Rull, presidente del Parlament: «Empieza la cuenta atrás para la repetición electoral»

A partir de hoy, Salvador Illa (PSC), sobre todo en tanto que ganador de las elecciones del 12 de mayo, y Carles Puigdemont (Junts), aspirante a recuperar la presidencia de la Generalitat de Cataluña, tienen dos meses para armar una mayoría suficiente en el Parlament que les garantice una investidura con éxito. Josep Rull ha puesto en marcha, tras constatar que ninguno de los dos candidatos quiere presentarse a una investidura, la cuenta atrás para la repetición electoral. Lo ha hecho en un pleno que se considera como «acto equivalente» a un nombramiento fallido y leyendo la resolución parlamentaria que lo formaliza legalmente. Si el 26 de agosto no hay nuevo presidente, habrá elecciones el 13 de octubre. Los 20 diputados de ERC tienen la llave del desbloqueo, pues los socialistas (42 diputados) no suman suficiente, ni con los comunes de Sumar (seis actas), para conseguir investir a Illa en una segunda vuelta (más votos a favor que en contra). Pero los de Puigdemont tampoco tienen margen, al contar con 35 diputados (a los que podrían sumar los cuatro de la CUP), de un total de 135 asientos en la Cámara catalana. Así, los de Marta Rovira, que controla ERC desde Suiza tras el paso al lado dado por Oriol Junqueras , están negociación a dos bandas para decidir qué hacer. El equipo negociador de ERC mantiene contactos con los socialistas con asuntos sobre la mesa como la «financiación singular» para Cataluña, que los de Rovira y Pere Aragonès (ERC), presidente en funciones de la Generalitat, exigen que sea como un concierto económico al estilo del vasco o el sistema navarro. Una exigencia que, de momento, el PSOE no descarta por completo pero ve con recelos. Rovira asegura que es línea roja. Pero las negociaciones avanzan. Además, ERC, tal y como ha recordado Josep Maria Jové en el pleno, quiere avanzar hacia la celebración de un referéndum de independencia, más inversión pública y blindar el catalán de la acción de la Justicia. Con el de hoy, es la segunda vez que se utiliza la fórmula del «acto equivalente» a una investidura fallida en el Parlament. La anterior vez fue en octubre de 2020, cuando Quim Torra (Junts) fue inhabilitado por la Justicia. Roger Torrent (ERC), entonces presidente de la Cámara autonómica, realizó una ronda de contactos con los grupos parlamentarios y constató que ningún candidato tenía opciones de protagonizar una investidura con éxito. Se llegó al 21 de diciembre de 2020 sin un nuevo presidente de la Generalitat y, por lo tanto, se convocaron, automáticamente, elecciones para el 14 de febrero de 2021. El pleno de hoy ha consistido, básicamente, en la comunicación formal por parte de Rull de que le ha sido imposible «proponer un candidato a la presidencia de la Generalitat», en la ronda de contactos previa, porque «ninguno de los grupos parlamentarios» ha planteado «un candidato en el plazo inicial» de dos semanas y posterior a la constitución de la Cámara legislativa. Pero el presidente del Parlament ha confirmado que sí hay «dos grupos» que aspiran a conseguir acuerdos en los dos próximos meses. Tiempo que se ha activado este miércoles. Así, Rull ha señalado que empieza «la cuenta atrás» para la repetición electoral. En su turno de palabra, Illa ha reiterado su voluntad de llegar a un pacto de gobierno con ERC y los comunes, para lo que dedicará su tiempo durante los dos meses de plazo para evitar una repetición electoral. El líder de los socialistas catalanes ha insistido en que «solo es posible un pacto progresista, política y aritméticamente», lanzando así un guiño a los de Rovira y Jéssica Albiach, que se ha mostrado «optimista» sobre este posible tripartito, que sumaría 68 diputados en la Cámara. «Nos toca liderar y sobre todo dialogar, y hablaremos anteponiendo