La sevillana Carolina Robles, sin opciones en París en la serie más exigente de los 3.000 metros obstáculos
Lo peleó con mucho pundonor Carolina Robles , pero no hubo manera de visar el billete para la final de los 3.000 metros obstáculos en los Juegos Olímpicos de Parí s , que para la atleta nazarena ya han concluido. La sevillana, que ha completado el mejor año de su carrera, estaba encuadrada en la primera serie de las tres en liza de este domingo, la más exigente, con tres africanas inalcanzables y un segundo grupo con mediofondistas de mucho nivel, como la alemana Krause. Bastaba repasar la nómina de rivales para comprender que necesitaría rebajar su marca personal para al menos tener opciones. Eso, como premisa obligada que no le aseguraba nada, tan complicada era la empresa. Sólo pasaban las cinco primeras de cada manga, quince en total para la final. Y Carolina corrió con entereza e inteligencia, casi siempre en la séptima posición y con el paso de las vueltas buscando la posibilidad de ganar algún puesto. Por delante, la vigente campeona olímpica, la ugandesa Peruth Chemutai , imponía su ley junto a la keniana Faith Cherotich y la etíope Lomi Muleta, que marcaban el ritmo. Y era realmente infernal. La estadounidense Courtney Wayment , la tunecina Marwa Bouzayani y la alemana Felicitas Krause impidieron que las africanas rompieran la carrera, aunque al tiempo reducían también el margen para que Robles se enganchara a ese segundo grupo que le habría abierto la puerta de la final. La de Montequinto completó el primer mil en 3:04.3 y el segundo, en 6:11.02, para detener el crono en 9:22.48 , sólo 29 centésimas por encima de su mejor tiempo. En la última vuelta dejó atrás a la polaca Aneta Konieczek para terminar con un buen sabor de boca, ya sabiéndose fuera, en su primer y último día en estos Juegos de París. Clasificarse para la final era imposible: Chemutai , primera, fijó un 9:10.51 y la quinta, Muleta , marcó un 9:10.73 en meta. Dicho de otro modo: Carolina tendría que haber rebajado en casi doce segundos su marca personal (9:22.19, en La Nucía) para darle alcance. Una utopía en unos Juegos. Con un 9:10.91, incluso la tunecina Bouzayani se quedó fuera al ser superada en el esprint por Krause. « Me había tocado una semifinal muy difícil , pero aquí hemos venido a luchar con las mejores. Aunque he estado entrenándome muy bien, no me he encontrado en la pista como otras veces esta temporada. Alguna vez tenía que llegar ese momento y ha llegado hoy . He tenido que cambiar estando con la polaca pero he visto que el grupo delantero estaba cambiando más y que era imposible. Era consciente de que, a falta de cien metros, estaba uno o dos segundos por debajo de mi marca personal, pero ya no tenía nada que hacer, ni podía alcanzar a las de delante ni por atrás corría peligro, así que esos últimos cien metros me los llevo para mí. Los he disfrutado. En Tokio, cuando llegué a la meta, no había público, y lo que he vivido aquí ha sido espectacular», comentaba la sevillana a Televisión Española nada más concluir la carrera, en zona mixta. Carolina Robles volvía a unos Juegos Olímpicos tras pasar a la final de los de Tokio al ser recalificada desde las semifinales , cuando sufrió una caída en el transcurso de la prueba al colisionar en el salto de una valla con Alycia Butterworth, que previamente se había desequilibrado y a la que no pudo esquivar al estar aún el grupo de corredoras muy compacto. En la final, con los dolores a cuesta de la aparatosa caída, sufrió mucho para acabar en la decimocuarta posición. Con la espina de ese accidentado debut en Tokio llegaba a París tras una temporada sobresaliente. Todo le ha ido sobre ruedas en 2024. Para empezar, se proclamó campeona de España en Getafe de campo a través . También ha sido campeona nacional de los 10.000, ha batido el récord español de los 2.000 metros, logró la mínima de competitividad para estar en París en el Europeo de Roma y hasta se permitió el lujo de llegar a los Juegos Olímpicos marcando en La Nucía la mínima de World Athletics (la Federación Internacional) para la prueba de los 3.000 metros obstáculos, al tiempo que se proclamaba de nuevo campeona de España de la distancia y le echaba un cable a Irene Sánchez-Escribano para que la toledana hiciera también la mínima federativa para París. Sánchez-Escribano, por cierto, competía en la tercera de las series de los 3.000 y ella sí que accedió la final, como quinta clasificada (9:17.39), tras una excelente carrera. La disputará este martes 6 de agosto (21.14 horas).