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La CGT acercó sus reclamos al Gobierno para reabrir el diálogo: Ganancias y Ley Bases en la mira

La CGT acercó sus reclamos al Gobierno para reabrir el diálogo: Ganancias y Ley Bases en la mira

Parte de la "mesa chica" de la central, entre quienes se encuentran Daer, Furlan, Martínez y Cavalieri, entre otros, mantuvieron una audiencia con funcionarios de Capital Humano. Los temas que abordaron y la advertencia por la situación social

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, y la cúpula de la CGT se reunieron desde las 13 y durante dos horas en la sede Alem del viejo ministerio, como parte de la convocatoria para un "diálogo social" que promueve el Gobierno en la antesala del Pacto de Mayo. Desde la central, llegaron con una serie de demandas al Ejecutivo con el objetivo de frenar una profundización de la reforma laboral. De momento, solo acercaron posiciones para abrir un canal de intercambio.

La "mesa chica" de la central obrera no estuvo presente en su totalidad, aunque sí tuvo representantes de los diversos sectores. De hecho, solo Héctor Daer (Sanidad) acudió a Trabajo de los tres triunviros que dirigen la CGT. Al cosecretario general se le sumaron Abel Furlan (UOM), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), Jorge Solá (Seguros) y Armando Cavalieri (Comercio), entre otros.

No formó parte de la reunión el dirigente camionero Pablo Moyano, quien ya había anticipado que no asistiría a una audiencia con el Gobierno cuando la mesa chica de la central se convocó en la sede de UPCN. Detrás suyo se encolumnan algunos sectores como los bancarios y SMATA que se inclinan por adoptar una postura más combativa. Furlan, sentado en la mesa hoy, también se alinea con esa pata de la central.

Al final de la reunión de unas dos horas fue Daer quien dejó algunas apreciaciones del encuentro en el piso 13. Afirmó que Cordero tomó nota de los pedidos de la CGT de trabajar algunos aspectos de la reforma laboral que generan preocupación en los referentes gremiales. Apuntan a conseguirlo a través de la reglamentación de aquel capítulo en la Ley Bases.

En una entrevista con El Cronista, Cordero ya había anticipado el fin de semana que estaban estudiando el impacto de alguna de esas reformas. Mencionó el caso de Ganancias, en coordinación con Economía, en ese caso. La CGT pide exceptuar algunos ítems como las horas extras. En el Ejecutivo esperan sumar los aportes del sector empresario, representado por el G6, al que recién recibirán la próxima semana, en las mismas oficinas de Alem.

La meta es la conformación de una mesa técnica tripartita con referentes empresariales y gremiales, además del Gobierno.  En ese ámbito se intentará acercar posiciones en numerosos puntos de la reforma ya promulgada por el Ejecutivo pero también en otros aspectos donde la Rosada quiere avanzar en una eventual fase dos. Intervendrán técnicos y luego los referentes políticos de cada parte.

Del lado gremial, siguen poniendo en debate artículos como el que contempla un trabajador independiente con tres colaboradores. Pese a que redujeron el número de los cinco originales en el paso por el Senado, todavía creen que se puede limar más. Lo siguen denunciando como una relación de dependencia encubierta.

Otros puntos que les preocupan y que remiten a artículos de los capítulos laborales de la Ley Bases tienen que ver con la libertad sindical, la protección antidiscriminatoria y la intermediación laboral además de la fiscalización del empleo informal. Se corresponden con diversos artículos de la norma, del descuento a los estatales por las horas no trabajadas por ejercer el derecho al paro a la eliminación de la restitución del trabajo por despido discriminatorio o la eliminación del registro de infractores laborales. 

De cómo evolucione la Ley Bases dependerá, en gran medida, el éxito de la participación gremial en el Consejo de Mayo. Según pudo constatar El Cronista, no había, hasta ayer, una invitación formal a sumarse. Tampoco se publicó el decreto que le dará forma y plazos como se esperaba, en el Boletín Oficial de esta jornada. Hay una parte del Gobierno que quiere acortar tiempos y otra que prefiere dilatarlos. Lo que se convino en la mesa de Trabajo es que, de momento, los técnicos de la CGT acerquen por escrito las observaciones a la normativa.

También en la CGT hay posturas divididas. Durante el tratamiento de la Ley Bases en Diputados, algunos sectores de la central movilizaron al Congreso pero por fuera del paraguas cegetista. Ahora se habla de un tercer paro nacional que los dialoguistas en la central no acompañan. Tampoco el Gobierno quiere otra postal como la del 24 de enero y el 9 de mayo.

Los próximos pasos de la CGT se definirán en el Consejo Directivo que se convocó para el 25 de julio. En el medio, el grueso de la disputa corre por los canales judiciales. En algo coinciden en ese ámbito los dirigentes gremiales y Milei: ninguno de los dos quiere que los jueces tengan la última palabra, aunque todo parece indicar que no será sencillo de evitar. En la CGT se ven en desventaja y Milei no tiene la incidencia política de otros mandatarios. 

En este sentido, la CGT le reclamó al Gobierno que no insista por la vía judicial con el DNU 70/2023 y retire la apelación formulada por el procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, ante la Corte Suprema. La Cámara de Apelaciones del Trabajo ya había fallado en favor de la central al declarar la inconstitucionalidad del decreto pero el Gobierno considera que el litigio debería haberse dado en el fuero Contencioso ya que se analizó la forma y no el fondo de las medidas contenidas.

Por último, la CGT reiteró la necesidad de mantener abiertas las discusiones paritarias y pidió que cesen los techos del Gobierno así como se apure la homologación de los acuerdos que ya se firmaron. Mencionó las suspensiones y despidos mientras los salarios todavía pierden contra la inflación, más allá de la leve recuperación de los últimos meses. 

Acorde a los daros del SIPA y la Encuesta que realiza el área laboral mes a mes, ya se acumulan ocho meses de caída y hay un noveno con pronóstico a la baja. Solo en el sector privado, se esfumaron 144 mil puestos de trabajo y la recuperación que ve el Gobierno de la mano de un leve crecimiento o una desaceleración de la caída es aún un panorama demasiado irregular para ser tomado como referencia. 

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