Aumenta tus defensas naturalmente: recetas caseras comprobadas para un invierno saludable

A medida que el invierno recrudece, es determinante para nuestra salud mantener un sistema inmunológico fuerte que pueda combatir los resfriados, la gripe y otras enfermedades estacionales. Para esto, existen numerosas fórmulas naturales y caseras, muchas de las cuales están avaladas por la ciencia, que pueden ayudar a incrementar nuestras defensas. Incorporadas en tu rutina diaria, en […]

A medida que el invierno recrudece, es determinante para nuestra salud mantener un sistema inmunológico fuerte que pueda combatir los resfriados, la gripe y otras enfermedades estacionales.

Para esto, existen numerosas fórmulas naturales y caseras, muchas de las cuales están avaladas por la ciencia, que pueden ayudar a incrementar nuestras defensas.

Incorporadas en tu rutina diaria, en conjunto con una dieta equilibrada, un sueño adecuado y suficiente y un estilo de vida activo, pueden ayudarte a pasar el invierno con menos enfermedades y un sistema inmunológico más fuerte y resistente.

A continuación, presentamos algunas de las más efectivas con ingredientes que, seguramente, tendrás en tu heladera y alacena.

1. Miel y limón:

Una de las combinaciones más efectivas y populares para reforzar el sistema inmunológico es la mezcla de miel y limón. La miel es conocida por sus propiedades antibacterianas y antibióticas naturales, mientras que el limón es una excelente fuente de vitamina C, un poderoso antioxidante que ayuda a proteger contra las infecciones.

Preparación: Mezcla una cucharada de miel con el jugo de medio limón en una taza de agua tibia. Beber esta mezcla diariamente puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.

2. Infusión de jengibre y cúrcuma:

El jengibre y la cúrcuma son dos raíces con potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. El jengibre puede ayudar a aliviar el dolor de garganta y la congestión, mientras que la cúrcuma, gracias a su compuesto activo la curcumina, ha demostrado tener efectos positivos en la regulación del sistema inmunológico.

Preparación: Para preparar una infusión, hierve una taza de agua y añade una cucharadita de jengibre fresco rallado y media cucharadita de cúrcuma en polvo. Deja reposar por unos minutos, cuela y agrega un poco de miel si lo deseas.

3. Probióticos naturales:

Los probióticos son bacterias beneficiosas que juegan un rol crucial en la salud intestinal y, por ende, en la salud inmunológica. El yogur natural, el kéfir, el chucrut y otros alimentos fermentados son excelentes fuentes de probióticos que pueden ayudar a fortalecer las defensas del organismo.

Consumo: Incluir una porción de yogur natural o kéfir en tu dieta diaria puede promover una flora intestinal saludable y, en consecuencia, aumentar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.

4. Sopa de ajo:

El ajo es otro de los alimentos que más se utiliza para incrementar las defensas debido a sus propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas. Un remedio casero eficaz es la sopa de ajo, especialmente reconfortante y útil durante los meses fríos.

Preparación: Para preparar la sopa, pica y sofríe varios dientes de ajo en aceite de oliva hasta que estén ligeramente dorados. Añade caldo de pollo o vegetal, hierve por unos minutos y sazona al gusto. Esta sopa no solo es deliciosa sino también muy beneficiosa para tu sistema inmunológico.

5. Té verde:

El té verde es rico en antioxidantes, particularmente en catequinas, que tienen efectos antinflamatorios y pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Beber té verde regularmente puede proporcionar una dosis adicional de antioxidantes que combaten las infecciones.

Consumo: Se recomienda beber de 1 a 3 tazas de té verde al día para obtener sus beneficios.

6. Sopa de huesos:

La sopa de huesos es una fuente rica de minerales como calcio, magnesio y fósforo, así como de aminoácidos como la glicina y la prolina. Estos nutrientes son esenciales para la producción y el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable.

Preparación: Cocina huesos de pollo, res o pavo a fuego lento durante varias horas para obtener un caldo rico en nutrientes. Consume una taza de esta sopa como parte de tu dieta regular durante el invierno.