Chaves, tras el desarme del caso ERE en el Constitucional: "Es el principio del fin del ciclo de gobierno del PP en Andalucía"
Manuel Chaves salió hace 14 años de la sede del PSOE de Andalucía, sita en la calle San Vicente de Sevilla, cuando todavía dirigía la federación más numerosa y robusta del partido -a día de hoy, unos 44.000 afiliados- y no ha regresado hasta este jueves, despojado de su carné de militante, para reivindicar su figura política, su legado en el Gobierno autonómico y en el socialismo andaluz.
“Hace muchos años que no doy una rueda de prensa, estoy un poco nerviosillo. Hacía tiempo que no estaba en la sede del PSOE y para mí esto tiene muchos recuerdos personales”, dijo, visiblemente nervioso, tras bajar la escalinata de la sede, escoltado por el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, el presidente del partido, Manuel Pezzi, y el secretario de Organización, Jacinto Viedma.
En el último mes, el Tribunal Constitucional (TC) ha estimado total o parcialmente el recurso de amparo de una decena de exdirigentes de la Junta condenados por la Audiencia Provincial de Sevilla y el Supremo por delitos de prevaricación y malversación en el marco de la denominada “pieza política” del caso ERE. Chaves es el único que ha convocado a la prensa para explicarse, 24 horas después de conocer el fallo que anula su condena de nueve años de inhabilitación para cargo público.
“Tengo un sentimiento de mucha tristeza. Acabo de cumplir 79 años y he perdido muchos años. Yo tenía proyectos, teníamos proyectos, podíamos haber hecho muchas cosas que no hemos hecho en estos años”, ha admitido.
Pero su discurso ha esquivado enseguida la melancolía, se ha aferrado al presente, y ha dedicado la mayor parte de su intervención a contraatacar al PP. “Hemos aguantado el tirón por la propia convicción de nuestra inocencia y de que teníamos razón. Ha ocurrido lo que no tenía que haber ocurrido: en el contexto de una operación política, mediática, con ropaje judicial, montada por el PP”.
“El objetivo”, ha dicho Chaves, “era echar al PSOE del gobierno de la Junta de Andalucía, conseguir lo que no habían podido conseguir con los votos: erosionar la credibilidad del PSOE ante la ciudadanía para cuestionar los 30 años de gestión más brillante que Andalucía ha tenido: modernidad, igualdad, convivencia, autoestima, solidaridad. Esta operación política y mediática ha sido la más grave en España para tumbar a un Gobierno y al partido que lo apoyaba”.
El expresidente andaluz ha rehusado calificar el caso ERE de “lawfare” o cacería judicial, como han hecho otros dirigentes socialistas estos días. “Yo no voy a llamarlo así, pero tengo mi opinión: hubo una acción judicial prospectiva que abrió una acción universal, una causa general contra nosotros”, ha admitido.
“Me siento socialista, con y sin carné”
Chaves lo ha sido todo en el PSOE: sindicalista de UGT, militante socialista desde el tardofranquismo, ministro con Felipe González, presidente de la Junta de Andalucía durante 19 años -entre 1990 y 2009-, vicepresidente segundo del Gobierno de España con José Luis Rodríguez Zapatero, diputado en el Congreso, presidente federal del PSOE durante 12 años, entre 2000 y 2012.
Ganó seis elecciones andaluzas consecutivas al PP, tres de ellas por mayoría absoluta. Durante los años 90, bajo su mandato, se desarrolló buena parte de las competencias autonómicas, la arquitectura de políticas públicas de más peso -la sanidad, la educación, las infraestructuras para vertebrar la comunidad más poblada del país, hoy con 8,5 millones de habitantes-.
En los años 2000 impulsó la reforma del Estatuto de Autonomía, que fue aprobado con el consenso de PP e IU en 2007, reforzando el chasis del autogobierno, aunque dejando pendiente siempre la pata de la financiación necesaria para desarrollarlo. Tras su dimisión y salto al Gobierno de Zapatero, en 2009, dejó su cargo institucional y orgánico a su amigo, hasta entonces consejero de Hacienda, José Antonio Griñán.
A él le tocó lidiar con el inicio de la instrucción del caso ERE, que llevaría al banquillo a toda la cúpula de los últimos gobiernos socialistas por “el mayor caso de corrupción de la historia en España”, en palabras del PP. “¿Alguien cree que esa foto no influyó en el resultado electoral del PSOE en 2018?”, dijo, a modo de pregunta retórica, para subrayar de inmediato que el Gobierno de Juan Manuel Moreno “tiene toda la legitimidad”.
Chaves llevaba años deseando hablar, había confesado a los más próximos a él, y a los pocos minutos ha perdido los nervios ante la prensa. En su comparecencia, de 37 minutos, ha compartido “sentimientos personales” -“han sido años muy duros, tengo un sentimiento raro, agridulce, triste, alegre, contradictorio incluso”- con una rotunda denuncia contra el PP, al que acusa de haber montado una operación contra ellos y, tras el desmontaje de las condenas por parte del Constitucional, un discurso de “deslegitimación” de los jueces.
“Pensábamos que tras la sentencia del TC, esto había terminado, y resulta que no, que el PP no acepta la sentencia, y se llama partido de Estado. Ahora emprende una estrategia de deslegitimación de las instituciones, incluido el Constitucional y eso es una manera de deslegitimar la propia Constitución”, ha denunciado.
