La España más épica sufre como nunca, pero gana como siempre y peleará por las medallas
La selección española femenina no atraviesa un buen momento de forma a nivel futbolístico en estos Juegos Olímpicos. Pero tiene algo tan importante si cabe: el gen ganador. Cuando todo parecía perdido y la opción de sumar una medalla se desvanecía, España se levantó. Jenni Hermoso recortó distancias, Paredes forzó la prórroga en el minuto 97 y Aitana anotó el penalti decisivo en la tanda que clasifica a las campeonas del mundo a semifinales. Habían dado muestras las de Tomé de que un partido así podía llegar en cualquier momento, pero lo hizo en el peor día. Sin ideas en ataque y frágil en defensa, una efectiva Colombia golpeó dos veces. La seleccionadora agitó el avispero y funcionó de maravilla. La prórroga estuvo inundada de temor por ambas partes, pero a la hora de la verdad, desde los once metros, las españolas demostraron lo que son: ganadoras. Salta España al terreno de juego con determinación. Alexia encuentra a Salma en la frontal del área, la zaragozana se orienta con la derecha y con la zurda obliga a lucirse a Tapia en la primera oportunidad del encuentro. Pero la decisión que muestran las de Tomé de inicio es un mero espejismo. A las primeras de cambio, la velocidad del ataque colombiano exhibe las costuras de la zaga española. Una pérdida de Alexia , que se queda tendida y reclama falta, permite la asociación al contraataque entre Leicy Santos y Mayra Ramírez . La futbolista del Atlético visualiza el desmarque de la del Chelsea, y ante la atenta mirada de una lenta Paredes , se enfrenta a Cata Coll y define bajo sus piernas para adelantar al combinado cafetero. Las campeonas del mundo se ven por debajo en el marcador, algo a lo que no están acostumbradas, y en Lyon no se atisba ni rastro del juego que convirtió a este equipo en imbatible. Posesiones monótonas, sin profundidad, además de una alarmante fragilidad defensiva. Un envío envenenado de Pavi al área se topa con el poste y acrecienta los miedos de las españolas. La solución que pone en práctica España consiste en centrar, centrar y volver a centrar sin ningún fruto. Sin apenas desarrollo ni generar ventaja, busca constantemente el área de Colombia con envíos largos. La única superioridad que aparece llega tras un envío rebotado, que cae a los pies de Aitana en una posición inmejorable, pero su remate sale demasiado centrado y sin potencia. Tras el paso por vestuarios, se repite el guion. Dos disparos consecutivos de la Balón de Oro invitan al optimismo nacional, pero las transiciones colombianas se encargan de reducirlo. Linda Caicedo arranca las pegatinas a Athenea y su potente disparo es rechazado por Cata Coll, pero no consigue alejar el peligro. Paredes, de nuevo endeble en una acción decisiva, no acierta a despejar y aparece Leicy Santos para robar la pelota y alojarla en la escuadra. La favorita, contra las cuerdas. Tomé, a la desesperada, saca todo el arsenal ofensivo del banquillo con la entrada de Jenni Hermoso, Eva Navarro y Alba Redondo. Precisamente, dos de ellas generan el gol que hace renacer a España, dos minutos después de que el pie de la meta del Barcelona salve la sentencia de las botas de Mayra Ramírez . La jugadora que cambió este verano el Atlético por el Madrid busca el centro, sin ningún peligro hasta la deficiente intervención de Tapia. La meta colombiana no consigue contactar plenamente con el balón y, tras un toque de Salma, el disparo de Jenni atraviesa varias piernas en su camino y recorta la distancia en el marcador. España se lo cree, con más vehemencia que acierto, pero el cansancio ha hecho mella en las sudamericanas y los ataques se suceden. Corre el minuto 97 y Salma prueba su enésima arrancada, aunque el desenlace es bien diferente. Paredes , la más señalada por su actuación, ataca el área como una delantera pura y emboca de primeras el centro de la zaragozana para empatar el encuentro y forzar la prórroga. El miedo se apodera de las 22 futbolistas en los treinta minutos extra. Las sudamericanas se encomiendan a resistir para llegar a los penaltis, mientras que las españolas, que se han visto eliminadas, no tienen entre sus planes arriesgar más de lo necesario. Un cabezazo centrado de Paredes y, sobre todo, otro de Jenni que se marcha rozando el palo en el descuento son lo más parecido a una ocasión, pero los penaltis son inevitables. Cata Coll pone en ventaja a España al detener el lanzamiento de Usme. Mariona y Eva Navarro no perdonan, pero es el disparo desviadísimo de Salazar el que deja la tanda vista para sentencia. Salma no falla y Aitana anota el penalti decisivo para meter, en el día más épico y sufrido, a las campeonas del mundo en la lucha por las medallas.