El candidato de Manchuria, por Mirko Lauer
Fuerza Popular, desde ahora, hace activismo electoral por Alberto Fujimori como si la ley se lo permitiera. A pesar de esa prohibición legal, este partido sigue haciendo la política del convaleciente, con lo cual todo se desarrolla en la atmósfera de una farsa. ¿Realmente creen que podrá candidatear? ¿La hija Keiko ha declinado su candidatura? ¿También en caso de que su padre se vea impedido de competir?
El patriarca niséi tiene problemas, varios de ellos con la ley, y ellos pueden alimentar a familias enteras de abogados. Uno es la naturaleza médica que tuvo el indulto, al cual una campaña electoral enérgica cuestionaría. Otro es la reparación civil pendiente (la abogada Martha Chávez dice que Fujimori no tiene que pagar esa deuda porque es demasiado elevada). Luego hay nuevos juicios, como el de Pativilca.
Asumiendo que Alberto Fujimori padre pudiera colarse a una candidatura presidencial para el 2026, para entonces tendrá 87 años, más las mismas lesiones cancerosas en la lengua y en los pulmones que se le atribuyen, que comprensiblemente han de haber influido mucho a la hora del indulto. De ganar, terminaría su periodo con más de 90 años.
La atmósfera de farsa que hemos mencionado consiste en que es clarísimo que la hija Keiko tiene un papel pensado para su padre en la campaña, pero ese papel no será anunciado, sino llevado directamente a la práctica. Sin dar aviso a nadie. El anuncio de que el padre tan enfermo va a reemplazar a la hija por expreso deseo de esta no convence a nadie.
Alberto Fujimori no sería mejor candidato que su hija en el 2026, salvo que el juicio del caso Cócteles la condene para entonces, y aun así. A estas alturas el antifujimorismo que ha decidido las pasadas tres elecciones no es privativo de la hija, sino un sentimiento referido a toda esa familia política. En todo caso, afecta más al padre que a la hija.
Según la versión estándar, el cumpleaños de Alberto Fujimori será este 28 de julio. Veremos cuánto esfuerzo va a distraer FP para celebrarlo. Aunque esas fiestas no son el tipo de tranquilidad que precisa el potencial candidato. Podría celebrarlo más bien con una serena entrevista que despeje todas las dudas acerca de su futuro político.
¿A dónde irá la hija Keiko con este candidato de Manchuria, trucho como el de la famosa película?