La canilla todavía gotea pero el dólar sigue caliente y las reservas se secan
La reacción de los inversores ante la decisión de intervenir con reservas en el mercado cambiario, de manera de cerrar la canilla de emisión monetaria, expuso ayer los límites de una estrategia tendiente a reducir la brecha y retomar el sendero inflacionario descendente. Porque el plan, a su vez, corre hacia adelante una de las metas planteadas para levantar el cepo, como es la recuperación de las arcas del Banco Central (BCRA), y también la posibilidad de iniciar la reactivación económica.
Tras dos ruedas en baja, los dólares financieros subieron, aunque la intervención que algunos analistas observaron en el cierre de la rueda procuró fijarle un techo en torno a los $ 1300. Y el blue, sin barreras, se estableció un 12% por arriba de esas cotizaciones.
Así, la brecha volvió a ampliarse, con algunos agravantes: las reservas caen (u$s 1438 millones en el mes), la recesión persiste en muchas ramas de la industria y las dudas sobre el éxito del camino elegido crecen en el círculo de asesores económicos, al punto que las salidas empiezan a repetirse. Solo los datos de inflación de julio podrían traer mejores noticias en este escenario (prevén 3,7%), según proyecta el menor ritmo que registró la suba de los precios mayoristas en junio, al alcanzar 2,7%.
"De esto se sale con dólares", es la frase que se repite en los mercados, mientras los especialistas se preguntan de dónde los obtendrá el BCRA para pagar a importadores, atender la demanda del Tesoro ante vencimientos de deuda y, sobre todo, fortalecer sus tenencias para levantar las restricciones cambiarias.
Fundamentalmente luego de que la propia autoridad monetaria blanqueara que las reservas netas registran un rojo de u$s 3000 millones, mientras Economía anunciaba qué se intervendrá con unos u$s 2000 millones en el mercado cambiario y se comprarán u$s 1528 millones para depositarlos en el Bank Of New York, de manera de garantizar el pago de intereses de bonos Globales y Bonares en 2025.
El blanqueo y el RIGI suponen esperanza de divisas a futuro, pero la incertidumbre es palpable por estos días en el mercado, sobre todo cuando se observa que, paradójicamente, el freno a la emisión requerirá más emisión. Porque además de la intervención cambiaria, el plan incluye el fin de los pases pasivos, que recién el lunes serán reemplazados por las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi) a cargo del Tesoro. Pero también la recompra iniciada hoy de las opciones de liquidez de los títulos públicos (puts) que tienen en su poder los bancos, operación que implicará una emisión de al menos $ 180.000 millones extra.
Es decir, la canilla aún gotea, el dólar sigue caliente y las reservas se secan. El tiempo dirá si la estrategia tuvo éxito y ese escenario se revierte. Por ahora, sumó dudas.