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Whoopi Goldberg confiesa haber cometido una ilegalidad en Disneyland

Abc.es 
A sus 68 años, Whoopi Goldberg puede presumir que su vida está llena de anécdotas peculiares que no duda en compartir con el público. Hace meses ya reveló en una entrevista que, debido a una confesión nocturna provocada por el jet lag del viaje a Italia en el que conoció al Papa Francisco , comió por error golosinas para gatos. Recientemente, Goldberg ha vuelto a sacar a la luz otra de sus peripecias vitales que no ha pasado indiferente. La semana pasada, Whoopi Goldberg se sentaba en el sofá del 'late night' de Seth Meyers para presentar su último proyecto literario y recordar su anterior trabajo, el libro de sus memorias . El estrecho vínculo que la presentadora mantenía con su madre marcó la conversación pero, en un momento dado, el conductor le lanzó una intencionada pregunta que obligó a Goldberg a confesar un secreto que podía ponerla en una tesitura complicada con la Justicia. En 2010, la madre de Whoopi, Emma Harris , falleció y su hija tuvo que decidir cómo podía honrar su memoria. Conversando con Harris en el pasado, ella le mencionó a su hija el cariño que sentía por Disneyland y no se lo pensó dos veces: los restos de su madre descansarían en el parque temático de Mickey Mouse, también conocido como 'El lugar más feliz del mundo'. «Nadie debería hacer esto, ¿vale?», comenzó advirtiendo al público la presentadora para continuar explicando su fechoría. Entrar en Disney con restos humanos no es sencillo, pero una vez dentro, solo queda esparcirlos sin ser vistos. Whoopi logró saltarse los controles y escogió para diseminar las cenizas de su progenitora su ubicación favorita, la atracción 'It's a Small World', un recorrido por las culturas de todo el mundo que se pensó como propuesta por la paz mundial. En la Exposición Universal de Nueva York en la que se presentó la atracción, Harris se quedó prendada y se convirtió en su mayor fan. Decidida y segura de que su madre descansaría allí feliz, Goldberg se preparó para la acción a su estilo: lo haría de manera disimulada para no levantar las sospechas de los visitantes y el equipo de seguridad. «Periódicamente, recogía un poco de ella y hacía '¡Achús!'», ha confesado la actriz que fingía un estornudo para dispersar el montón de cenizas que guardaba en su mano por todo el espacio. Cada vez que lo hacía, Whoopi se recomponía y le decía a los asistentes a modo de broma para poder llevar a cabo su idea: «Dios mío, este resfriado que tengo está empeorando cada día más». Al ser un comportamiento que está prohibido y es considerado una ilegalidad , la que fue nombrada Leyenda de Disney en 2017, se arrepintió y acabó confesando lo que acababa de hacer a los responsables del Parque. «Les conté lo que había hecho porque en verdad quería asegurarme de que nada de aquello fuera peligroso», ha finalizado su anécdota. A pesar de las advertencias, Whoopi no es la primera que infringe las normas. Lo que comenzó siendo un rumor se ha convertido en una actividad cada vez más común en los Parques.

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