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Multas de 200 euros a los coches sin etiqueta de fuera de Madrid

Abc.es 

El penúltimo paso de un calendario restrictivo de cuatro años de duración ya se ha cumplido. El periodo de aviso correspondiente ha caducado y, desde este lunes 1 de julio, los coches sin etiqueta de fuera de Madrid tendrán su receta de 200 euros si acceden al municipio. El veto se activó el pasado 1 de enero, pero con una tregua de seis meses exenta de multas y, hasta ahora, los infractores solo recibían notificaciones informativas. El Ayuntamiento de Madrid ha enviado 358.661 cartas en medio año; una media de 1.400 accesos indebidos al día. Una cifra que, con las sanciones ya en vigor, caerá previsiblemente en picado. Estas restricciones solo afectan a los turismos sin etiqueta medioambiental (los denominados A), aquellos matriculados antes del 2006 o gasolina previos al año 2000 , que contaminan de media 1,6 veces más que los B; 7,2 veces más que los C y 47 veces más que los ECO. Los vehículos de mercancías y las motocicletas sin etiquetas se salvan del veto. También los que estén empadronados en Madrid o dados de alta en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) de la ciudad, aunque apenas falta medio año —a partir del 1 de enero de 2025— para que la prohibición se amplíe a todos los coches sin etiqueta. Los turismos 'extranjeros' solo podrán atravesar la capital mediante las circunvalaciones M-40, M-45 y M-50 , carreteras de titularidad estatal, y otras autovías radiales hasta la M-40, arterias clave para la movilidad en la región. El resto de vías están vigiladas por medio millar de cámaras automatizadas : 257 a lo largo de la M-30 y en el interior de la ciudad y 207 en el exterior del anillo. Además de los 37 semáforos 'fotorrojo' repartidos por la urbe. El sistema se ha financiado con fondos europeos, mediante una subvención de 5,7 millones de euros del Plan de Recuperación y Resiliencia de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones. Las zonas de bajas emisiones (ZBE, por sus siglas) son figuras obligatorias en los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, según estipula el Real Decreto aprobado en 2022 que concretó uno de los requisitos incorporados en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, esas ZBE indispensables para combatir las emisiones del tráfico rodado, «mejorar la calidad del aire» y «mitigar el cambio climático». Su configuración, sin embargo, depende de cada ayuntamiento. Y Madrid decidió dibujar la ZBE más grande de todas, una superficie de 604 kilómetros cuadrados , el término municipal completo. El blindaje a los coches más contaminantes ha sido progresivo. El primer paso, en septiembre de 2021, consistió en reformular el Madrid Central de la exalcaldesa Manuela Carmena: el centro continuó cerrado a las etiquetas A, con excepciones para comerciantes y residentes. Dos meses después entró en vigor la ZBE de Plaza Elíptica, tradicionalmente el punto negro de la contaminación madrileña. Hoy, su estación de medición del aire cumple con los límites de dióxido de nitrógeno (NO2) de la Unión Europea. Según los últimos datos, el valor límite anual de Plaza Elíptica es de 30 microgramos por metro cúbico (μg/m3); en 2019, con el antiguo Madrid Central operativo, alcanzó los 62 μg/m3. En enero de 2022 comenzaron las restricciones más allá de la almendra central de Madrid, siempre con sus correspondientes periodos de aviso y cartas informativas: primero se cerró el interior de la M-30. En enero de 2023 se expandió la prohibición a la propia circunvalación y sus accesos. En enero de este año, se extendió fuera de la M-30, a todo el municipio. Y el 1 de enero de 2025 se extenderá a todos los coches A, empadronados o no en la capital, sin distinciones. Con esa última ampliación se completará la gran ZBE recogida en la Ordenanza de Movilidad Sostenible. El pasado mayo, Madrid registró los niveles más bajos de NO2 de la serie histórica , que arrancó en 2010. Entre enero y mayo, ninguna de las 24 estaciones de medición de calidad del aire superó los 30 μg/m3, lejos del máximo de 40 μg/m3 establecido por Bruselas. Eso significa que la ciudad podría cumplir, por tercer año consecutivo, con las directrices europeas que todavía infringen otras grandes capitales como París y Berlín. Ahora, los coches sin etiqueta apenas suponen el 2,3% del total de tránsitos en el interior de la M-30. En enero caducó el periodo de aviso para ese área y, en cinco meses, los accesos indebidos han caído un 53%. En el exterior también se han reducido un 34,17% desde febrero. Con las multas ya en vigor, el ayuntamiento prevé que los vehículos más contaminantes desaparezcan rápido de la ciudad.

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