en exclusiva elDiario.es, el caso llegó a manos de un juzgado de la Plaza de Castilla de Madrid después de una investigación exhaustiva de la Agencia Tributaria, que derivó en una denuncia de la Fiscalía. El Ministerio Público le atribuye dos delitos fiscales en concurso con otro más de falsedad documental y en la lista de imputados también están las personas acusadas de ayudarle a defraudar al fisco.
La citación de Alberto González Amador como imputado llegaba después de que él mismo haya reconocido por escrito, a través de su abogado, que efectivamente cometió dos delitos fiscales y que está dispuesto a pagar su deuda y aceptar ocho meses de cárcel a cambio de no tener que pisar la prisión de forma efectiva. También llega después de que Miguel Ángel Rodríguez, mano derecha de Isabel Díaz Ayuso, haya difundido el bulo de que fue la Fiscalía quien ofreció un pacto a González Amador y que luego el fiscal del caso lo retiró por orden de sus superiores. En realidad fue al revés.
A las puertas del juzgado, el diputado de Más Madrid Hugo Martínez Abarca ha asegurado que “todo lo que está pasando es un ejercicio de escapismo.”. Según ha dicho, González Amador “leva enmarañando el proceso desde el principio, con acusaciones un poco ridículas a la Fiscalía”. “Parece claro que va a intentar la nulidad aunque no hay mucho por dónde cogerlo. Intenta aplazar la declaración y llegar a un acuerdo de conformidad. Pero eso pasa por que confiese los delitos y acepte una pena. Esto es, que desmienta todo lo que ha dicho Ayuso: que no había facturas falsas, que no había sociedades pantallas, que no nos habíamos a ver en el juzgado sino que solo era una investigación de Hacienda”.