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Rocío Carrasco: «Mi madre se hizo algunos shakirazos»

Abc.es 

Hace ya cuatro años que Rocío Carrasco presentó el musical dedicado a su madre 'Qué no daría yo por ser Rocío Jurado ', creado por ella y protagonizado por Anabel Dueñas . Este fin de semana el Teatro Albéniz de Madrid acoge el fin de gira de 'Rocío Jurado, el Musical', que es la nomenclatura que lleva ahora este proyecto que ha crecido y mucho según cuenta su autora, la propia Rocío, a ABC: «Ahora llevamos una banda, es un concierto mucho más híbrido, se han añadido canciones…». Lo que empezó siendo un espectáculo muy modesto se ha convertido en un gran espectáculo que ha viajado por toda la geografía española llenando teatros como el Auditorio Alfredo Kraus en las Palmas dos días consecutivos o el Gran Teatro de Alicante. «Ya hay un equipo de luces que lo flipas, un equipo de sonido. Los arreglos se han hecho nuevos para las canciones. Lo que no ha cambiado es el hilo argumental, Carmela, se presenta a un casting para ser la protagonista del musical de Rocío Jurado , en el transcurso del tiempo entre que hace la primera y la última prueba ocurre la obra. Aunque no hay ninguna función igual, porque Anabel sabe el principio y el final, lo que pasa en medio es cuestión de ella que es la artista. Un día se le puede ocurrir una cosa y otro otra», explica Rocío. Gracias a la tecnología, el espectador puede disfrutar de lo que el equipo del musical llama 'la actuación imposible', revivir a Rocío Jurado sobre el escenario interpretando 'Algo se me fue contigo', uno de sus grandes temas que dedicó a su madre cuando falleció. Rocío Carrasco tenía claro que Anabel Dueñas era la elegida para interpretar qué no imitar como algunos piensan, a la Jurado: «A ella este papel le hace feliz. Toda la historia que se narra en el musical es la realidad. Cuando cuenta que escuchaba a Rocío Jurado limpiando su casa de pequeña o que iba en el coche con sus padres de vacaciones y oía sus canciones…». El destino les unió hace mucho tiempo, el padre de Anabel durante una época transportaba los escenarios y los equipos de la cantante de Chipiona. «Creo que son energías que se unen de una forma o de otra. Yo creo mucho en las energías de la gente, tanto de las buenas como de las malas. Yo soy mucho de piel», confiesa Carrasco. No se ha perdido casi ninguna función y atesora numerosos recuerdos del público: «En Valencia una chica vino a verme y llorando me dijo que sus padres iban a ir con ella a la función pero que se habían peleado y no vinieron. Les grabé un vídeo y les dije que al día siguiente les regalaba las entradas y que no se lo perdieran, y vinieron. O una vez que conocimos en el tren a un grupo de chicas que celebraban una despedida de soltera pero la novia había suspendido la boda y no lo sabían. Al día siguiente vinieron a ver el espectáculo y Anabel le dedicó una canción porque para la novia era una liberación, no un drama». Por estas y otras vivencias le han regalado por su cumpleaños una cámara para que vaya grabando todo lo que le sucede a partir de ahora. A Rocío le resulta curioso que acuda público de todas las edades incluso no sabe si su madre llegó a ser consciente alguna vez de la trascendencia que tendrían sus canciones tantos años después: «No sé qué decirte, porque ella para eso era muy modesta. No le gustaba que le llamaran 'la más grande' , le repateaba, porque mi abuela le decía a todas horas 'Rocío, no te lo creas, las madres siguen pariendo fenómenos al mundo todos los días'». Casi todos sus grandes éxitos como 'Se nos rompió el amor', 'Como yo te amo' o 'Señora' fueron compuestos por el maestro Manuel Alejandro que fue quizás el hombre que mejor la entendió o la interpretó. «Manolo era locura con ella y viceversa. Admiración pura. Eso también se narra dentro del musical, tenían una unión, una conexión tan bárbara. A Manolo solamente le hacía falta mirarla y sabía cómo estaba. No les hacía falta hablar, él escribía para la Jurado, se la imaginaba interpretándolo», explica Rocío. Fue una adelantada a su época, de hecho ahora que están tan de moda los shakirazos, la Jurado se hizo unos cuantos hace años: «En canciones como 'Lo siento mi amor' o 'Mi amante amigo' creo que se desahoga pero bien con más de uno» (ríe). Otra de las novedades del espectáculo es el vestuario, Carrasco ha sacado otra remesa de trajes icónicos de su madre, que a Anabel le quedan como un guante: «Solo han tenido que coger del pecho, de altura o de cintura no han tenido que tocar nada. Mi madre era menuda aunque la gente la veía en el escenario y se pensaba que medía 1,80 cm por el empoderamiento que ella mostraba encima del escenario con su voz y su interpretación». La Jurado se cuidaba mucho aunque luego cuando tenia algunas semanas de descanso se daba sus caprichos. «Lo que más feliz le podía hacer eran las nécoras (aunque le encantaba todo el marisco) y una bolsa de pipas de una marca andaluza que no sé si se harán ya que se llamaban Elia y tenían una rana en la bolsa. En la esquina de mi casa en Chipiona estaba el quiosco de Belén y ella me mandaba a comprarle de las grandes de las de cinco duros», recuerda. Lo de volverse a casar con Fidel Albiac , nueve años después de darse el 'si, quiero', sigue en pie aunque no han organizado nada. De momento solo el novio ha elegido a Terelu como madrina: «Para mí, María Teresa era importantísima pero para él también por eso quiere que ahora que ya no está siga teniendo un papel relevante». Es casi obligatorio preguntar por Alejandra Rubio y la noticia sorpresa de su embarazo : «Aunque suene a tópico, es real que un niño siempre es una bendición. Y sobre las críticas de la gente, pienso que hablar sale muy barato y deberían de mirar un poco más lo que tiene cada uno y preocuparse menos de lo que tienen los demás». Quizás este fin de semana veamos a alguna de las Campos acudir al musical que regresará el próximo mes de octubre en Barcelona y Alicante. Carrasco asegura estar atravesando un momento personal muy bueno: «La verdad es que estoy feliz, hacía mucho que no estaba así».

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