Enfangados en el albañal de la zahúrda «Moncloaca
La imputada, Begoña Gómez, no sabe lo que es eso de enfrentarse en sala a un juez, un fiscal, abogados acusadores, abogado defensor, etc. Ha estado mimada y protegida hasta límites insospechados, tanto que se ha saltado cuantas líneas rojas ha encontrado. Pero debería saber que, si todo cerdo tiene su San Martín, todo mafioso acaba en la celda merecida tras sus corrompidas lágrimas de cocodrilo.