Misión imposible: así fue la captura del general nazi en Creta sin derramar sangre
Para el soldado alemán no hay imposibles!”, exclamó un Hitler exultante el 4 de mayo de 1941 ante el Reichstag. Y no era para menos, porque, amparándose en la Blitzkrieg o guerra relámpago, las tropas nazis habían ocupado las principales capitales europeas en un tiempo récord, a excepción de Londres, que había logrado resistir al intento de invasión.]]>