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En este Día del Padre, las celebraciones por los grandes afectos de quien nos dio parte de nuestras vidas, también nos pueden sorprender cuando nos encontramos con nuevas dificultades en nuestra salud. Tal es el caso de Diana Mariliz Bandan, quien vive hoy a sus 28 años gracias a su padre, Jorge Bandan, quien decidió donarle uno de sus riñones para que su hija pueda vivir por más años y hacerle frente a una enfermedad crónica que padece desde los 6 años.

El Hospital Guillermo Almenara, junto a sus médicos, celebran este hito que deja huella en el historial de trasplantes quirúrgicos en el Perú, siendo uno de los sectores que pueden salvar vidas con solo donar uno de nuestros órganos.

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Esta operación se realizó con éxito gracias al equipo multidisciplinario del Servicio de Trasplante de Riñón del Hospital Almenara, conformado por médicos nefrólogos, cirujanos urólogos, cardiovasculares, anestesiólogos y enfermeras, que estuvieron presentes durante 8 horas para extraer el riñón izquierdo de Jorge Bandan y trasplantarlo al cuerpo de su hija.

La historia de Jorge y Mariliz

Jorge Bandan, en principio, es un padre que no vivía con su hija, pero siempre mantenía comunicación y contacto con ella, Diana Mariliz Bandan. La relación entre ambos era estable, sin importar que la presencia de Jorge no fuera predominante en la vida de Mariliz y que ella no haya renegado por ello. Ambos compartían su vida y su tiempo de manera diferente, pero estaban siempre gustosos de organizarlo juntos.

Diana Bandan, a sus 6 años, le fue diagnosticado un cuadro de hipertensión que generó su enfermedad crónica terminal. Esto la obligó a recurrir a la hemodiálisis tres veces por semana, con sesiones de 3 a 4 horas. Su evaluación la calificó como paciente que requería un trasplante renal, es decir, un nuevo riñón.

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Jorge, al saber que su hija estaba pasando por un serio riesgo de perder la salud, no dudo dos veces en dar una parte de él para que su hija viva por más tiempo, siendo tan joven. “No lo pensé dos veces, primero está mi hija, nadie me iba a detener. Yo le dije a mi Diana, Dios tiene un propósito y estamos en las mejores manos médicas. Entramos de la mano y saldremos de aquí bien y corriendo juntos”.

Es así que contactaron con los especialistas de EsSalud, quienes durante 8 horas, realizaron una operación ardua para salvar la vida de Diana con el trasplante de riñón de su padre. Cómo sabemos, la historia resultó en un éxito, un trasplante que salvó la vida de una joven. Pero, eso no el trasfondo del todo.

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“Quiero agradecer a mi padre por este gesto de amor tan grande hacia mí, cuando él supo de mi mal, accedió de inmediato a donarme uno de sus riñones. El me dio una parte de su ser, me volvió a dar la vida, calmó el dolor que generaba tanto sufrimiento en mí y toda la familia. Lo amo mucho y él sabe que siempre podrá contar conmigo. Gracias a Dios y todo el personal de EsSalud que siguen cuidando de nosotros", dijo entre lagrimas Diana, quien agradece la nueva oportunidad de vida que le ha dado su padre.

La palabra de los médicos

“No hubo complicaciones, la operación fue un éxito. Entonces intervinieron luego los psicólogos, nutricionistas, rehabilitadores que lograron el alta del padre completamente recuperado en 4 días y de la receptora en una semana. Ello nos llena de satisfacción, tengan la seguridad que estamos altamente especializados para las cirugías de todo tipo de complejidad”, señaló el Dr. Bacilio, ante tal exitosa operación y gran aprecio hacía la vida que dio Jorge a su hija Diana nuevamente.