Xunta y Estado acuerdan que tendrán un diálogo «fluido» para coordinar el envío de inmigrantes
Tras la escalada de tensión entre Xunta y Ejecutivo central de estos días en un intento por coordinar el traslado de inmigrantes a Galicia desde Canarias, ambas administraciones han acordado abrir un canal de comunicación «fluido y constante» de ahora en adelante que evite situaciones como la más reciente, en la que la Delegación cifraba en 470 los adultos que serían enviados, mientras que el Gobierno autonómico los elevaba a más de 700. El presidente gallego, Alfonso Rueda, y el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, han mantenido este jueves una conversación telefónica en la que han alcanzado este acuerdo. Tras ella, además, la propia Xunta ha informado de que el primer grupo de personas llegará en los próximos días al albergue del Monte do Gozo, en Santiago; sin embargo, no están concretados todavía ni la fecha ni el número de personas que lo forman, aunque la previsión inicial apuntaba a que el 25 de julio llegarían a la capital gallega unas 208 personas, recogió Ep. Pese a este acercamiento, Rueda ha insistido en declaraciones a los medios, antes de participar en una comida-coloquio en Madrid, en l a «improvisación» con la que, ha asegurado, se está moviendo el Ejecutivo y que le recuerda a lo ocurrido hace meses, en el anterior traslado de migrantes. «Somos una comunidad autónoma solidaria. Recibimos a esas personas, pero necesitan ser atendidas, que además vienen en muchos casos de travesías y con historias muy duras. Ya nos sucedió hace unos meses y no queremos que vuelva a suceder, la improvisación de pensar que, efectivamente hay un problema humanitario en Canarias y que la única solución, lo único que tiene que hacer el Gobierno de España, es distribuirlos por el resto de la geografía, sin ninguna planificación y sin ninguna previsión», ha defendido el mandatario gallego. No ha dejado de insistir Rueda en la necesidad de hablar con las comunidades autónomas, asunto sobre el que, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPPF) de la pasada semana, en el que se abordó la derivación de menores migrantes, no se llegó a debatir «en absoluto», cuando «lo normal» sería «sentarnos, planificar, ver cómo tienen que ser atendidas, saber dónde van a estar, cuántas van a ser y en qué fechas van a venir». Echando la vista atrás, pero también hacia delante, ha considerado que «todo esto se podría hacer muchísimo mejor». «Yo no quiero ningún tipo de debate político en un asunto de estos, pero quiero hacer las cosas bien. Y eso lo que exige es una planificación por parte del Gobierno de España, que es el que tiene la política migratoria, y es el que está distribuyendo a estas personas», ha recalcado. En cuanto al baile de cifras de estos últimos días, con el Gobierno asegurando que llegarían 470 y la Xunta de Galicia defendiendo que «conocían por fuentes extraoficiales» que llegarían alrededor de 700, Alfonso Rueda ha asegurado que «el Gobierno sabe de sobra que el número de migrantes que van a enviar a Galicia va a crecer», pero ha reconocido que «los primeros que van a llegar están en torno a ese número» que indicó el Estado en un primer momento. Preguntado por si desde la Xunta se reafirmaban en que la cifra final podría acercarse más a los 700, el presidente ha concedido que el número de migrantes previstos para estas próximas fechas «estaría en torno a los 470-500». Pero ha añadido: «Sabemos que probablemente, ellos mismos lo dicen, pueden ser más. Organizaciones, ONGs que están colaborando con el Gobierno para el alojamiento, nos hablan de una cifra mayor, probablemente en las fechas siguientes», aunque ha insistido en que «no» ve la situación como «una guerra de cifras». A mayores, Rueda ha considerado que la consejera catalana de Hacienda, Natàlia Mas, ha dejado «en evidencia» al Ejecutivo central al confirmar en el CPFF que negocia bilateralmente con Cataluña sobre financiación autonómica. «Galicia tiene que decir alto y claro que por ahí no vamos a pasar», ha apostillado.