Esta es la historia de los "perros endemoniados" que dieron nombre a un pueblo catalán por matar ganado y humanos
Las leyendas populares han jugado un papel fundamental en la toponimia de muchos pueblos alrededor del mundo. Estos relatos, transmitidos de generación en generación, a menudo sirven para explicar el origen de los nombres de lugares, dotándolos de un significado especial y conectándolos con la historia, la cultura y las creencias de la comunidad.
Es el caso de una Pratdip, una comarca del Baix Camp de Tarragona (Cataluña) con un encanto singular y una historia envuelta en misterio. Su nombre, que significa Prado de los ‘Dips en castellano, está estrechamente ligado a una leyenda que ha pasado de generación en generación, narrando una historia de seres fantásticos y batallas épicas.
Seres oscuros y peludos
Tal y como cuenta el Ayuntamiento en su página web, la leyenda cuenta que, hace mucho tiempo, las montañas y bosques que rodeaban Pratdip estaban habitados por criaturas temibles conocidas como Dips. Estos eran seres oscuros y peludos, con colmillos afilados y ojos de vampiro que brillaban en la oscuridad. Además, se decía que eran capaces de transformarse en lobos y que atacaban a los humanos y al ganado por la noche para beberse su sangre.
Un día, un valiente caballero llamado Guifré llegó a Pratdip. El caballero había escuchado historias sobre los perros vampiro y estaba decidido a librar al pueblo de estas criaturas. Por lo que, con su armadura brillante y su espada afilada, se adentró en las montañas en busca de su guarida.
Tras días de búsqueda, Guifré finalmente encontró la guarida de los Dips. Era una cueva oscura y tenebrosa, llena de huesos y pieles de animales. Al entrar, se vio rodeado por una horda de estos animales que lo atacaron con ferocidad, pero Guifré luchó con valentía, utilizando su espada para derribar a los perros uno por uno.
Salvado por un rayo de luz
Sin embargo, eran muchos y la lucha estaba siendo dura, pero justo cuando parecía que Guifré iba a ser derrotado, un rayo de luz iluminó la cueva y cegó a los perros vampiro, por lo que Guifré logró derrotarlos y liberar el pueblo de su terror. En agradecimiento, los habitantes de Pratdip decidieron nombrar a su pueblo en honor al valiente caballero y a las criaturas que había derrotado. Por ello, los perros forman parte del escudo del pueblo.
La leyenda de los Dips y el caballero Guifré se ha convertido en un símbolo del pueblo de Pratdip porque les recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre «hay un rayo de luz que nos puede ayudar a vencer nuestros miedos y alcanzar la victoria». De hecho, aunque la historia es una leyenda, hay quienes creen que podría tener un origen real porque algunos estudios sugieren que estas criaturas podrían corresponder a lobos o perros salvajes que habitaban la zona en esos tiempos.