Andrea Skinner, hija de Alice Munro, acusa a la Nobel de ignorar los casos de abusos que sufrió por parte de su padrastro

Andrea data en 1976 la primera vez que Gerald Fremlin —pareja de Alice Munro— abusó sexualmente de ella. Describe la víctima (9 años cuando sucedió) que su padrastro (50) se metió en su cama y abusó de ella. «A la mañana siguiente, no podía levantarme de la cama». Durante 14 años, la hija de la célebre escritora fue víctima de episodios que reconoce, «en ese momento, no sabía que eran abuso». Narra escenas de gran incomodidad en los que Fremlin proponía juegos fuera de tono , le preguntaba acerca de su vida sexual, hablaba acerca de otras chicas del barrio o le mencionaba «las necesidades sexuales de mi madre». No fue hasta 1990 cuando Andrea dio el paso de relatarle a la Premio Nobel todos los abusos a los que le había sometido su pareja y padrastro de sus hijas. Para su sorpresa, Alice Munro se mostró incrédula , y aunque temporalmente se alejó de él, le acompañó hasta la fecha de su defunción en 2013, alegando que «le quería mucho». La estrategia del acusado pasó por culpar a Andrea Skinner de todo lo ocurrido, calificándola de «destructora de hogares» y amenazando a Munro con matar a su hija en caso de que acudiera a la Policía. Skinner revela que en 2005 emitió una denuncia contra su agresor , Gerald Fremlin, cuando este tenía 81 años y fue sentenciado a dos años en libertad condicional y a no mantener contacto con niños menores de 14 años durante ese tiempo. Cuando fue madre, Andrea cortó todo contacto con Alice Munro . Dos años después, en 2004, en una entrevista con 'The New York Times', la escritora expresó su amor por Fremlin y afirmó que mantenía una estrecha relación con todas sus hijas , declaración que se contradecía con la versión de su hija Andrea. Andrea afirma haber sufrido bulimia , insomnio y migrañas durante más de 50 años, fruto de los abusos sexuales que sufrió por parte de su padrastro, cuya versión del relato fue defendida por Munro hasta la fecha de su muerte. «Los niños son a menudo silenciados. En mi caso, la fama de mi madre significó que el secreto fue más allá de mi familia». Así concluye Andrea Skinner sus declaraciones para el periódico canandiense 'Toronto Star', medio en el que ha desvelado los detalles de este lamentable suceso.