los intereses de Cataluña y el bien común», ha añadido el primer secretario del PSC. Por su parte, Albert Batet (Junts) ha empezado su intervención recordando que, hace unos meses, se decía que la amnistía era imposible, entre otros, lo sostenía Illa, y ayer se firmaron las primeras sentencias judiciales que la aplican. Lo ha dicho para poner de manifiesto que no hay nada «imposible». Batet ha sostenido que no es imprescindible ganar las elecciones para presidir la Generalitat, como ocurre en el Ayuntamiento de Barcelona o La Moncloa, pues Sánchez es presidente con «los votos imprescindibles» de Junts. Y ha enviado un mensaje a ERC: cree que es necesario que el próximo Govern sea de «estricta obediencia catalana, sin dependencia de Madrid». En línea de lo esperado, Jové (ERC) ha reprochado al PSC y a Junts, y también a Rull, que no hayan presentado un candidato a la investidura en el primer plazo legal establecido para ello. Les ha acusado, en su turno de palabra, de no tener «ni fuerza ni liderazgo» para gestionar los problemas de Cataluña y de evidenciar una «incapacidad e irresponsabilidad» que, en su opinión, no tuvo Aragonès, quien se presentó en 2021 sin tener asegurado el éxito en la investidura. La repetición electoral «está solo en sus manos», ha añadido, para recordar que ni socialistas ni independentistas deben dar por descontados sus votos porque sean igual de independentistas que Junts e igual de izquierdas que el PSC. Albiach, que lidera la tercera fuerza política que podría formar parte del tripartito, ha dicho, en contra de la opinión de Batet, que « los números son los que son, no mienten«, es decir, el tripartito al que aspira ella e Illa suma 68 escaños. Y ha reiterado lo que defiende el PSC: «Solo hay dos opciones, aunque a algunos no les guste la realidad: o un acuerdo entre ERC, PSC y los comunes o una repetición electoral». La líder de Sumar en el Parlament ha asegurado que ella trabajará para que se llegue a «un buen acuerdo» y ha reprochado a Illa que debe ser él quien se mueva sea proactivo: «Es usted el que tiene la máxima responsabilidad». Al margen de los grupos que juegan la partida de la investidura, también han intervenido Alejandro Fernández (PP), Ignacio Garriga (Vox), Laia Estrada (CUP) y Sílvia Orriols (Aliança). El líder de los populares se ha preguntado: «¿Para qué sirve votar al PSC, para qué sirve votar a Salvador Illa? Para nada». Y ha sostenido que el PSC ha vuelto a «engañar» a los que votaron a Illa pensando en que acabaría con el independentismo, con el que ahora quiere pactar. «Al día siguiente de las elecciones, se olvidan y siguen alimentando el 'procés'. No solo eso, sino que no quieren saber nada de los constitucionalistas y nos aplican un cordón sanitario», ha añadido, en referencia a su exclusión de la Mesa y posible veto en el Senado. Garriga ha reprochado a los independentistas y al PSC «convertir el Parlament en un circo», por no conseguir una investidura dentro del plazo establecido, y ha aprovechado, también, para cargar contra el PP y el PSOE por el acuerdo de renovación del Consejo General del Poder Judicial firmado ayer en Bruselas. Estrada ha indicado que la CUP no favorecerá «la vuelta de la sociovergència» y Orriols, que comparte Grupo Mixto con la CUP, ha dicho que los dos diputados de su formación, «no investirán a nadie gratis» y ha defendido que quien quiera pactar con ellos debe empezar por redactar una Constitución catalana y una ley de extranjería «potente». Si el 26 de agosto no hay un nuevo presidente autonómico, Rull dará cuenta de la situación al presidente en funciones Aragonès, quien tiene que convocar a los catalanes, automáticamente y sin margen de maniobra tal y como recoge la normativa legal, a una repetición electoral, disolviendo el actual Parlament. La cita con las urnas sería el 13 de octubre.