El desmelene de Nacho
Del caso Nacho Cano me interesa a mí, de momento, el ánimo infractor del artista. No me refiero al asunto de la contratación de inmigrantes, con infracción o no, porque aún no alcanzo a verle la letra pequeña al conflicto, sino al espíritu de chico salvaje que Nacho aupó en la rueda de prensa de su defensa. Ahí se hizo familiar sentido de Ayuso, no piropeó a la Policía, contestó sin remilgo a periodistas y payasos, y arriesgó que no es de izquierdas porque no es tonto. Eso, y que van a por él no porque desacierte o no en el champú de tinte. No estamos habituados a tantas alegrías verbales , por parte de un particular, tan directísimas de... Ver Más