World News

Una capa menos de cepo cambiario y un semestre de superávit primario

Hay una visible expectativa en el mundo empresario por adivinar los próximos pasos del Gobierno. Y aunque la Casa Rosada está preparando una gran escenografía en Tucumán para la firma del Acta de Mayo, la atención de los privados está en otro lado. El mensaje que el equipo económico puso sobre la mesa hace diez días, después de la sanción de la ley Bases, representa una ratificación del rumbo cambiario y monetario y, al mismo tiempo, nuevos desafíos.

Vamos por partes. La vigilia de Tucumán es una suerte de cierre político de la primera fase de Gobierno. Se espera, mínimamente, la presencia de los sectores políticos que acompañaron este proceso. Si no están los mandatarios provinciales que respaldaron la Ley Bases y expresidentes como Mauricio Macri, entonces la puesta en escena pierde lógica, porque el análisis inmediato será contar las sillas vacías más que las ocupadas. Los empresarios no van a despreciar la oportunidad de pasar sus mensajes en el convite, y los gremios tendrán que medir qué hacer frente a sus próximas batallas. Alguna presencia habrá.

Javier Milei

Los compromisos del Acta consolidan un rumbo muchas veces prometido pero casi nunca alcanzado. Y es por eso que antes que las metas de largo plazo (achicar el gasto a 25% del PBI, reformar el sistema tributario y la coparticipación, entre otras) los privados miden los avances paso por paso. Ver para creer es una frase que define a la Argentina.

Si es por datos, el viernes llegó uno positivo: la Oficina de Presupuesto del Congreso confirmó que en el primer semestre hubo superávit primario ($ 4,9 billones) y financiero ($ 0,34 billones). Como la OPC usa una metodología distinta a la de la Secretaría de Hacienda (que mide lo que entró y salió en el mes, y no las partidas imputadas a cada período) el rojo de junio puede mutar a azul con diferir algún pago, como ya pasó con Cammesa.

Sobre lo cambiario y monetario, Luis Caputo y Santiago Bausili dejaron saber que seguirán avanzando sobre el cepo, pero capa por capa. El jueves pasado el directorio del BCRA aportó una señal al mercado: autorizó el giro de divisas para saldar intereses de deuda intercompany, siempre que haya un ingreso equivalente.

Está claro que la entrada de dólares seguirá siendo un factor determinante, más en un mes en el que habrá que pagar alrededor de u$s 3000 millones a bonistas y al FMI. Sobre el ritmo de ventas del campo no ven una retención fuera de lo habitual. De hecho, en el Central esperan que poco a poco se extinga uno de los factores que redujo la liquidación (el pago gradual de una deuda de u$s 8000 millones contraída en 2023 para maximizar la brecha). El blend también tiene un factor que contribuye a su supervivencia: muchos importadores lo usan para acelerar operaciones y su desaparición trasladaría esa demanda al mercado oficial. Hoy es visto como un factor estabilizador. Incluso bien mirado, gracias a la suba del CCL, ya le aportó algo de la devaluación que espera el agro: el viernes cerró a $ 1010.

Читайте на 123ru.net