Hogar para enfermos de cáncer que viven lejos anda en busca de padrinos, ¿se apunta?
Si aquel adolescente con cáncer hubiera tenido la oportunidad de quedarse a vivir en San José durante sus prolongados tratamientos de quimioterapia, ni él ni su familia habrían padecido las congojas que vivieron cada vez que tenían salir de la montaña en Upala, donde habitaban. Muchas veces, de noche, tuvieron que esperar sobre la carretera la ambulancia de la CCSS que los trasladaría a la capital en un viaje de 300 kilómetros y más de cuatro horas.
El médico del departamento de Hemato-Oncología, del Hospital México, Luis Esteban Fonseca Jiménez, recuerda a ese adolescente por quien corrieron incontables veces para que recibiera la quimioterapia.
El operativo mensual que se desplegaba cada vez que el muchacho necesitaba el tratamiento era muy complejo. Implicaba guardarle una cama en el hospital para recibir la quimio y coordinar con el Área de Salud de Upala, para asegurar que él y su acompañante salieran del monte a la hora en que pasaría por ellos el transporte.
Su caso es uno de los muchos enfermos de cáncer que viven en zonas lejanas y necesitan venir a la capital para recibir tratamientos vitales. También es una de tantas historias que motivan a este hospital a impulsar el proyecto del Hogar Pro-Pacientes Hemato-Oncológicos, que son parte de la red del México.
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El jefe del departamento de Hemato-Oncología, Marco Williams, relató que llevan dos años y medio tratando de procurar a pacientes como el adolescente de Upala la disponibilidad de un lugar donde puedan quedarse en San José. Un sitio que los reciba con la calidez de la casa, en donde tengan comida y techo seguros mientras reciben los tratamientos.
La buena noticia es que, con ayuda de la Junta de Salud del México, lograron contactar a una asociación en Aserrí (llamada ahora Asociación Pro-pacientes Hemato-Oncológicos Hogar Santa María Hospital México) que puso a disposición de los enfermos oncológicos las instalaciones que tendrán esa función; están ubicadas a 1,3 kilómetros del centro de ese cantón.
Con ese objetivo, el 1.° de julio se lanzó una campaña en redes sociales para buscar a todas aquellas personas que quieran ser padrinos y madrinas de estos pacientes y sus acompañantes, brindando su ayuda económica.
Reconocidos personajes como los periodistas Ginnés Rodríguez, Marcelo y Lizeth Castro apoyan la campaña y llaman a unirse, pues todos han tenido familiares o amigos que han requerido atención por cáncer. Sin duda, conocen historias de pacientes que deben hacer una larga travesía desde sus hogares hasta San José, todos los días, por tratamiento.
Entre los enfermos que más se podrían beneficiar con la apertura de este hogar están quienes deben recibir radioterapia en las madrugadas y viven en zonas lejanas, de difícil acceso. El Hogar será un gran apoyo para los trasplantados de médula y para quienes, como el joven de Upala, necesitan quimioterapias especiales periódicamente.
Las ayudas se pueden canalizar mediante Sinpe móvil, al 6134-5354, y a la cuenta del Banco de Costa Rica 15015201001028895952, ambos a nombre de la Asociación Pro Ayuda al Servicio de Emergencias, del Hospital México.
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La campaña de recolección de ayuda y búsqueda de padrinos que apoyen el proyecto será durante este mes. Sin embargo, la intención es continuar de forma indefinida porque el mantenimiento mensual de este hogar para 30 personas, entre pacientes y sus acompañantes, supera los ¢10 millones. Más de la mitad de ese monto corresponde a la alimentación.
Las instalaciones están en proceso de remodelación. La pintura, tanto interna como externa del Hogar, se logró con el valioso trabajo voluntario de varias empresas.
Hay 11 habitaciones, pero solo una está equipada para recibir pacientes. Parte de la campaña, explicó Williams, es equipar las diez habitaciones de acuerdo a la habitación modelo. Esta habitación se logró gracias a la donación de una paciente que pasó por tratamientos en el México y quiso regalar los muebles para uno de los cuartos como una forma de agradecimiento.
Entre toda la oferta de servicios, habrá un cuarto disponible para quienes reciban trasplante de médula ósea y requieren condiciones especiales de aislamiento mientras permanecen en San José. Los planes incluyen programar actividades mensuales diarias para que quienes se queden en el Hogar tengan otras cosas diferentes para hacer.
El plan es abrir en agosto o, a más tardar, en setiembre porque la necesidad de los pacientes de zonas lejanas es mucha. Todo depende, eso sí, de la cantidad de ayuda que logren recaudar de aquí a entonces. ¿Se apunta?