«Putea a tus hijos: si se lo pones fácil pensarán que nada cuesta en la vida»
Cuando practicas el optimismo, la perseverancia, la resiliencia, el esfuerzo, la tenacidad… puedes hacer magia en todos los aspectos de tu día a día . Esa es la propuesta que hace Mago Moré en su último libro, 'Superpoderes para el día a día' (Alienta Editorial) . La obra es una compilación de todos los correos electrónicos que José Luis Izquierdo, la persona detrás del personaje, envía desde hace dos años a diario a las 20.000 personas suscritas con cuentos o historias sobre vivencias de su día a día de las que siempre intenta buscar una reflexión potente. Con un enfoque práctico, Moré nos invita a mejorar con sus pensamientos e ideas, agrupadas en 150 pildoritas en forma de lecciones valiosas para la vida o la resolución de problemas, con optimismo, perseverancia y determinación . Lección número uno: No hay magia, realmente se trata de tesón y fuerza de voluntad. Y de ponerse. De hecho la clave de todo es empezar. Es como cuando uno quiere salir a correr, la gente apunta: 'tengo que salir a correr' y yo digo: 'no, lo que tienes que hacer es ponerte las zapatillas , punto'. Porque es mágico, te las calzas y de repente, tienes ganas de correr. ¿Cómo trasladamos esta y otras pildoritas de valores a los adolescentes? Hay una clave para entender esta etapa. Los adolescentes no tienen la parte prefrontal tan desarrollada como los adultos y por eso tienden a postergar más. Tienden a tener lo que llamo un jinete, que es ese cerebro emocional que va muy rápido, lo quiere todo y lo quiere ya, y una parte elefante, que es la que realmente hace que consigamos las metas en la vida. Esto se une con que estamos en la generación Amazon Prime', que pide algo y si a las 24 horas no le llega es un drama. Lo que hay que enseñar a los menores es que las cosas cuestan, aunque ellos tengan un cerebro que es especialmente malo para esto, porque su jinete está muy poco desarrollado y su elefante es inmenso. Para lograrlo una de sus recomendaciones es la de volver a esperar a los Reyes Magos, en lugar de adelantar con Papá Noel. ¿Qué aprenden así? Esto es muy interesante porque al final, ¿qué ocurre? Pensamos que vienen los Reyes Magos el 6 de enero y el 7 tienen que ir al cole. ¿Cuánto lo han disfrutado? Un día medio. Mientras que con Papá Noel los regalos llegan el 24 de diciembre. Pero, ¿qué acabas de hacer con eso? Gratificación instantánea, en lugar de en diferido. El ejemplo es importante. Vivimos en la sociedad del cortoplacismo y sí, mucha culpa de eso la tenemos los padres que, al final, ¿qué hacemos? Crear a los menores un ambiente muy agradable y dar todo tipo de facilidades. Lo que recomiendo cuando me preguntan es: 'putea a tus hijos'. Porque si tú se lo pones fácil, el único mensaje que extraen es que nada cuesta en la vida, que cada vez que se queja le dan lo que quieren. Pero el día que vaya a trabajar y el jefe le diga: 'esto no es así'. ¿Qué hace el chaval? Pues tiene un problema de narices. Porque la vida es una cuestión de esfuerzo y, curiosamente, el que se esfuerza es el que suele conseguir resultados. También apunta en su obra que la película de 'La tata' debería ser obligatoria de ver en familia. Aquí hay varias lecturas. Lo que hizo Miguel Ángel Muñoz -que por cierto es un tío maravilloso-, de cuidar a su Tata en pandemia , es un pedazo de documental que debería ser obligatorio porque nos ayuda a reflexionar sobre los cuidados en la vejez, cada vez más olvidados o relegados y también a poner énfasis en el papel del cuidador, en general. Usted mismo lo vive con su hijo Marcos, con parálisis cerebral, algo que no le resta positividad. ¿Cómo lo hace? Depende de qué pregunta te hagas. ¿Te cuestionas 'por qué' o 'para qué'? En mi caso prefiero preguntarme 'para qué', básicamente, porque tú no puedes cambiar los hechos, solamente la manera de enfrentarte a ellos. Tenemos lo que tenemos. Puede parecer una perogrullada, pero tiene mucha miga, porque porque no puedo a cambiar que mi hijo Marcos tenga discapacidad . Ahora, ¿a partir de aquí que hago? Empezar a trabajar en ello. Esto ya lo decían los estoicos. Creo que esta filosofía tiene que volver a la sociedad, donde a menudo estamos quejándonos y empeñados en cambiar los hechos y estos son los que son. Lo que tienes que hacer es amoldarte. Sufre todo lo que tengas que sufrir. Llora todo lo que tengas que llorar. Nadie te va a impedir que tengas tu momento de duelo, pero a partir de ahí, tira para delante y adáptate a las circunstancias.