Madrid contrata parte del suministro de alimentos de un hospital a la empresa que sirvió comida en mal estado a residencias
Las imágenes de comida en mal estado y los testimonios de mayores quejándose por la escasez de las raciones de las residencias gestionadas por la Comunidad de Madrid llegaron el año pasado hasta el parlamento regional. El Gobierno madrileño, que había privatizado el suministro de comida de los centros dependientes de la Agencia Madrileña de Atención Social —que también incluye residencias de menores y otros centros— acabó multando a la empresa responsable, pero este año volvió a confiar varios lotes a la misma compañía, Plataforma Femar. Lejos de perder consideración a ojos del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, la empresa sigue sumando adjudicaciones: la última que trasciende es la del hospital psiquiátrico Doctor Rodríguez Lafora, que adjudicó el suministro de verduras congeladas a esta empresa para todo 2024, con posibilidad de prórroga por otro ejercicio. La Consejería de Sanidad alega que la empresa cumple los requisitos de calidad y que la cocina del centro garantiza que nada llegue en mal estado a los fogones.
Plataforma Femar resultó adjudicataria de un lote de los tres que salieron a licitación hace ahora casi un año. Aunque los pliegos técnicos especifican requisitos de salubridad exigentes, el criterio específico que se tuvo en cuenta para calificar las ofertas fue el precio. Presentar la oferta más barata suponía automáticamente llevarse 100 puntos, el máximo. Y aquí Femar se demuestra especialista: presentó una baja de casi el 32% sobre los 95.182 euros sin IVA que planteaban los pliegos. Por 64.759 euros se llevó el lote. La propia documentación del procedimiento recogía que una baja superior al 30% incurriría en “presunción de temeridad”, si solo hubiese un candidato al contrato. Al ser seis los aspirantes, la regla era que se calcularía la media de los porcentajes de rebaja de todas las ofertas y se admitiría hasta un 25% de descuento sobre ese resultado. Así sucedió, con ofertas muy similares de tres de las seis empresas aspirantes, las tres en una horquilla de apenas 765 euros, lejos de las demás y con en torno a 20.000 de euros de diferencia de la más elevada, que solo reducía en un 12,6% el coste previsto en los pliegos.
Contratos menores a dedo
Femar se llevó el lote de “verduras, hortalizas y hongos congelados”, pero fue excluido de los otros dos, que incluían, respectivamente, los “alimentos precocinados congelados” y “pescados y moluscos congelados”, por no ajustarse al contenido de los pliegos (se ofrecían almejas con concha cuando se requería solo el músculo, las gambas eran más pequeñas de lo estipulado y la tortilla de patatas venía mezclada con calabacín). Pero las otras dos empresas que, con Femar, habían ajustado los precios a la baja en el lote de las verduras hasta casi calcar tarifas, vuelven a hacerlo aquí: lograron un lote cada una. Son Grupo Revilla Aves y Alimentación y Basiliso Pastor Asensio.
Femar recibió posteriormente otras adjudicaciones de contratos menores en el mismo hospital: suministro de botellas de agua mineral de medio litro (1.251,84 euros más IVA durante cuatro meses); aceites y legumbres (2.479,34 euros más IVA durante cinco meses); café, infusiones y aceite (2.785,40 más IVA, también por cinco meses); e “infusiones” a secas (374,14 euros más IVA, durante tres meses). Los datos del portal de transparencia de la Comunidad de Madrid señalan que se eligió la oferta de Plataforma Femar entre otras tres en todos estos casos de contratación menor.
El PSOE reclama que no se externalice el suministro
“Parece mentira que con la experiencia que han tenido se repitan estas adjudicaciones”, critica la secretaria de políticas sociales del PSOE madrileño, Lorena Morales, que también es diputada en la Asamblea de Madrid. Recuerda asimismo que Plataforma Femar figura junto a otras siete sociedades en un expediente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por “manipulación de licitaciones para el suministro de alimentos básicos a colectividades dependientes de organismos públicos”, incoado en 2021. “Se tienen que plantear qué tipo de pliegos están haciendo”, insta al Ejecutivo regional, aunque cree que la única solución real sería que se deje de externalizar el suministro de alimentos.
Preguntado por los motivos que llevan a confiar en una empresa señalada por proveer de productos de mala calidad y basándose en criterios económicos, un portavoz de Sanidad contesta: “El lote en cuestión fue adjudicado mediante un procedimiento abierto, cuyas prescripciones técnicas exigían unos niveles muy alto de calidad, que la empresa en cuestión cumplía. De otra manera no podría haber seguido optando a la adjudicación. Por otra parte […] la cocina revisa y controla todos los alimentos que se suministran con destino a los pacientes, asegurándose que cumplen con las exigencias técnicas, de presentación, transporte e higiene solicitadas en el pliego […], confirmando que en ningún caso puedan llegar producto en mal estado a la cocina ni a las dietas de los pacientes”.