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Alquilan una casa en la montaña y lo que viven en su interior les aterra: «Nos tenemos que ir de aquí ya»

Abc.es 
En todas vacaciones perfectas siempre influye mucho el éxito en la elección del alojamiento . Muchos piensan automáticamente en un remoto hotel de cinco estrellas , con bañera de hidromasaje o vistas de ensueño, pero para otros la habitación perfecta está en una casa rural, un refugio o en la calle con más bullicio de esa ciudad de moda. Sea como sea, cuando uno reserva siempre tiene esos nervios de saber si ha elegido la mejor opción. Se desconoce si Laura tenía clara su elección, pero la historia que esta creadora de contenido vivió con sus amigos hace unos meses sigue generando mucho revuelo. De hecho, suma ya más de 550.000 visualizaciones en su TikTok (@lauredejose3) y le obligó a subir una segunda parte con lo que les ocurrió en un apartamento que habían alquilado. «Casi morimos», apuntaba ella en el inicio del vídeo, que subió dejando claro que lo que estaban viviendo en una casa rural en el campo, del que se desconoce su ubicación, estaba «siendo surrealista». «¡Alguien está intentando meterse en nuestra habitación! », se oye a una de sus amigas en el inicio de la grabación, en la que ella pregunta a David, otro de sus amigos, si les habían encerrado. La historia empezó porque en el apartamento se encontraron con «una plaga de abejas y de polillas », que picaron a Pablo, otro de los compañeros. Era muy tarde y pidieron un cambio de apartamento y les dijeron que podían ir a un hotel pero «no podemos entrar porque no nos dan señales de vida». «La única solución es quedarnos la noche en el apartamento 1, que es inevitable», explicaba en el vídeo. Alba, una de sus amigas, medio en broma y medio en serio lamentaba que «lo estoy pasando fatal, estoy muy agobiada» mientras los otros departían si « nos vamos a quedar en la calle o con la plaga de abejas» y tenían una llamada en curso, con una centralita, para resolver el cambio de alojamiento. Al cabo de un rato, ella vuelve a grabar como, esperando la resolución, empiezan a escuchar un ruido en la puerta. «Perdón, perdón... pero qué coj....», se sorprenden ellas, mientras la amiga pregunta si alguien está intentando abrir la puerta. « ¿Nos han encerrado? Están haciendo cosas raras con nuestras llaves, en serio!», se les escucha muy nerviosos. «O sea, voy a llamar a la policía», avisa la amiga. Laura, que sigue con el teléfono en espera, es tajante: «nos tenemos que ir de esta casa ya, ya». Su amiga abre la puerta, con una sartén como arma, y al momento siguen escuchándose ruidos de puertas, que entienden que es porque se puede controlar a remoto. «Por favor, es que me estoy poniendo muy nerviosa, es que no me hace ni p... gracia», continúa Alba. El final del vídeo era Alba poniendo una silla tras la puerta para evitar que les entraran mientras que Laura se quejaba de que «nos ha colgado, después de ver que nos encierran y que no nos dan solución ». Finalmente ella y otro de sus amigos acababan bailando con señales de desesperación. Tras esa publicación y el alud de comentarios, Laura se vio con la obligación de hacer un nuevo vídeo para calmar a sus seguidores. «El vídeo es bastante alarmante, puede dar un poco de miedo pero la cosa no pasó de aquí», comenta ella, que desvela que el propietario era un poco raro y que a las 4 de la madrugada apareció por allí, «pero no para hablar con nosotros». «Se escuchaba como iba andando por las escaleras ... muy raro», desvelaba. En esa grabación también especificó que la plataforma de reservas, con la que estaba muy descontenta, le iba a devolver el dinero y también respondió a quienes criticaron su miedo a los insectos por ser de ciudad. «Yo sé que si voy al campo me voy a encontrar bichos, tonta no soy. Tengo pueblo, el campo lo he catado, pero una cosa son abejas, otra arañas y otra una plaga», sentenció.

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