El exdirigente socialista ha hecho referencia al intento “extemporáneo” del PP, personado en la causa, de recusar a dos de las magistradas del Constitucional, al que el actual Gobierno de Juan Manuel Moreno ha calificado de “instrumento de Moncloa”.
La magistrada ponente, Inmaculada Montalbán, recibió la medalla de Andalucía de Griñán en 2013, razón por la que los populares han cuestionado su legitimidad. Montalbán fue designada ponente “por sorteo”, ha explicado Chaves, “cuando el TC tenía mayoría conservadora en 2022, y fue el propio presidente del TC, conservador, el que concentró todos nuestros recursos de amparo en esa ponencia”.
La llamada de Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le telefoneó en la tarde del miércoles para felicitarle y darle la enhorabuena. “Se lo agradezco, ayer tuvo un día muy ocupado”, dijo. Chaves ha anunciado su intención de solicitar la reincorporación al PSOE y su carné de militante -en la agrupación de Cádiz- y colaborará con la dirección de Espadas “en lo que me pidan”, lo cual incluye volver a hacer campaña electoral.
La restauración pública de Manuel Chaves es extensible al PSOE andaluz, que hoy recupera muchas páginas de su historia reciente, opacadas por el macrofraude de los ERE. El partido y todos sus dirigentes nacionales y autonómicos se apartaron de él cuando fue la Justicia le imputó un delito de prevaricación, en 2016, obligándole a abandonar su escaño en el Congreso y entregar su carné. Desapareció de los mítines, los actos públicos, los homenajes.
“La losa política que teníamos sobre nuestras espaldas y nos ha dificultado andar estos años ha desaparecido. Siempre nos hemos sentido orgullosos de nuestros años de Gobierno, y ahora más, porque podemos limpiar el lodo que echaron sobre nosotros. La operación política de intentar borrar los 30 años de gobiernos socialistas ha sido una derrota judicial del PP y una derrota política del PP”, asegura.
El Tribunal Supremo ratificó su condena en 2022, cuando estaba convencido de que todo el relato de la trama política que posibilitó el fraude de ayudas sociolaborales se vendría abajo. El ostracismo público se agudizó a partir de ahí, el mutismo del PSOE se instaló entre sus filas. Chaves, que lleva inoculado el gen de la lealtad al partido, no protestó en público, porque sabía que era lo que tocaba.
“Yo me he sentido amparado por el PSOE, lo tengo que decir”, ha asegurado, cuando le han preguntado si en estos años de ostracismo ha sentido el apoyo de sus compañeros, de los dirigentes del partido que tomaron el relevo. No se le ha oído una crítica, al contrario. ¿Usted necesita más al PSOE andaluz o el PSOE andaluz le necesita más a usted? “Yo he tenido una trayectoria política muy larga. Muy larga. El PSOE forma parte de mi vida, para bien o para mal, gran parte de lo que soy se lo debo al PSOE, yo le debo mucho al PSOE”, ha explicado, visiblemente emocionado.
Chaves ha reconocido que “lo peor” de estos años es que “nuestro honor y nuestra honradez han sido atacadas con acusaciones falsas de robo, y cuando tienes hijos pequeños es muy duro. Esto lo hemos superado con el apoyo de nuestras familias y amigos”, ha subrayado. El expresidente se ha felicitado por haber salido mucho a la calle en estos años, mientras ha estado procesado y luego condenado, “en el cine, de copas con los amigos, y afortunadamente nunca he tenido un insulto ni descalificación personal de ningún ciudadano”.
El dirigente socialista no ha hecho ninguna autocrítica, no se ha detenido demasiado en la parte del fraude que los jueces del TC no han cuestionado: las ayudas irregulares de los ERE que salieron de una partida presupuestaria de 680 millones de euros -denominada durante la causa “fondo de reptiles”- y que acabaron en manos de personas que nunca habían trabajado en las empresas rescatadas, algunas de ellas vinculadas a dirigentes del PSOE.
El fallo del Constitucional, ha dicho, es un “punto de inflexión en la política andaluza”. “Es el principio del fin del ciclo de gobierno del PP en Andalucía”, ha dicho. El expresidente ha insistido en citar el fallo del TC, machacando con la idea de que “han vulnerado mis derechos fundamentales”, y castigando en todo momento al PP: “Todo lo que hemos visto: los bulos, la difamación, la confabulación política contra mis gobiernos.. forma parte del lado oscuro de la política. Para el PP lo importante no es que se haga justicia, sino ganar el poder del modo que sea”.
El expresidente ha terminado su comparecencia volviendo al discurso emocional, agradeciendo el apoyo de sus compañeros todos estos años, esquivando cualquier atisbo de recriminación o pesar. “Siempre me he sentido socialista, con y sin carné, pienso y quiero volver al PSOE”, ha sentenciado, tras anunciar que va a pedir su reincorporación al partido, aunque ha confesado que “está deseando irse a la playa”.
La primera rueda de prensa de Chaves en 14 años ha suscitado una enorme expectación. Una treintena de periodistas han rodeado al expresidente andaluz en el estrecho patio interior de la sede del PSOE-A. Chaves empezó “nerviosillo”, pero terminó pidiendo más preguntas a los periodistas: “Para una vez que vengo...”.