Gay Talese o la nostalgia del periódico y el papel
En la última escena de Amadeus (1984) un olvidado Antonio Salieri gritaba “¡Mediocridades todos! ¡Os absuelvo!” en un manicomio desvencijado. Ese hombre gris, el común, es el principio rector de este libro del periodista norteamericano Gay Talese; testimonio de un mundo que se extingue. Obra de parches, donde mezcla sus memorias con la evocación un tanto épica de sus reportajes más celebrados (“Frank Sinatra está resfriado”, 1966), hay algo de redención en esta crónica de crónicas luego de la debacle de su anterior pieza. Volvamos, entonces, un poco en el tiempo: en 201 ...