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Los países de América Latina que aumentarán casi el doble de su consumo de agua para el año 2050


                                 Los países de América Latina que aumentarán casi el doble de su consumo de agua para el año 2050

Las proyecciones son alarmantes, puesto que indican que, en 25 años, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez hídrica.

El creciente problema del “estrés hídrico” en América Latina, definido por los científicos, es el desequilibrio entre la demanda y la oferta de agua en una región. En esta parte del continente, existen algunos países que aumentarán su consumo de agua casi al doble. La demanda global de agua de esta región se ha duplicado desde 1960, mientras que los recursos hídricos disponibles se vuelven cada vez más escasos.

Las proyecciones son alarmantes: en 25 años, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez hídrica. En Latinoamérica, se espera que la demanda de agua aumente en un 43% para el año 2050, casi el doble del crecimiento promedio mundial. Si no se toman medidas urgentes para conservar y gestionar el agua de manera sostenible, se espera un futuro de sequías severas, conflictos por el agua y graves impactos en la economía, la agricultura y la salud pública.

En 2023, México vivió su año más seco, mientras que Uruguay declaró una emergencia hídrica debido a los bajos niveles en sus reservas de agua. Foto: Shutterstock

¿Cuáles son los países de América Latina que aumentarán casi el doble de su consumo de agua para el año 2050?

De acuerdo con un análisis del World Resources Institute, 25 países en el mundo ya padecen estrés hídrico extremo. En América Latina, Chile es el único que se encuentra en esta grave situación. México y Perú le siguen de cerca, con niveles altos de “estrés hídrico”.

Las proyecciones para el futuro no son nada alentadoras. De no aumentar los esfuerzos para mitigar el cambio climático, Chile seguirá liderando el ranking latinoamericano con estrés hídrico extremo en 2050, mientras que México y Perú permanecerán en un nivel alto.

Sin embargo, el panorama empeora aún más si miramos hacia 2080. Bajo el escenario de que las políticas medioambientales actuales se mantengan sin cambios, México y Chile se verán afectados por estrés hídrico extremo, mientras que Perú y El Salvador se encontrarán en un nivel alto.

Los embalses de agua en Chile y en algunas ciudades, como Bogotá y Ciudad de México, están peligrosamente cerca de quedarse sin agua. Foto: Freepik

¿Por qué América Latina aumentará casi el doble de su consumo de agua?

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha identificado tres factores principales que agravan la crisis hídrica en América Latina:

  1. Aumento de la población y migración: la creciente demanda de agua potable y saneamiento se ve agravada por los flujos migratorios.
  2. Expansión agrícola: la industria alimentaria, de gran importancia en la región, exige un consumo de agua cada vez mayor.
  3. Desarrollo industrial: las actividades industriales, en auge en América Latina, también ejercen una fuerte presión sobre los recursos hídricos.

Si bien estas situaciones se observan en otras regiones, en Latinoamérica se están intensificando a un ritmo alarmante. “La situación actual es extremadamente preocupante”, afirma Michelle Muschett, jefa de la Dirección para América Latina y el Caribe del PNUD, en entrevista con BBC Mundo.

Por un lado, el consumo de agua está en aumento, mientras que, por otro lado, la disponibilidad de este recurso disminuye debido a la intensificación de eventos climáticos extremos como sequías y el aumento progresivo de las temperaturas, consecuencias directas del cambio climático.

la disponibilidad de este recurso disminuye debido a los cambios climáticos. Foto: Rotoplas Argentina

Escasez de agua en América Latina

Muschett explica que el estrés hídrico no solo es un problema medioambiental, dado que la escasez de agua aumenta las desigualdades y tiene un grave impacto en la nutrición, en la medida que los alimentos pueden volverse escasos y más caros. La falta de agua no solo limita su uso para consumo e higiene, sino que también tiene graves consecuencias para la salud pública y la economía familiar.

La sequía del año pasado tuvo un efecto devastador en la agricultura de Argentina y Perú, lo que causó pérdidas de cultivos que alcanzaron niveles alarmantes. Las sequías sin precedentes que azotaron la región no solo afectaron la agricultura, sino que también tuvieron un impacto significativo en el Canal de Panamá.

La escasez de agua aumenta las desigualdades y tiene un grave impacto en la nutrición. Foto: Gaceta UNAM

La reducción de los niveles de agua obligó a implementar medidas restrictivas para el tránsito de embarcaciones, lo que tuvo repercusiones en el comercio marítimo mundial y la economía panameña.

La escasez de agua no solo afecta el consumo humano y la agricultura, sino que también tiene un impacto considerable en la producción de energía, especialmente en aquellas regiones que dependen en gran medida de las centrales hidroeléctricas.

Si bien la hidroeléctrica es una fuente de energía renovable considerada “verde”, el problema es que la escasez de agua la ha vuelto menos confiable. La sequía que afectó a la región este año tuvo un impacto particularmente severo en Ecuador, donde la generación de energía depende en gran medida de las centrales hidroeléctricas.

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