El último gran juego de Dragon Ball Z para PS2 también se burlaba de Yamcha
Aunque por lo general al pensar en Dragon Ball y en PlayStation 2 nos acordamos sobre todo de los juegos de lucha Budokai, la serie tuvo un sucesor espiritual antes del salto a PS3.
Tenemos la mirada puesta en Dragon Ball: Sparking Zero!, la vuelta a PC, PS5 y Xbox Series el próximo 11 de octubre de la subsaga de videojuegos de lucha 3D Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi desarrollada por Spike, al igual que esta cuarta entrega; el subtítulo, por cierto, se debe a que en Japón los Tenkaichi siempre se han denominado Dragon Ball Z: Sparking!.
Pero hoy hemos venido a hablaros de otro juego de Goku, y en concreto, de un detalle del mismo. Es menos conocido ya que llegó meses después del desembarco de la saga de Akira Toriyama en PS3 y Xbox 360, aquel malogrado Dragon Ball Z: Burst Limit publicado en el verano de 2008 y desarrollado por Dimps, el equipo que creó los Dragon Ball Z: Budokai (sin Tenkaichi). Ese mismo estudio lanzó pocos meses después, en diciembre, el que prometía ser el gran broche final de la serie en PS2: Dragon Ball Z: Infinite World.
Que la mayoría de quienes estáis leyendo estas líneas no os acordéis de él refleja el mal recibimiento que tuvo. Si bien mejoraba la manera de narrar la historia y tenía ciertos detalles positivos en la dinámica de juego respecto a los Tenkaichi, era sin duda un paso (o varios) atrás. Entre esas novedades había una serie de minijuegos simples, como recorrer el camino de la serpiente o entrenar con la Máquina de gravedad, el dispositivo creado por Brief para que los guerreros Z pudieran fortalecerse al ejercitar con una gravedad superior a la de la Tierra.
Por fin llegamos al detalle que os queríamos contar. Tanto el manganime como los videojuegos han pinchado a Yamcha de mil y una maneras: es un guerrero, un héroe, pero también objeto de mofa día sí y día también. Pero en Dragon Ball Z: Infinite World llega a otro nivel. En ese minijuego de entrenamiento, cuando Goku o Vegeta se ven superados, lo hacen de manera digna, con espíritu para tratar de superar el reto en la siguiente ocasión. ¿Y Yamcha? Se queda tumbado a la bartola diciendo: "Esta gravedad... ni siquiera puedo moverme". Pobre Yamcha.
Tenemos la mirada puesta en Dragon Ball: Sparking Zero!, la vuelta a PC, PS5 y Xbox Series el próximo 11 de octubre de la subsaga de videojuegos de lucha 3D Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi desarrollada por Spike, al igual que esta cuarta entrega; el subtítulo, por cierto, se debe a que en Japón los Tenkaichi siempre se han denominado Dragon Ball Z: Sparking!.
Pero hoy hemos venido a hablaros de otro juego de Goku, y en concreto, de un detalle del mismo. Es menos conocido ya que llegó meses después del desembarco de la saga de Akira Toriyama en PS3 y Xbox 360, aquel malogrado Dragon Ball Z: Burst Limit publicado en el verano de 2008 y desarrollado por Dimps, el equipo que creó los Dragon Ball Z: Budokai (sin Tenkaichi). Ese mismo estudio lanzó pocos meses después, en diciembre, el que prometía ser el gran broche final de la serie en PS2: Dragon Ball Z: Infinite World.
Un minijuego del malogrado título de lucha se mete con Yamcha
Que la mayoría de quienes estáis leyendo estas líneas no os acordéis de él refleja el mal recibimiento que tuvo. Si bien mejoraba la manera de narrar la historia y tenía ciertos detalles positivos en la dinámica de juego respecto a los Tenkaichi, era sin duda un paso (o varios) atrás. Entre esas novedades había una serie de minijuegos simples, como recorrer el camino de la serpiente o entrenar con la Máquina de gravedad, el dispositivo creado por Brief para que los guerreros Z pudieran fortalecerse al ejercitar con una gravedad superior a la de la Tierra.
@vandalonline Pobre YAMCHA, siempre van a por él 😔 #dragonball #dragonballz #dragonballzinfiniteworld #gaming #curiosidadesdevideojuegos #secretosdevideojuegos #easteregg #yamcha #budokaitenkaichi #gamingentiktok #vandal ♬ sonido original - Vandal (Oficial)
Por fin llegamos al detalle que os queríamos contar. Tanto el manganime como los videojuegos han pinchado a Yamcha de mil y una maneras: es un guerrero, un héroe, pero también objeto de mofa día sí y día también. Pero en Dragon Ball Z: Infinite World llega a otro nivel. En ese minijuego de entrenamiento, cuando Goku o Vegeta se ven superados, lo hacen de manera digna, con espíritu para tratar de superar el reto en la siguiente ocasión. ¿Y Yamcha? Se queda tumbado a la bartola diciendo: "Esta gravedad... ni siquiera puedo moverme". Pobre Yamcha.