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Lento enfriamiento del Pacífico retrasaría llegada del fenómeno de La Niña

Lento enfriamiento del Pacífico retrasaría llegada del fenómeno de La Niña

El Fenómeno de La Niña, caracterizado por traer más lluvias al Pacífico y el Valle Central, llegará unos meses después de lo estimado.

La fase fría del Fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS), conocida como La Niña, comenzaría en el último trimestre del 2024 y no en agosto, como se pronosticó, ya que el océano Pacífico tiende a enfriarse más lento de lo estimado a principios de año.

De hecho, hay un 80% de probabilidades de que el fenómeno se establezca a partir del mes de octubre y con intensidad débil. Así lo explicó Daniel Poleo, del Departamento de Desarrollo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).

El retraso en la consolidación de La Niña haría que se manifieste a finales de la temporada de huracanes, la cual terminará el 30 de noviembre y suele verse favorecida en cantidad e intensidad cuando coincide con La Niña.

Aun así, el IMN espera que se formen entre 18 y 21 ciclones tropicales, de los cuales hasta el momento ya se han presentado tres con nombre (Alberto, Beryl y Chris) y uno sin nombre (depresión tropical).

Dos o tres ciclones podrían afectar a Costa Rica en la temporada de huracanes que se inicia este sábado, dice IMN

Según Poleo, un comunicado emitido el 15 de julio por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), indica que existe un 80 % de posibilidades de que La Niña se mantenga para el último trimestre del año.

Mientras eso ocurre, estamos en la fase neutra del ENOS, en la que se nota un incremento en las precipitaciones en el Pacífico y el Valle Central.

Una vez que termine el presente periodo de canículas, a mediados de agosto, vendrá la fase más intensa de la estación lluviosa, que seguirá hasta diciembre. La Niña reforzaría las precipitaciones a partir del mes de octubre. Foto:

En la primera quincena de julio, en el Caribe norte (Sarapiquí, barra del Colorado y Tortuguero) así como en las montañas de San Carlos las lluvias fueron intensas.

Lo mismo ocurrió en el Pacífico norte (Guanacaste) y al oeste del Valle Central (Alajuela, Naranjo, Palmares, Grecia, Santa Bárbara de Heredia), donde hubo un superávit de precipitaciones en comparación con las lluvias promedio para un mes de julio y eso que aún faltan varios días para que termine el mes.

Polvo del Sahara seca la atmósfera

Entre los meses de julio y agosto es más recurrente en Centroamérica la presencia del polvo del Sahara, que consiste en finas nubes de partículas originadas en el desierto del Sahara, África. Ese fenómeno se observa como bruma en el horizonte.

A veces, durante la puesta de sol, este fenómeno genera atardeceres rojos. Otra de sus características es la afectación para personas alérgicas que a menudo sufren irritación de ojos, garganta y vías respiratorias, principalmente cuando permanecen al aire libre.

De acuerdo con Daniel Poleo, esta semana una pequeña nube de polvo del Sahara se encuentra en el norte del mar Caribe y podría secar la atmósfera levemente entre viernes y sábado.

Para este fin de semana, se espera el paso a la onda tropical N.º 20, que podría reforzar un poco las lluvias.

De hecho, el IMN emitió una advertencia especial para las regiones del Caribe y la zona norte, donde los suelos presentan altos niveles de saturación, incrementando la vulnerabilidad de ambas localidades.

También se destacó que, en las áreas urbanas, la saturación del alcantarillado podría propiciar inundaciones. Debido a lo anterior, el Instituto instó a la población a estar atenta a posibles anegaciones y a la caída de ramas de árboles y tendido eléctrico, debido a las fuertes ráfagas de viento que acompañarán a las tormentas.

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