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'De naturaleza violenta', una macabra vuelta de tuerca el cine de terror

Abc.es 

Tensión contenida, violencia macabra, sangre y terror. Con estos ingredientes presenta el canadiense Chris Nash su nueva película, ' De naturaleza violenta '. En su segundo largometraje, el director presenta una historia clásica slasher (' La matanza de Texas ' o ' Viernes 13 '), planteando un argumento ceñido a las líneas esenciales del cine de terror más físico, escatológico, y «de naturaleza violenta». «Teníamos claro desde el principio que queríamos construir la película con un terror muy específico». Nash asegura que esta película surge de intentar adaptar películas como ' Elephant ', de Alan Clarke , o ' No es país para viejos ', de los hermanos Coen , a un terror más intenso: «El proceso comenzó al pensar cómo podría adaptar ese estilo al terror y pensamos que lo mejor sería el slasher». La pretensión del director no es asustar: «Había que ser objetivo, eliminar todos los sustos, porque ya nadie se va a tapar los ojos. Eliminamos la tensión por completo». Desmiente la afirmación de haber hecho una película experimental, pero sí admite haberle dado ese enfoque en un primer momento: «Pensamos en qué emociones podríamos crear si hiciéramos la película desde este punto de vista». La película narra el resurgimiento a la vida de un cadáver , que, guiado por la sed de venganza y de muerte, arruinará la acampada de un grupo de amigos que disfrutaba de unos días de estancia en las montañas. El largometraje explota la esencia de este subgénero de terror violento de manera canónica, planteando formas macabras de violencia , momentos de tensión y simpleza narrativa en un guión que, lejos de cargar el peso de la trama —el protagonista (ente maligno), es mudo, por ejemplo— enfoca su función en justificar la acción, con explicaciones que enmarcan lo que sucede en escena. «No queríamos crear cosas originales, pero sí añadir detalles que se salieran de la norma», así explica Nash la construcción de las escenas de mayor violencia. El director había hecho previamente efectos visuales y prótesis para otras películas, así que emplearlas en su película junto a su equipo — Jeff Bruneel y James Milligan — se planteó como «el reto de hacer algo diferente». La peculiaridad de esta película está precisamente en la experiencia que como espectador se vive al participar de una visión externa —casi de corte documental—, en la cual la acción se desarrolla en planos mayoritariamente fijos y desde distintos ángulos, los cuales generan capas de tensión violenta , que evidentemente se materializa en métodos y formas que buscan por encima de todo crear coreografías funestas y sangrientas . «El guión es muy importante pero no es algo que fuéramos a seguir al pie de la letra. Solo las imágenes pueden traducir claramente lo que tu quieres comunicar al espectador». Otro aspecto que refuerza la tensión es el tratamiento del sonido. Nash refuerza la idea del hermetismo del bosque , en el que el sonido ambiente crea una banda sonora envolvente que aumenta el contraste entre la 'calma tensa' del transcurso de la historia con las escenas de violencia más cruda. « Hay algo en la naturaleza que realmente es aterrador . Nos gustó mucho la idea desde el principio de que Johnny —el protagonista— representara el poder de la naturaleza. Hemos rodado en la zona donde yo crecí, es un sitio que te atrapa, pero que puede aterrar. Cuando se pone el sol, el ruido del más pequeño animal te sobresalta. También en pleno día, sales del sendero conocido, avanzas dos metros y dices 'Dios mío dónde estoy'. Lo que intentamos comunicar es que Johnny forma parte de la naturaleza, no está separado, no está aparte». El director explota esta idea de ' locus amoenus ', desde un punto de vista terrorífico, en el que la belleza natural —valga la redundancia— de la naturaleza, contrasta con el horror que emana de ella, capitaneado en este caso por este muerto-vivo con instinto asesino. Si en películas como ' El proyecto de la Bruja de Blair ' la carga de tensión la tiene no conocer el ente maligno que acecha a los jóvenes, en ' De naturaleza violenta ' es precisamente la visión constante de este ser la que dicta el ritmo del metraje. Chris Nash plantea una película con la que «no espera nada del público, y a la vez lo espera todo», y valora su slasher como un proyecto «menos mainstream», pero que promete dejar buenas dosis de terror.

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